Se?as de la desposesi¨®n
Para los lectores de poes¨ªa familiarizados con Pessoa en las traducciones de ?ngel Campos P¨¢mpano (San Vicente de Alc¨¢ntara, Badajoz, 1957), su nombre es casi uno de los heter¨®nimos en que se multiplic¨® el lisboeta. Pero dejando ahora a un lado su tarea como difusor de la literatura lusa, La semilla en la nieve, ¨²ltimo libro po¨¦tico del autor, es una eleg¨ªa, sazonada y demorada, que dimana de la muerte de la madre en un todav¨ªa cercano abril. Sobre este mes escribi¨® T. S. Eliot, y lo trae a colaci¨®n Campos: el mes de las lilas en que se conjuntan la memoria de la madre y la del ni?o que fue el autor, arropado en su universo infantil por los rasgos del personaje cuyo vac¨ªo llena el libro: ternura, compa?¨ªa, dignidad.
LA SEMILLA EN LA NIEVE
?ngel Campos P¨¢mpano
Pre-Textos. Valencia, 2004
104 p¨¢ginas. 10,12 euros
Los versos son pautados r¨ªtmicamente, pero carecen de ataduras m¨¦tricas, pues sobre la sonoridad de cada uno domina la fluencia sucesiva del discurso, como la del arroyo que lava y afina los cantos rodados. En aras de ese mismo discurrir, Campos ha eliminado los signos de puntuaci¨®n, atenuando as¨ª las inferencias l¨®gicas, que resultan sustituidas por la secuencia libre de los sentimientos. Tanta densidad emotiva hubiera podido desembocar en una congesti¨®n pat¨¦tica, pero la limpieza y brevedad de los versos favorecen la finura del trazado y evitan los manchurrones sentimentales. Esta sensibilidad doliente atraviesa varios momentos: el de la b¨²squeda de la madre muerta, que el autor aborda "como animal sediento / que hociquea en el barro"; el de la memoria del pasado y su precariedad: "no nos faltaba nada / s¨®lo la voz del padre / lo sagrado"; y el de ese "hueco / que ahonda y que se expande / vac¨ªo voraz y desvalido", una desolaci¨®n blanca como la nieve del t¨ªtulo en que se entierra la semilla de las palabras.
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