Cumbre recalentada

Con escasos resultados pr¨¢cticos ha concluido la Cumbre del Cambio Clim¨¢tico de Buenos Aires, en la que han participado 189 pa¨ªses. Los asistentes han analizado el Protocolo de Kioto, que establece una disminuci¨®n global del 5,2% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2012 respecto de los niveles de 1990. Ese acuerdo s¨®lo afecta a los 39 pa¨ªses m¨¢s desarrollados, que son los responsables primeros del potencial cambio clim¨¢tico por contaminaci¨®n.

Se trata de un primer paso cuyo objetivo no es reducir la contaminaci¨®n, sino, de momento, reducir su crecimiento. El Protocolo entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo febrero, tras haberse alcanzado con la firma de Rusia la mayor¨ªa necesaria, pero su eficacia se ver¨¢ muy disminuida por el hecho de que EE UU, el primer emisor de gases de invernadero, no lo ha suscrito. Sin su participaci¨®n ser¨¢ dif¨ªcil acercarse a los objetivos de Kioto y tambi¨¦n incorporar en el futuro a pa¨ªses con enorme potencial de contaminaci¨®n, como India o China, no afectados de momento por el acuerdo.

La Uni¨®n Europea planteaba la necesidad de estudios preparativos para la nueva fase de acuerdos, tras el a?o 2012, que habr¨¢n de ser m¨¢s exigentes y afectar a m¨¢s pa¨ªses. Pero el ¨²nico compromiso ha sido celebrar una nueva reuni¨®n a mediados de 2005 para intercambiar informaciones. India y China llegaron a proponer la prohibici¨®n expresa de tratar en esas reuniones de compromisos para los pa¨ªses que no est¨¢n ahora afectados por las medidas de Kioto. Ha empezado a estudiarse la necesidad de medidas de adaptaci¨®n a lo que pueden ser los primeros efectos del cambio clim¨¢tico ya en marcha en los pa¨ªses menos desarrollados, llegando Arabia Saud¨ª y otros pa¨ªses productores de petr¨®leo a plantear la inaudita pretensi¨®n de recibir compensaciones econ¨®micas por una eventual disminuci¨®n de sus ventas de crudo como consecuencia de los acuerdos anticontaminaci¨®n.

Es evidente la dificultad de adaptaci¨®n de la econom¨ªa y la sociedad a nuevos h¨¢bitos de consumo energ¨¦tico; pero no hay m¨¢s remedio que hacerlo porque ya no hay dudas sobre los efectos de no hacerlo para el futuro del planeta. Al final se ha llegado a un acuerdo de m¨ªnimos, que la UE ha aceptado porque no contiene prohibiciones expresas a seguir avanzando en el dise?o de nuevas medidas de protecci¨®n, pero que genera pocas esperanzas para el pr¨®ximo futuro.