Sobre la Ley de Horarios Comerciales
Durante los ¨²ltimos d¨ªas, y como consecuencia de la aprobaci¨®n de la Ley de Horarios Comerciales en el Parlament, se ha hablado ampliamente en diversos ¨¢mbitos de su contenido y de los efectos que se derivar¨¢n de su aplicaci¨®n. Pese a esta cantidad de informaci¨®n, existen determinados aspectos de la ley que, en mi opini¨®n, no se han resaltado lo suficiente.
La mayor¨ªa de comentarios han insistido mucho en el equilibrio entre los diferentes formatos comerciales que la ley garantiza, en la protecci¨®n al peque?o comercio, en la nueva limitaci¨®n horaria o en la fijaci¨®n de un nuevo marco normativo fruto de un amplio consenso. Cualquiera de estas caracter¨ªsticas de la nueva ley, obviamente, se ajustan a la realidad. Aun as¨ª, estos cuatro enunciados no representan la parte m¨¢s significativa de las virtudes que se persiguen con esta nueva normativa.
M¨¢s all¨¢ de garantizar unas condiciones de competencia que permitan el mantenimiento o la introducci¨®n de agentes en el sector comercial independientemente de su magnitud empresarial, y m¨¢s all¨¢ de la magn¨ªfica virtud de la ley de haber sido gestada desde el m¨¢s amplio consenso social posible, hay un conjunto de aspectos que creo que es importante se?alar. La regulaci¨®n de los horarios comerciales tal como se han establecido en la norma quiere insistir especialmente en tres aspectos de las pol¨ªticas p¨²blicas que cada vez, afortunadamente, son vistas con m¨¢s atenci¨®n por los legisladores: la cohesi¨®n social, la calidad de vida y la sostenibilidad del modelo econ¨®mico y territorial.
Nuestros pueblos y ciudades se caracterizan, mayoritariamente, por una envidiable vitalidad social y econ¨®mica por un lado y, por otro, por su compacidad urban¨ªstica. Ambas caracter¨ªsticas las configuran como espacios de relaci¨®n t¨ªpicamente mediterr¨¢neos, arraigados a la cultura y el talante de sus ciudadanos. A la vez, las dotan de una estimable, reconocida y admirada calidad de vida, condiciones que incuestionablemente es necesario preservar y que la Ley de Horarios Comerciales ha tenido muy en cuenta.
Los diferentes preceptos que despliega la ley se orientan, entre otros, a consolidar un comercio de proximidad que pueda abastecer a aquellas personas con dificultades de movilidad, y a garantizar la competitividad de las peque?as y medianas empresas comerciales delante de grandes operadores que, a la larga, desplazar¨ªan un modelo eficiente de distribuci¨®n de rentas. Unas pymes comerciales que, adem¨¢s, desperdigan su actividad sin atender a factores externos de la actividad comercial como pueden ser las operaciones urban¨ªsticas especulativas en el extrarradio de las ciudades, y que contribuyen a fortalecer el papel de espacios relacionales de los centros urbanos. Por tanto, la ley tiene una clara vocaci¨®n de ser un elemento m¨¢s de cohesi¨®n social.
La Ley de Horarios Comerciales tambi¨¦n apuesta de forma clara por la sostenibilidad: su articulado ayuda a contener la movilidad evitable, que genera contaminaci¨®n, gasto en transporte privado y dificultad para dotar correctamente las infraestructuras viarias, mediante unas condiciones que primen el desarrollo del comercio de proximidad. Este tipo de comercio ahorra desplazamientos innecesarios al consumidor y ayuda a combatir la din¨¢mica expansiva de ocupaci¨®n territorial de las grandes superficies perif¨¦ricas; din¨¢mica que por otra parte atenta contra el modelo de ciudad urban¨ªsticamente compacta, socialmente din¨¢mica y econ¨®micamente sostenible.
En este sentido, la elaboraci¨®n de la ley ha sido un paso m¨¢s en esta direcci¨®n tras el decreto relativo a la tramitaci¨®n de Planes de Ordenaci¨®n de Equipamientos Comerciales (POEC) y a la espera de la redacci¨®n de la nueva Ley de Equipamientos Comerciales. Por otra parte, el texto aprobado a principios de este mes va en la l¨ªnea de las directrices emanadas ya hace a?os por la UE, en el sentido de favorecer la conciliaci¨®n de la vida laboral y la familiar, aspecto fundamental para mantener la calidad de vida de nuestro pa¨ªs, ampliamente reivindicado por sindicatos y partidos pol¨ªticos de todos los colores.
Al margen de estas consideraciones, que quieren destacar algunos aspectos de la nueva ley que
han quedado ciertamente amortiguados en la reciente literatura alrededor de su aprobaci¨®n -probablemente como consecuencia de la inercia de opiniones interesadas que en los ¨²ltimos meses han llenado p¨¢ginas y p¨¢ginas contrarias a la ley-, creo que tambi¨¦n es importante citar dos aspectos m¨¢s que la Ley de Horarios Comerciales ya ha conseguido s¨®lo con su aprobaci¨®n: evitar la liberalizaci¨®n horaria que habr¨ªa malogrado nuestro modelo comercial y recuperar la soberan¨ªa pol¨ªtica en la planificaci¨®n del comercio interior para el Gobierno de Catalu?a.
Adem¨¢s de lo que mayoritariamente se ha dicho sobre la nueva Ley de Horarios Comerciales, ¨¦ste texto legal tiene un fuerte contenido social, contribuir¨¢ de forma determinante a configurar nuestro pa¨ªs con una mejor calidad de vida y mejorar¨¢ el respeto que debemos tener al medio que nos acoge.
Bernat Valls es jefe de Relacions Institucionals del Departament de Comercio, Turismo y Consumo.
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