Xavi rescata a un descolorido Bar?a
Una volea tremenda del centrocampista azulgrana tumba a un meritorio Albacete
Descolorido el Bar?a en ataque y tembloroso en defensa, el equipo de Rijkaard se agarr¨® ayer a los dos jugadores con m¨¢s solera azulgrana para salir lanzado del Carlos Belmonte. Primero se emple¨® a fondo Puyol e inmediatamente despu¨¦s, salvada la derrota por el capit¨¢n desde la misma l¨ªnea de gol, apareci¨® su viejo amigo Xavi para cazar un vole¨®n que conden¨® a un meritorio Albacete, con m¨¢s f¨²tbol que puntos en unas ¨²ltimas jornadas muy desgraciadas. Es la magia del conjunto azulgrana, que con cuatro destellos, que los hubo, deslumbra al m¨¢s pintado. Mal en el juego a¨¦reo defensivo, el Bar?a ni siquiera necesit¨® que entrara en juego Ronaldinho, in¨¦dito durante casi todo el encuentro, malhumorado por su escasa participaci¨®n, dando cabezadas de descontento. Ubicado de extremo izquierdo o de delantero centro, sin que su querid¨ªsima pelota tuviera a bien caer en sus pies.
ALBACETE 1 - BARCELONA 2
Albacete: Gaspercic; Montiel, Siviero, Rub¨¦n, Pe?a; Gaspar, David S¨¢nchez (Iv¨¢n D¨ªaz, m. 84); Redondo (Francisco, m. 72), Pacheco, Mark Gonz¨¢lez (Momo, m.89); y Mikel.
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Dami¨¤ (Messi. m. 90), Puyol, Oleguer, Van Bronckhorst; Xavi, M¨¢rquez (Rodri, m. 88), Deco; Iniesta, Eto'o y Ronaldinho (Sylvinho, m. 88).
Goles: 0-1. M. 1. Iniesta le roba la pelota en el ¨¢rea a Pe?a y remata solo ante el meta.
1-1. M. 72. Mark Gonz¨¢lez peina una falta botada desde la izquierda por Pacheco.
1-2. M.84. Xavi empalma desde fuera del ¨¢rea un rechace de cabeza de David S¨¢nchez tras un fuera de banda lanzado por Dami¨¤.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. C¨¢ntabro. Mostr¨® la tarjeta amarilla a David S¨¢nchez y Sylvinho.
Carlos Belmonte. Lleno. 17.000 espectadores.
Y es que, claro, primero el Bar?a se volc¨® por la derecha, donde Iniesta repart¨ªa las cartas. Y despu¨¦s, tampoco ten¨ªa necesidad. Hab¨ªa marcado en el minuto uno y eso calm¨® a la bestia. Jug¨® con el freno de mano puesto, sin m¨¢s desgaste que el necesario. No hubo continuidad en su f¨²tbol, pero s¨ª detalles maravillosos. Empezando por el absoluto control de la situaci¨®n que ejerce Xavi por donde pase. Es como si el partido se disputara antes en su cabeza que en el campo. Y si se junta con Iniesta, la m¨²sica est¨¢ asegurada. En su regreso a su tierra, Iniesta no s¨®lo firm¨® el primer gol antes de desperezarse, sino que, desde la posici¨®n de interior derecho, se dedic¨® a lanzar a sus atl¨¦ticos compa?eros.
El esp¨ªritu libertario de este Bar?a lo lidera evidentemente Ronaldinho. Un ejemplo fue verlo anoche instando a Iniesta a que no bajara a defender un c¨®rner en contra. El brasile?o quer¨ªa que fueran tres los jugadores azulgrana que permanecieran en el ataque (Ronaldinho, Eto'o e Iniesta) para poder contar con gente en el contragolpe. Y fue divertido observar c¨®mo Iniesta se debat¨ªa entre la orden del jefe del campo y, supuestamente, las que intu¨ªa desde el banquillo. De manera que se qued¨® entre medias: ni arriba ni abajo.
Y es que Ronaldinho presume de jugador ¨²nico ya desde el calentamiento: mientras sus compa?eros estiran, ¨¦l estudia los secretos del campo y del bal¨®n. Despu¨¦s el brasile?o, justo antes de empezar el encuentro, alienta el ritual de los abrazos: la cadena de la energ¨ªa positiva. Por las venas de Iniesta prendi¨® de inmediato. Y por eso persigui¨® a Pe?a antes de que se cumpliera el primer minuto. El lateral izquierdo hab¨ªa cortado el primer ataque del Bar?a y se dispon¨ªa a sacar el bal¨®n de su ¨¢rea con cierta tranquilidad. O eso cre¨ªa. Porque lleg¨® Iniesta, lo presion¨® por detr¨¢s, le rob¨® el bal¨®n limpiamente y bati¨® a Gaspersic por su palo m¨¢s cercano: con una sencillez abrumadora.
El protagonismo del Albacete lo asumi¨® primero David S¨¢nchez, el barcelonista cedido por segundo a?o consecutivo, que exhibi¨® acciones de alta escuela. A pesar de que tiene problemas con su hinchada, que no quiere que piense demasiado la jugada y eso va contra su estilo. Que consiste, por ejemplo, en un autopase de espaldas a la porter¨ªa contraria por el que burl¨® anoche a Oleguer; o, m¨¢s tarde, en el arranque de la segunda parte, un excelso pase de tac¨®n a Pacheco dentro del ¨¢rea azulgrana. La mejor ocasi¨®n del Alba hasta entonces la resolvi¨® Vald¨¦s con un rechace con los pies.
El Bar?a sufri¨® en los balones colgados al ¨¢rea. Es su punto d¨¦bil. Y por eso Jos¨¦ Gonz¨¢lez hab¨ªa alineado a Mikel en lugar del diminuto Rub¨¦n. Aunque no fue la corpulencia del ariete, sino la picard¨ªa del extremo, Mark Gonz¨¢lez, la que empat¨® el partido. Eso s¨ª, tras un magn¨ªfico centro enroscado de Pacheco, que caus¨® estragos con sus endiablados env¨ªos al ¨¢rea.
Redondo, adem¨¢s, le gan¨® la partida casi siempre a Gio y convirti¨® el extremo derecho en una v¨ªa de entrada. Claro que despu¨¦s se vio que no era cosa suya. Pues al ser sustituido por Francisco, ocurri¨® tres cuartos de lo mismo. Es decir, tambi¨¦n desbord¨® a Gio. Y de uno de sus centros el Alba volvi¨® a acariciar el gol que salv¨®, desde la misma l¨ªnea, el gran Puyol.Tampoco se sinti¨® nada c¨®modo el cuadro de Rijkaard en el tejido de su juego. Ni antes ni despu¨¦s del empate. Ronaldinho sigui¨® ausente, se desdibujaron Xavi e Iniesta y Deco nunca encontr¨® su sitio. Hasta que reapareci¨® Xavi y sentenci¨® el partido con un disparo incontestable.
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