"Lo que pedimos llevar¨¢ a?os cumplirlo"
Pilar Manj¨®n, portavoz de los afectados del 11-M, dice que el respeto a sus muertos y la atenci¨®n a los heridos ser¨¢ una tarea larga
Daniel Paz Manj¨®n habr¨ªa cumplido hoy 21 a?os si el 11 de marzo no lo hubiesen matado. Tocaba la guitarra, le gustaba perderse en peque?as tabernas para escuchar a cantautores. Era simpatizante del Real Madrid, le encantaba jugar al f¨²tbol y se le daba bien. Estudiaba segundo curso en el Instituto Nacional de Educaci¨®n F¨ªsica y sol¨ªa entrar en clase cantando. Cogi¨® el tren en la estaci¨®n de Vallecas para ir a clase y muri¨® tres minutos despu¨¦s en la del Pozo del T¨ªo Raimundo.
Ahora la madre de Daniel, Pilar Manj¨®n, es la portavoz de la Asociaci¨®n 11-M Afectados del Terrorismo. Pilar pesa 20 kilos menos de los que pesaba en marzo y lleva en la mu?eca el mismo reloj gris y azul preparado para cronometrar carreras que llevaba Daniel cuando lo asesinaron. Pilar tiene 46 a?os y otro hijo de 24. Naci¨® en C¨¢ceres, est¨¢ divorciada, es funcionaria de la Administraci¨®n p¨²blica en el Instituto Nacional de T¨¦cnicas Aeroespaciales (INTA) y militante de Comisiones Obreras desde antes de que se legalizara el sindicato.
"Mi vida desde el 11-M ha sido sobrevivir. Mucho sof¨¢ y pocas ganas de nada"
"Me he empe?ado en que mi otro hijo acabe su carrera de ingeniero y sea feliz"
Estudi¨® ingenier¨ªa t¨¦cnica agr¨ªcola en Madrid con la intenci¨®n de volver a Extremadura y quedarse a trabajar en las plantaciones de tabaco. Pero abandon¨® la carrera a falta de algunas asignaturas para prepararse unas oposiciones. Desde marzo permanece de baja laboral y recibe de forma gratuita tratamiento psicol¨®gico en su distrito y atenci¨®n psiqui¨¢trica que se costea con su dinero.
Despu¨¦s de leer el mi¨¦rcoles un discurso de 40 folios ante los diputados del Congreso, en el que pidi¨® justicia, transparencia y reparaci¨®n, ha recibido una llamada de la Casa Real y cientos de mensajes y llamadas de parte de sus amigos, de los periodistas, de otros afectados por el 11-M. La gente la para por la calle para abrazarla y mostrarle su apoyo. "Los mensajes que m¨¢s ilusi¨®n me han hecho son los de todas las v¨ªctimas que se han sentido absolutamente identificados con lo que dije, incluso con mis l¨¢grimas".
Una de las preguntas que m¨¢s le han reiterado los periodistas es la de qui¨¦n escribi¨® el discurso, qui¨¦n redact¨® de forma tan clara, precisa y rotunda cuarenta folios que Pilar le¨ªa sin poder contener el llanto. Despu¨¦s de o¨ªrla expresarse sin papeles delante se percibe que si ella no lo escribi¨®, tuvo mucho que ver con el resultado. Pero ella aclara el proceso: "Lo fuimos redactando entre varios miembros de la asociaci¨®n y durante muchas semanas. Hab¨ªa tardes en que nos junt¨¢bamos ocho o diez personas. Despu¨¦s nos mand¨¢bamos los borradores por correo electr¨®nico, a?ad¨ªamos ideas entre unos y otros. Incluso el mismo d¨ªa de la intervenci¨®n del se?or Zapatero
[dos d¨ªas antes de su compare-cencia] estuvimos sentadas en la puerta del hotel que est¨¢ enfrente de las Cortes, heladas de fr¨ªo, a¨²n haci¨¦ndole correcciones al documento con un ordenador port¨¢til".
Perd¨®n fue el ¨²nico concepto del discurso que provoc¨® discrepancias entre los afectados. Cuando Pilar Manj¨®n ley¨®: "Ni olvidaremos ni perdonaremos a los terroristas", pocos diputados pod¨ªan imaginarse las horas que hab¨ªan empleado las v¨ªctimas del 11-M en debatir si ellos eran jueces para perdonar o no a nadie. Decidieron incluir esa frase porque, entre otras razones, estaban convencidos de que los asesinos no iban a pedir perd¨®n.
Quien s¨ª pidi¨® disculpas a sus compa?eros, tras el discurso, fue Pilar Manj¨®n. Por no haber podido cumplir lo que les prometi¨®. Que no iba a llorar. "Yo no iba all¨ª para dar pena. La pena es algo individual o colectivo, pero con quien la quieres compartir. Y nos hab¨ªamos planteado dar lecciones de dignidad. Por eso mis disculpas".
Dos d¨ªas despu¨¦s de su intervenci¨®n, Pilar Manj¨®n sigue esforz¨¢ndose en mitad de la conversaci¨®n por controlarse. Pero la vor¨¢gine de estos d¨ªas no ayuda precisamente al autocontrol.
El viernes, a la hora del almuerzo, Pilar Manj¨®n, apag¨® el m¨®vil. Cuando lo volvi¨® a conectar ten¨ªa 80 llamadas perdidas. Durante una hora de entrevista volvi¨® a desconectarlo. Al rato se hab¨ªan acumulado 35 llamadas sin contestar y decenas de mensajes. Hace dos semanas su ritmo vital era absolutamente distinto. "Mi vida en los ¨²ltimos nueve meses ha sido sobrevivir. Mucho sof¨¢, muy pocas ganas de nada. La vida ha pasado a mi lado mientras yo la miraba. No he sido capaz de incorporarme al caudal de la vida".
Las c¨¢maras y los micr¨®fonos ir¨¢n retir¨¢ndose poco a poco. Pero ella no cree que vaya a disminuir el inter¨¦s y la solidaridad que despierta ahora su causa. "No, porque el documento que le¨ª es consensuado, meditado y no nos vamos a dejar cegar por los flases porque sabemos que lo que pedimos no es flor de un d¨ªa, sino que va a tener que durar muchos a?os. Y tenemos claro los objetivos".
Por delante les queda bastante trabajo. "Pediremos la investigaci¨®n de las irresponsabilidades que hubieran podido cometerse antes del 11 de marzo, velaremos por el uso ¨¦tico por parte de los medios de las im¨¢genes del atentado, exigiremos respeto a la voluntad de las familias para el uso de nombres o im¨¢genes de heridos o fallecidos. Pediremos que se hagan evaluaciones t¨¦cnicas sobre sanidad, educaci¨®n y formaci¨®n para el futuro empleo de todos los que hayan podido quedar con discapacidades. Exigiremos la atenci¨®n a los heridos sine die. Las discapa-cidades que hoy no puedan detectarse puedan salir a la luz de aqu¨ª a unos a?os. Es lo que nuestros psic¨®logos definen como shock postraum¨¢tico aplazado".
Pilar Manj¨®n quiere que los heridos no padezcan el calvario burocr¨¢tico que ella misma y muchos familiares de v¨ªctimas sufrieron. "Yo he pasado ya por unas 15 ventanillas. Y en casi todas ellas nos ped¨ªan el certificado de defunci¨®n. Para el se?or que est¨¢ detr¨¢s de una ventanilla puede ser un simple documento. Para nosotros, sin embargo, era entregar una parte muy nuestra".
Pilar Manj¨®n quiere que los heridos no padezcan el calvario burocr¨¢tico que ella misma y muchos familiares de v¨ªctimas sufrieron. "Yo he pasado ya por unas 15 ventanillas. Y en casi todas ellas nos ped¨ªan el certificado de defunci¨®n. Para el se?or que est¨¢ detr¨¢s de una ventanilla puede ser un simple documento. Para nosotros, sin embargo, era entregar una parte muy nuestra".
Pilar Manj¨®n agradece la creaci¨®n, por parte del Gobierno, de un organismo, el Alto Comisionado de Apoyo a las V¨ªctimas del Terrorismo, que se encargar¨¢ de velar por sus derechos. A la cabeza de esa instituci¨®n estar¨¢ Gregorio Peces-Barba. "A nuestra asociaci¨®n", aclara Pilar Manj¨®n, "Peces- Barba le merece todo el respeto personal y profesional como catedr¨¢tico, como presidente del Parlamento que fue y como padre de una Constituci¨®n que no s¨®lo tiene que ir en los carteles. Nos parece que es un hombre bueno y probablemente sea uno de los mejores nombramientos para este cargo".
Desde distintos medios la han llamado para participar en debates y coloquios con representantes de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas de ETA. ?Teme Pilar que se terminen enfrentando las dos asociaciones?
"En absoluto, en nuestro discurso reconocimos la trayectoria de todos los que por desgracia sufrieron el desgarro del terrorismo antes que nosotros. Y apel¨¢bamos a su experiencia. Porque nosotros somos novatos en esto".
Ayer, el presidente de la Asociaci¨®n V¨ªctimas del Terrorismo, Jos¨¦ Alcaraz, recibi¨® por parte del Foro de Ermua el IV Premio a la Convivencia C¨ªvica 'Jos¨¦ Luis L¨®pez Lacalle' y lo hizo extensivo "a las 1.300 personas asesinadas por el terrorismo, a los 7.500 heridos" y, en concreto, a Daniel, hijo de Pilar Manj¨®n.
?Por qu¨¦ la Asociaci¨®n a la que pertenece Pilar se llama de "Afectados" por el 11-M y no v¨ªctimas? "Porque no queremos ser v¨ªctimas. Queremos que todo el que haya perdido un amigo se pueda unir a nosotros".
En Europa nunca se hab¨ªa perpetrado un atentado de la magnitud del 11-M. ?Cree Pilar Manj¨®n que se pod¨ªa haber actuado mucho mejor durante aquellos d¨ªas de desconcierto?
"S¨ª, a pesar de que nadie est¨¢ preparado para una brutalidad tan grande, se pudo evitar mucha descoordinaci¨®n. Los familiares que estuvimos buscando a nuestros seres en el Ifema fuimos asaltados por todo tipo de sectas religiosas o seudorreligiosas. No se control¨® el acceso. Se o¨ªan gritos a favor de la pena de muerte contra los asesinos, cuando los que est¨¢bamos all¨ª lo que quer¨ªamos es que en alguna lista del m¨¢s remoto hospital apareciera el nombre de nuestro familiar como herido. Pero quiz¨¢s con todo, lo m¨¢s doloroso fue la forma en comunicarnos lo que nosotros definimos como sentencias de muerte: con una megafon¨ªa en mitad de una sala abarrotada de gente".
Entre los miembros de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas, Pilar Manj¨®n ha encontrado amigos, apoyo y comprensi¨®n. Durante muchos meses, entre 60 y 80 familiares de los 191 v¨ªctimas que fallecieron en el 11-M, se concentraban cada martes en la Puerta del Sol para recoger firmas que apoyaran su asistencia a la comisi¨®n. Con camisetas donde se le¨ªa "Transparencia 11-M" lograron recabar 12.500 firmas. Aquel grupo de los martes es el n¨²cleo activo de la asociaci¨®n. Y desde el d¨ªa del discurso, se les han sumado m¨¢s v¨ªctimas. ?Teme Pilar Manj¨®n que esa unidad que mantienen la mayor¨ªa de ellos se vaya resquebrajando?
"Espero que no. Ha sido tan brutal, hay tantas v¨ªctimas, tantos heridos... que cuantas asociaciones surjan como apoyo a las v¨ªctimas ser¨¢n bien venidas. La nuestra s¨®lo reivindica igualdad de trato. Si hay locales, que sean para todos. Si haya asesor jur¨ªdico, para todos. Apoyo psicol¨®gico... para todos. Y que la aplicaci¨®n rigurosa de la ley de protecci¨®n de datos, sea para todos. Porque nosotros a¨²n no tenemos acceso a la lista de heridos por el 11-M".
Su psiquiatra le impone cada semana actividades diarias. Y ella se impuso la tarea de bajarse toda la legislaci¨®n antiterrorista, tanto auton¨®mica como de la Administraci¨®n central. "Cuando comenz¨® la comisi¨®n de investigaci¨®n me bajaba los diarios de sesiones de las Cortes, y en la medida de lo posible, porque a veces era muy doloroso, tambi¨¦n me los he ido leyendo. Tambi¨¦n me he empe?ado en que mi otro hijo acabe su carrera de ingeniero inform¨¢tico, que se qued¨® con el ¨²ltimo trimestre suspendido cuando muri¨® su hermano, que acabe ingl¨¦s, que tambi¨¦n lo estudia en la Universidad Complutense y que sea feliz".
En el discurso, Pilar Manj¨®n dijo: "Se?ores directores de peri¨®dicos, de agencias de prensa, directores de informativos, perm¨ªtannos dudar de su sensibilidad".
?Es que todos los medios han informado de la misma manera? "Por supuesto que no. Hablamos, sobre todo, de la emisi¨®n de im¨¢genes nueve meses despu¨¦s del atentado, cuando ya no somos noticia y cuando la emisi¨®n de esas im¨¢genes nada aporta a la informaci¨®n salvo el morbo. Denunciamos la emisi¨®n como espect¨¢culo morboso para consumo de no se sabe qu¨¦ tipo de demanda".
Lo dicho.
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