Clases sociales en Catalu?a
Una de las situaciones que me ha sorprendido m¨¢s cuando me he reintegrado a Catalu?a y Espa?a despu¨¦s de vivir en el extranjero durante muchos a?os ha sido la falta de ciertos t¨¦rminos y conceptos en sus culturas pol¨ªticas y medi¨¢ticas. T¨¦rminos tales como burgues¨ªa, peque?a burgues¨ªa o clase trabajadora, por ejemplo, apenas se utilizan en aquellas culturas dando la impresi¨®n de que las clases sociales han dejado de existir en este pa¨ªs. S¨®lo aparecen cuando se define a las sociedades catalanas o espa?olas como sociedades de clases medias en las que la gran mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa es o se considera de clase media. En apoyo a esta interpretaci¨®n de la estructura social catalana o espa?ola se muestran encuestas que se?alan que la mayor¨ªa de los catalanes y espa?oles se definen como de clase media. Tal interpretaci¨®n de nuestra estructura social, sin embargo, es err¨®nea. Un an¨¢lisis riguroso de la estructura social espa?ola muestra no s¨®lo que contin¨²an habiendo clases sociales (burgues¨ªa, peque?a burgues¨ªa, clase media y clase trabajadora), sino que estas categor¨ªas anal¨ªticas son las m¨¢s importantes para entender dimensiones muy importantes del pa¨ªs. En realidad, las encuestas que indican que la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa se autodefine como de clase media, se basan en una pregunta en la que se le dice a la ciudadan¨ªa: "?Es usted clase alta, media o baja?", lo cual invita a que la mayor¨ªa se defina de clase media. El t¨¦rmino clase baja es insultante, y origina un rechazo en la mayor¨ªa de personas que responden tal pregunta. Sin embargo, cuando a la ciudadan¨ªa se le pregunta utilizando aquellos t¨¦rminos de clase social, la mayor¨ªa se define como perteneciente a la clase trabajadora (en realidad, el 70% de la poblaci¨®n de la regi¨®n metropolitana de Barcelona es clase trabajadora, seg¨²n la Encuesta Metropolitana de Barcelona).
Nuestra estructura social muestra no s¨®lo que contin¨²a habiendo clases sociales, sino que estas categor¨ªas son fundamentales para el an¨¢lisis
En Catalu?a, entre el 30% y el 35% de renta superior del pa¨ªs (burgues¨ªa, peque?a burgues¨ªa y clase media profesional de renta alta) tiene un enorme poder para configurar la cultura medi¨¢tica y pol¨ªtica del pa¨ªs y su sabidur¨ªa convencional (incluyendo, por cierto, esta visi¨®n de que somos una sociedad de clases medias). Debido en gran parte a la enorme influencia de estos sectores, los temas identitarios absorben un gran espacio medi¨¢tico y pol¨ªtico. Casi toda la realidad es vista y evaluada bajo el prisma identitario. Desde la Constituci¨®n europea (cuya bondad se eval¨²a casi exclusivamente en el reconocimiento o no del catal¨¢n) hasta el considerable subdesarrollo del Estado de bienestar (que se explica exclusivamente por la existencia del d¨¦ficit fiscal con Espa?a), casi todo se analiza de acuerdo con el criterio nacionalista (ll¨¢mese ¨¦ste como se llame). El ¨²ltimo ejemplo de ello ha sido la enorme atenci¨®n medi¨¢tica que ha tenido la no aprobaci¨®n del equipo catal¨¢n de hockey por la Federaci¨®n Internacional de este deporte.
Contrasta esta atenci¨®n con el silencio o escasa atenci¨®n medi¨¢tica de otros dos hechos que se han documentado estos d¨ªas coincidiendo con el caso hockey. El primero fue un informe de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona que document¨® que un burgu¨¦s en Catalu?a tiene, como promedio, una esperanza de vida 10 a?os mayor que la de un trabajador no cualificado en paro, siendo ¨¦sta una de las mortalidades diferenciales por clase social m¨¢s altas de la Uni¨®n Europea de los Quince. Ning¨²n medio de informaci¨®n cubri¨® esta noticia y no fue tema de ning¨²n debate o tertulia. Este silencio parecer¨ªa indicar que lo ¨²nico que le preocupa a la ideolog¨ªa dominante del pa¨ªs es saber si los certificados de defunci¨®n est¨¢n escritos o no en catal¨¢n. Por lo dem¨¢s, no hay noticia.
Otro ejemplo. La OCDE acaba de publicar su Informe PISA sobre conocimiento educativo comparado, en el que se confirma lo que algunos hemos se?alado insistentemente (con muy escasa visibilidad medi¨¢tica) de que Catalu?a y el resto de Espa?a est¨¢n a la cola de la UE en su Estado de bienestar, incluyendo su educaci¨®n. De acuerdo con tal informe, en matem¨¢ticas, comprensi¨®n de lectura y otras dimensiones del quehacer educativo estamos muy por detr¨¢s del resto de la UE de los Quince. Una causa mayor es que entre el 30% y el 35% de la poblaci¨®n de Catalu?a de renta alta env¨ªa a sus hijos a las escuelas privadas, mientras que sectores de la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares env¨ªan a sus hijos a las escuelas p¨²blicas. Las primeras reciben los subsidios p¨²blicos m¨¢s altos de Espa?a, mientras que las escuelas p¨²blicas tienen uno de los gastos p¨²blicos por alumno m¨¢s bajos del pa¨ªs. De ah¨ª que, como han se?alado bien los profesores Jorge Calero y Oriol Escard¨ªbul, Catalu?a es una de las comunidades aut¨®nomas en las que hay una relaci¨®n m¨¢s directa entre mayor renta de los padres y mayor posibilidad de ir a la Universidad. El Informe PISA tambi¨¦n confirma que tanto Catalu?a como el resto de Espa?a est¨¢n entre las zonas en las que la clase social de los padres condiciona en mayor grado el nivel educativo de los estudiantes. El coste de esta polarizaci¨®n educativa por clase social no favorece a ninguna clase social, pues determina y reproduce un bajo gasto p¨²blico y un bajo nivel educativo tanto en Catalu?a como en el resto de Espa?a. Como tambi¨¦n indica el Informe PISA, el gasto p¨²blico educativo condiciona en gran manera el nivel educativo de un pa¨ªs. Catalu?a, por cierto, tiene una puntuaci¨®n ligeramente menos mala que el resto de Espa?a debido a la variabilidad estad¨ªstica como resultado del muestreo, y no corresponde, como se ha informado err¨®neamente, a la superioridad de su sistema educativo.
En realidad, el gasto p¨²blico por alumno es menor en Catalu?a que en el resto de Espa?a, realidad que el nuevo Gobierno catal¨¢n est¨¢ intentando cambiar, aun cuando los medios p¨²blicos de la Generalitat (a¨²n sumergidos en el ideario nacionalista) apenas han dado visibilidad a este hecho.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas en la Universidad Pompeu Fabra.
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