Un agitador cultural expone

Poco se sabe del coleccionismo fotogr¨¢fico en Portugal. Lo cierto es que cuantitativamente no est¨¢ muy extendido pero cualitativamente nos ofrece agradables sorpresas tanto por la congruencia de los materiales que estructuran las escasas colecciones existentes como por la investigaci¨®n pl¨¢stica, y la selecci¨®n que previamente han realizado sus coleccionistas. Es el caso de la que se expone en la Fundaci¨®n Foto Colectania (Barcelona) con una selecci¨®n del galerista y recopilador de im¨¢genes M¨¢rio Teixeira da Silva, bajo el gen¨¦rico Casa de luz. Teixeira da Silva es un agitador cultural que desde hace 30 a?os viene promocionando el arte con la idea de la difusi¨®n de j¨®venes artistas y de las obras de los m¨¢s destacados autores de mediados del siglo XX y de los inicios del XXI. Su faceta de coleccionista viene de la impronta anal¨ªtica que le dej¨® su formaci¨®n como ingeniero qu¨ªmico y su afici¨®n por la investigaci¨®n en todas las ¨¢reas.

Casa de luz re¨²ne una selecci¨®n pl¨¢stica bien ubicada cronol¨®gicamente siguiendo las pautas est¨¦ticas clasificadas por d¨¦cadas a partir de los a?os setenta del pasado siglo. As¨ª, selecciona piezas clave de autores que forman parte de esta antolog¨ªa, como Hamish Fulton, Gilbert & George, Jochen Gerz, Fernando Calhau y J. Sarmiento. Adem¨¢s de Elliot Erwitt o Larry Fink, arropados por las obras de una serie de creadores emergentes. Tambi¨¦n, de lo m¨¢s representativo de los noventa, aqu¨ª destacan desde M¨¢rio Cravo Neto, Axel H¨¹tte y Allan McCollum. Y m¨¢s recientes, en este mismo periodo, registros de Cindy Sherman, Richard Prince, Vick Muniz y Miguel Rio Branco. Inicia el periodo 2000 con fotos de Bat Streuli y Candida H?ffer. Lo cierto es que todo este conjunto nos muestra una suerte de fotograf¨ªa fabricada, en cierta medida con alta dosis de teatralizaci¨®n. Como hilo conductor siempre est¨¢ presente, con m¨¢s o menos intensidad, la intenci¨®n de la conquista del "arte" por el medio fotogr¨¢fico; es el periodo durante el que la fotograf¨ªa en el mercado pierde su car¨¢cter fotodocumentalista.

Lo m¨¢s interesante de este ¨¢lbum es el eje de una historia dispersa; se trata de la narraci¨®n de un viaje durante el cual Teixeira da Silva ha ido recopilando la variedad de su colecci¨®n, que es una especie de espejo biogr¨¢fico: la cartograf¨ªa del camino. Ciertamente se trata de un constante viajero. De adolescente le impresion¨® el Louvre y los museos de Londres, pero fue a fines de los sesenta cuando adquiere su primera obra, que ser¨ªa la piedra angular del conjunto, cuando a¨²n los precios de las fotos de este tipo eran m¨¢s asequibles que ahora. Muestra recomendada para una aproximaci¨®n a una de las corrientes del medio en estas d¨¦cadas.