City Beautiful
EL PA?S, domingo 12 de diciembre de 2004. Una de titular : "El Gobierno acepta que Barber¨¢ rebase el l¨ªmite de la deuda para invertir en la Copa del Am¨¦rica". Y, un poco m¨¢s abajo, en lo que la gente del gremio llama el lid: "...el Gobierno permitir¨¢ a la alcaldesa, Rita Barber¨¢ , superar el l¨ªmite legal de endeudamiento municipal para invertir en obras de embellecimiento de la ciudad relacionadas con el evento deportivo". O sea, el maquillaje de los maquilladores, como reza un conocido spot publicitario.
"Embellecer" la ciudad. Todo un programa, s¨ª se?or. De repente, sin poderlo evitar, me viene a la memoria la City Beautiful. Como bien saben mis colegas arquitectos (conf¨ªo que todos), la respuesta a la Dinosaur City (la urbanizaci¨®n "salvaje" de las ciudades americanas del ¨²ltimo cuarto del siglo XIX) tuvo su respuesta en el movimiento de la City Beautiful, con D. H. Burham al frente. Primero fue la World Columbian Exposition de Chicago en 1893, luego el Plan de Chicago de 1909 auspiciado por el Merchants Club. Aunque hay discrepancias sobre la valoraci¨®n del movimiento, los cr¨ªticos le achacan su excesivo inter¨¦s por la mejora de la apariencia f¨ªsica de las ciudades. Burham y sus seguidores (alguno, como Bennet, hab¨ªa estudiado en L'?cole des Beaux Arts) importaron sin ning¨²n pudor los elementos ornamentales barrocos y neocl¨¢sicos de las grandes ciudades de Europa (Par¨ªs, Viena, Roma...) y "vistieron" de historia y de cultura la joven y explosiva ciudad americana. Pero, cr¨ªticas a parte, lo hicieron a lo grande sin importarles las sonrisas burlonas de la rancia aristocracia del viejo mundo.
Un siglo m¨¢s tarde, nuestros audaces gobernantes se disponen a embellecer Valencia. No s¨¦ si conocen la experiencia americana, pero s¨ª s¨¦ que no tienen ni tiempo ni dinero. Hay una diferencia de grado entre embellecer la ciudad y lavar la cara a una min¨²scula parte de la ciudad, aquella que los c¨¢maras tendr¨¢n instrucciones precisas de filmar. Porque embellecer la ciudad es tarea herc¨²lea, y necesitar¨ªamos la mitol¨®gica prosa de la Odisea para que las futuras generaciones aceptaran la tr¨¢gala.
Aceptemos pulpo como animal de compa?¨ªa y seamos comprensivos. Exigir que la "otra Valencia" (Barona, Torrefiel, Malilla, Tendetes, los pol¨ªgonos de la avenida del Cid, el pol¨ªgono de la Fuente de San Luis, la Ciudad del Artista Fallero, el "entorno" de la calle Florista, Sant Marcel.l¨ª , Sant Isidro, Beter¨®, Zapadores...) se vista de seda es ser aguafiestas. Lo que no puede ser, no puede ser y, adem¨¢s, es imposible (para m¨¢s adelante se recomienda, en m¨¢s de un caso, la dinamita). Pero me temo que hay otros espacios urbanos donde alg¨²n c¨¢mara puede perderse y podemos quedar realmente mal. Algunos -los m¨¢s peligrosos- a un tiro de piedra de los chicos de Vuitton. Porque, vamos a ver, ?c¨®mo impedimos que las calles de San Juan de Dios, Pedro Velasco, Antonio Pons, la propia avenida de la Malvarrosa i tutte altri salgan en la foto? ?Entelamos el barrio? ?Llenamos de macetas el solar en el que se yergue el bloque de Astilleros en el descampado que se divisa desde Doctor Lluch? ?Ya no habr¨¢ ruinas frente a los restaurantes del Paseo de Neptuno? ?Eliminamos el r¨®tulo de "Se reparte ayuda americana" de la calle Alegr¨ªa? ?Metemos a todo el colectivo gitano en una patera king size? ?Ponemos un letrero de "prohibido el paso" en la entrada de Nazaret? ?Recomendamos un paseo nocturno por el pol¨ªgono Serrer¨ªa-avenida del Puerto-Juan Vedaguer? Burham -con m¨¢s tiempo y dinero- lo tendr¨ªa crudo, y eso que era un profesional como la copa de un pino.
Supongamos que se realiza el milagro y conseguimos camuflar adecuadamente el entorno inmediato, quiz¨¢ delimitando la zona visitable con grandes paneles donde se proyectar¨ªan los fastos previstos de la nueva Valencia. Subsiste un peque?o problema. Nadie podr¨¢ impedir que visitantes y c¨¢maras se acerquen a nuestro emblem¨¢tico centro hist¨®rico que -todo hay que decirlo- est¨¢ cada vez m¨¢s paseable. Pero el 2007 es pasado ma?ana y todav¨ªa queda mucho trabajo por hacer en El Carme y Velluters. ?O no?
Una cosa es hacer las "obras complementarias realmente necesarias para la realizaci¨®n de la famosa regata" y otra es utilizar el peligroso verbo de "embellecer" porque ¨¦ste requiere en muchas ocasiones venir precedido por otro m¨¢s enjundioso: "regenerar".
Y en la loca carrera por levantar la nueva Valencia y la cuenta de resultados de las empresas inmobiliarias, hace a?os que la otra Valencia espera que alguien la mime. Luego vienen las prisas, las urgencias y el rid¨ªculo acecha. Menos mal que luz no nos faltar¨¢. Aunque bien pensado, mejor la dosifican con cuidado que hay cosas que es mejor no ver.
Dec¨ªa antes que and¨¢bamos mal de tiempo. No es un rumor sino un clamor tan ensordecedor como los decibelios con que regalamos los o¨ªdos de tirios y troyanos. Claro que tambi¨¦n est¨¢ el dicho popular de que "amb diners, Sant Pere canta". Pero ni por ¨¦sas. Porque, como las desgracias nunca vienen solas y a perro flaco todo son pulgas, resulta que estamos sin blanca y el Gobierno nos permite "graciosamente" saltarnos el l¨ªmite de la deuda. Ergo... estamos al l¨ªmite. Quiz¨¢ alguna mente perversa se pregunte: ?y por qu¨¦? Elemental querido Watson. No hay m¨¢s cera que la que arde y un vistazo a la marcha triunfal de las finanzas municipales explica sin necesidad de grandes esfuerzos mentales la penuria que nos invade.
Las cifras siempre tienen algo de m¨¢gicas. Seg¨²n como las presentes puedes provocar un ???oh!!! o una ???ah!!!. Por ejemplo, si yo digo que el presupuesto municipal ha pasado de 258 millones de euros en 1990 a 598 millones de euros en el 2004 y que el presupuesto por habitante ha variado en el mismo periodo de 371 euros a 749 euros, el lector bienpensante exclamar¨¢ un ???caray!!!. Pero si alguien -en este caso un servidor- le explica que para huir de la ilusi¨®n monetaria hay que deflactar siempre las cifras descontando la inflaci¨®n y que, de as¨ª hacerlo, el presupuesto s¨®lo ha subido un 28% en 14 a?os , la cosa cambia bastante. ?Ok? Y como hay que ser liberales y cobrar poco, los ingresos todav¨ªa han crecido menos (un 21%). Pero una cosa es ser liberal y otra austeros. Una plantilla irracionalmente in crescendo, una multiplicaci¨®n de las concesiones sin beneficio para las arcas, dispendios en flores y luces. Total: una deuda viva que supera el 120% del presupuesto (si no hay ahorro corriente casi todas las inversiones van a cargo del endeudamiento), lo cual no empece para embarcarnos en Copas y Mundiales. Ya pagar¨¢ Rita. En este caso, c¨¢mbiese Rita por Solbes. ?Alg¨²n problema? Pues s¨ª. Que si alguien no para los pies a estos iluminados a este paso no tardaremos demasiado en endeudarnos s¨®lo para pagar la deuda y la otra Valencia seguir¨¢ esperando. Menos mal que siempre nos quedar¨¢ Paris y esto no es mas que el principio de una gran amistad. Cia¨°, pibes.
Josep Sorribes es profesor de Econom¨ªa Regional y Urbana de la Universitat de V¨¤lencia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Presupuestos municipales
- Finanzas municipales
- Financiaci¨®n deportiva
- Valencia
- Copa Am¨¦rica vela
- Comunidad Valenciana
- Regatas
- Vela
- Organizaciones deportivas
- Competiciones
- Finanzas p¨²blicas
- Espa?a
- Deportes acu¨¢ticos
- Deportes
- Finanzas
- Ayuntamientos
- Gobierno municipal
- Administraci¨®n local
- Pol¨ªtica municipal
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica