Del buen gobierno

El Sistema democr¨¢tico "no se basa s¨®lo en normas y procedimientos, sino que requiere h¨¢bitos y modos de actuar por parte del Gobierno", dec¨ªa el programa del PSOE para las elecciones de marzo, y es lo que el Consejo de Ministros plasm¨® ayer en el anteproyecto de "C¨®digo para el buen gobierno" que enviar¨¢ al Parlamento. Su objetivo principal es promover la competencia, austeridad, limpieza y transparencia en la gesti¨®n de los altos cargos; en otras palabras, la ¨¦tica y la est¨¦tica de la responsabilidad p¨²blica.

A mediados de los noventa y bajo la presi¨®n de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que afectaron al Gobierno socialista, se aprobaron una serie de medidas como la creaci¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, la reforma de la normativa sobre contrataci¨®n de las Administraciones p¨²blicas y la recuperaci¨®n de poderes por la Intervenci¨®n General del Estado. El PP aplic¨® esas medidas, pero no sigui¨® el impulso reformador con nuevas normas que aconsejaban los expertos y m¨¢s tarde tambi¨¦n la experiencia. Su tanda de esc¨¢ndalos fue aleccionadora en relaci¨®n a cuestiones como el establecimiento de mecanismos independientes de control de las incompatibilidades, garant¨ªas de protecci¨®n para los denunciantes, usos ostentosos del poder o lagunas en las competencias del Tribunal de Cuentas.

La gente estaba tan harta de los esc¨¢ndalos que durante una temporada los asuntos de corrupci¨®n pasaron a segundo plano entre las preocupaciones de los ciudadanos, pese a que se produjeron casos como el del lino -que ten¨ªa que ver con la mezcla de intereses privados y p¨²blicos en el sector-, el de Gescartera -relacionado con la idoneidad del personal directivo de los organismos reguladores- o, sobre todo, con la utilizaci¨®n de la privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas para colocar a su frente a gestores dispuestos a financiar con fondos de la compa?¨ªa medios de comunicaci¨®n adictos al Gobierno. En esta modalidad de corrupci¨®n, la Espa?a de esa d¨¦cada fue pionera.

Ahora, sin el agobio de legislar en caliente, se trata de incorporar mecanismos preventivos que dificulten ese tipo de abusos y vayan creando h¨¢bitos de transparencia y limpieza mediante normas ya ensayadas en otros pa¨ªses. As¨ª, el establecimiento de sanciones al incumplimiento de las incompatibilidades y de requisitos previos para nombramientos en ¨®rganos constitucionales y entes reguladores, el fomento de h¨¢bitos austeros, la prohibici¨®n de regalos, la protecci¨®n de la igualdad de g¨¦nero y hasta la supresi¨®n de los tratamientos singulares para dirigirse a los altos cargos; porque no hay ¨¦tica sin est¨¦tica, y viceversa.