Una activista ferviente
La escritora, ensayista y directora de cine estadounidense, Susan Sontag removi¨® los aires de la literatura estadounidense desde 1963, el a?o en que public¨® El benefactor. Ferviente activista de los derechos humanos y muy comprometida pol¨ªticamente, en 1989 se sum¨® a las expresiones de condena de un grupo de escritores estadounidenses contra las amenazas del r¨¦gimen isl¨¢mico de Ir¨¢n contra Salman Rushdie, y en 1993 particip¨® en la fundaci¨®n del Parlamento Internacional de Escritores, creado en Estrasburgo (Francia) para promover la libertad de expresi¨®n y proteger a los escritores perseguidos o amenazados.
En junio de 1993 acompa?¨® a su hijo David Rieff, tambi¨¦n escritor y periodista, a Sarajevo (Bosnia). Durante ese viaje, Sontag entr¨® en contacto con varios intelectuales bosnios. La autora critic¨® la negativa de otros escritores a viajar a Bosnia y pidi¨® p¨²blicamente la intervenci¨®n de los pa¨ªses occidentales en el conflicto bosnio. En 1999 protagoniz¨® un duro enfrentamiento con el escritor austriaco Peter Handke por su defensa de las posiciones serbias en el conflicto de los Balcanes.
En mayo de 2001 le fue concedido el Premio Jerusal¨¦n de Literatura, el galard¨®n m¨¢s prestigioso de Israel para escritores extranjeros. A pesar de las presiones que recibi¨®, lo acept¨®, pero aprovech¨® la ocasi¨®n para condenar la pol¨ªtica de ocupaci¨®n israel¨ª en los territorios palestinos.
En abril de 2003, durante la Feria del Libro de Bogot¨¢, recrimin¨® al Nobel colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez por su silencio respecto a las ejecuciones y duras condenas impuestas a los disidentes del r¨¦gimen de Fidel Castro.
Cuando recibi¨® el Premio de la Paz en Alemania, se pronunci¨® sin tapujos sobre distintos temas pol¨ªticos. Critic¨® a Bush y a Schwarzenegger, fue muy dura con la pol¨ªtica de Ariel Sharon, ridiculiz¨® a Berlusconi e, incluso, tuvo tiempo para pronunciarse contra la violencia en el Pa¨ªs Vasco.
El a?o pasado public¨® su ¨²ltima obra, Ante el dolor de los dem¨¢s, en la que recorre la representaci¨®n del dolor y en la que penetra en el debate sobre su uso en los medios de comunicaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.