Suecia vive la peor tragedia de su historia reciente
Suecia vive "la peor cat¨¢strofe de los tiempos modernos", afirm¨® ayer el primer ministro del pa¨ªs escandinavo, G?ran Persson. Aunque la cifra oficial de muertos suecos en el terremoto de Asia es de s¨®lo seis, los desaparecidos se cuentan por miles. Suecia es, junto a Alemania, el pa¨ªs europeo m¨¢s castigado por la cat¨¢strofe. "Esto cambiar¨¢ la vida de los suecos durante mucho tiempo", dijo Persson, poco despu¨¦s de que el rey Carlos Gustavo expresara su pesar por lo sucedido en un inusual mensaje a la naci¨®n.
La preocupaci¨®n de las autoridades suecas -muy criticadas por la lentitud de su reacci¨®n a la tragedia- es repatriar cuanto antes a los cientos de heridos que permanecen en la zona afectada. La compa?¨ªa a¨¦rea SAS envi¨® ayer una decena de aviones para cumplir la misi¨®n.
Los datos proporcionados por las agencias de viajes permiten deducir que entre 15.000 y 20.000 suecos, entre ellos muchas familias con ni?os, hab¨ªan adquirido billetes para una estancia que inclu¨ªa Navidad y A?o Nuevo en el sureste de Asia, principalmente en Tailandia. Si a ello se agrega a quienes han viajado por sus propios medios, el n¨²mero de suecos en la zona puede superar los 30.000. De ellos no llegan a 1.000 los que han sido localizados vivos, algunos de los cuales han empezado a llegar, con vestimenta de verano, al fr¨ªo invierno de su pa¨ªs.
Las informaciones y relatos personales que llegan del lugar de la tragedia resultan estremecedores. Carl Michael Bergman, de 40 a?os -cuya foto con su peque?o hijo Hannes en brazos y un cartel con la foto y los datos personales de su esposa, Cecilia, de 37, ha dado la vuelta al mundo-, recorre calles, hospitales, dep¨®sitos de cad¨¢veres y templos con la ansiedad pintada en el rostro. Antes hab¨ªa tenido la dicha de encontrar a Hannes, su hijo m¨¢s peque?o. El mayor, Nils, de tres a?os, paseaba por la jungla en un elefante junto a una familia amiga cuando se produjo la invasi¨®n de las olas, circunstancia que le permiti¨® salvarse.
El hecho de que aproximadamente 400 ni?os suecos sigan sin aparecer multiplica la angustia de padres y familiares. Johnny Boman, de 42 a?os, que vive en un barrio al norte de Estocolmo; perdi¨® a su hijo Joel, de 9 a?os, que buscaba conchas de moluscos por la playa en compa?¨ªa de su hermana Hanna, de 11, cuando fueron engullidos por la ola. Johnny pudo encontrar a su esposa, Lena, y a su hija en un hospital, pero Joel est¨¢ desaparecido. Su padre recorre la playa de Khao Lak, en Tailandia, donde se concentra el grueso de los turistas suecos, aferrado a la esperanza de encontrar a su hijo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.