Defensa se reuni¨® con los intermediarios del Yak-42 cuatro d¨ªas antes del accidente

El Estado Mayor de la Defensa mantuvo una reuni¨®n con representantes de Chapman, la empresa intermediaria en el alquiler del Yak-42, el 22 de mayo de 2003, cuatro d¨ªas antes del accidente en el que murieron 62 militares espa?oles en Turqu¨ªa. En esa reuni¨®n, hasta ahora desconocida, "se pidieron explicaciones sobre la falta de seguridad del Ilyushin", uno de los aviones ex sovi¨¦ticos fletados para transportar las tropas. Hoy declara como testigo en la Audiencia Nacional el coronel Joaqu¨ªn Yanes, jefe del grupo de control del contrato con la agencia de la OTAN.

El Centro de Operaciones Terrestres del Ej¨¦rcito de Tierra elabor¨® un informe, el 2 de junio de 2003, en el que explicaba: "En los ¨²ltimos meses se han detectado una serie de problemas en los vuelos de relevo de personal [militar espa?ol destinado en Afganist¨¢n e Irak] y sostenimiento. La mayor parte est¨¢n relacionados con problemas de retrasos y estiba en la carga y el ¨²ltimo hace referencia a problemas de seguridad en el avi¨®n Ilyushin 76D".

En concreto, aludiendo a este ¨²ltimo avi¨®n de origen sovi¨¦tico, el informe explica que "a partir de abril [de 2003] se recibieron quejas verbales y un informe escrito del comandante M¨ªguez que reflejaban la poca idoneidad de este avi¨®n para transportar pasajeros [...] concretamente por la mala estiba de la carga [...] que pod¨ªa provocar alg¨²n accidente y por la apariencia de deficiente mantenimiento del tren de aterrizaje y sistemas hidr¨¢ulicos".

?Normativa ucrania?

"Estos informes", agrega el documento, "fueron expuestos en la reuniones en el Emacon [Estado Mayor Conjunto] y se solicit¨® al Malog-Op [Mando Log¨ªstico Operativo] que recabase informaci¨®n para completar el informe. En la ¨²ltima reuni¨®n en Emacon", prosigue, "el d¨ªa 22 de mayo, asisti¨® un representante del operador log¨ªstico Chapman al que se pidieron explicaciones sobre la falta de seguridad del Ilyushin, contest¨® que los trenes de aterrizaje cumpl¨ªan la normativa en vigor (no concret¨® si se refer¨ªa a la ucrania o a la europea) e inform¨® de que ya se estaban contratando aviones que contaban con una cabina de pasaje para 16 pax [pasajeros], que independizaba pasajeros y carga".

El primer avi¨®n de estas caracter¨ªsticas sali¨® hacia Irak el 27 de mayo, un d¨ªa despu¨¦s del accidente del Yak-42.

La importancia de este informe radica en que demuestra que no s¨®lo eran conocidas las denuncias sobre la falta de seguridad de aviones ex sovi¨¦ticos, sino que incluso se plantearon a representantes de la empresa intermediaria cuatro d¨ªas antes del accidente. Este informe fue elevado al entonces ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, el 3 de junio de 2004.

Pese a ello, Trillo-Figueroa declar¨® al d¨ªa siguiente en el Congreso: "No hubo, en ninguno de los 44 vuelos realizados por aviones contratados con NAMSA hasta el momento del accidente denuncias ni quejas verbales ni escritas a ninguno de los jefes de Estado Mayor de los ej¨¦rcitos ni al Jemad [Jefe del Estado Mayor de la Defensa] sobre la capacidad t¨¦cnica o las condiciones de seguridad de los aviones".

El ministro agreg¨® que "la ¨²nica queja recibida con anterioridad al accidente" se refer¨ªa a retrasos por problemas de repostaje y por los tr¨¢mites aduaneros a la entrada en Espa?a. "Ninguna otra queja distinta de la referida", enfatiz¨®.

Hoy est¨¢ citado como testigo, ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, que investiga el caso Yak-42, el coronel de Infanter¨ªa Joaqu¨ªn Yanes Gonz¨¢lez, jefe de la Secci¨®n Log¨ªstica Operativa de la Divisi¨®n de Operaciones del Emacon, que actuaba como grupo de control del contrato con la agencia NAMSA de la OTAN.

Seg¨²n la documentaci¨®n remitida al Congreso, este grupo de control elev¨® 10 reclamaciones a NAMSA, de las que cuatro se presentaron antes del accidente del Yak-42 y seis con posterioridad. Sorprende que cuatro de estas ¨²ltimas quejas se refirieran a vuelos previos al del siniestro, algunos de fechas tan anteriores como 2002.

De todas estas denuncias, s¨®lo una tuvo consecuencias. Se refer¨ªa precisamente al avi¨®n que luego se accident¨®, el Yakovlev-42 de la compa?¨ªa ucrania UM Air, que demor¨® su despegue en un vuelo a Afganist¨¢n en marzo de 2003 por carecer de permisos de sobrevuelo. La empresa fue multada con 2.500 euros, que se descontaron del precio del siguiente vuelo.

La investigaci¨®n interna realizada por el coronel Ricardo Fort¨²n concluy¨® que las quejas no sirvieron para corregir los errores denunciados y que Defensa no ejerci¨® el derecho a inspeccionar los aviones que le reconoc¨ªa el contrato con NAMSA.