Matrimonio

No teman nuestros obispos que se les entrometan el Legislativo, ni el Ejecutivo, ni una ciudadan¨ªa espa?ola mayoritaria en el terreno sacramental del matrimonio. Ah¨ª tienen ellos su misi¨®n pastoral y har¨¢n muy bien en ordenar el pasto y defensa de sus fieles, perfilando los modos y maneras de las relaciones familiares de los mismos para que sean testimonio l¨²cido y atractivo ante quienes las contemplen desde los aleda?os de la Fe.

Claro que para que esto suceda, tendr¨¢n que esmerarse en entusiasmar a sus "ovejas y corderos" en poner a tono evang¨¦lico algunos otros aspectos adem¨¢s de los referidos a las relaciones sexuales, como podr¨ªa ser la solidaridad fraterna en lo que a pertenencia y disfrute de los bienes se refiere por aquello de: "No se puede servir a dos se?ores... a Dios y al dinero".

En lo de reconocer derechos civiles o institucionales a homosexuales: primero, desde su fe, reconozcan que quien reparte tendencias sexuales naturales y es fuente de deberes y derechos, es tambi¨¦n Creador, Padre y Salvador; segundo, que, si de algo ?l es celoso, es de la libertad de sus hijos para usar, que no abusar en sus relaciones, de las capacidades que ?l otorga, entre las que no son excepci¨®n el placer y la convivencia y esto puede y debe quedar regulado por el Ordenamiento Civil.