22 heridos leves al chocar de frente dos trenes de cercan¨ªas en Atocha

Dos cercan¨ªas chocaron frontalmente y a muy baja velocidad en la embocadura de la estaci¨®n de Atocha, pr¨¢cticamente en el mismo lugar donde fue atacado uno de los trenes del 11-M y a 400 metros de la calle de T¨¦llez, donde fue dinamitado un segundo convoy. El choque se produjo, sobre las 12.40, entre un tren con tres vagones que regresaba vac¨ªo y otro que part¨ªa en ese momento hacia Guadalajara con 60 personas a bordo. Un total de 22 personas resultaron heridas de car¨¢cter leve, pero nueve fueron trasladadas a hospitales para una exploraci¨®n m¨¢s profunda.

La colisi¨®n frontal se produjo en la v¨ªa tres, justo en una zona de cambio de agujas (donde se est¨¢n realizando obras de cambio de traviesas) que est¨¢ pegada a la rampa que fue utilizada para evacuar heridos del 11-M. Las causas del accidente a¨²n se desconocen, pero las fuentes consultadas apuntaron a un fallo en la sincronizaci¨®n en el cambio de v¨ªas. Renfe ha abierto una investigaci¨®n para aclarar c¨®mo un tren vac¨ªo que regresaba a la estaci¨®n en maniobra y un cercan¨ªas reci¨¦n salido, con viajeros, pudieron chocar en una zona tan controlada mec¨¢nica, electr¨®nica y visualmente.

El choque provoc¨® que la mayor¨ªa de los viajeros cayeran rodando al suelo. "Yo no me he enterado muy bien, porque he ido volando y no me he hecho mucho da?o porque he ca¨ªdo sobre otra persona, pero ha sido un gran susto", explicaba Adriana, una pasajera afectada.

Los servicios del Samur y del 112 desplazaron 11 ambulancias y montaron un hospital de campa?a. El jefe del Departamento de Operaciones del Samur-Protecci¨®n Civil, Ervigio Corral, relat¨® que los 22 heridos apenas presentaban gravedad y que los que peor estaban eran una mujer de 32 a?os con una luxaci¨®n en el hombro y en una pierna, y un hombre con una fractura abierta en una pierna. "Todos tienen contusiones leves, alguna peque?a fractura, pero no puede hablarse de gravedad. Los heridos estaban en los primeros vagones", explic¨®.

Nueve de los heridos de mayor consideraci¨®n fueron trasladados a los hospitales G¨®mez Ulla, Princesa, Cl¨ªnico y Doce de Octubre, pero los sanitarios preve¨ªan que fueran dados de alta en breve. El resto se fue a casa por su propio pie, con un parte de lesiones en la mano. Los bomberos tambi¨¦n acudieron al socorro, pero como cont¨® su jefe de guardia, Jos¨¦ Luis Legido, apenas actuaron: "No ha sido una actuaci¨®n de emergencia, y para mover los cinco vagones que est¨¢n parcialmente descarrilados lo adecuado es que venga la maquinaria pesada de Renfe".

V¨ªa cortada

El tr¨¢fico por la v¨ªa 3 qued¨® cerrado al tiempo que se restringi¨® la circulaci¨®n en las dos v¨ªas aleda?as para proteger el trabajo de los servicios de emergencia y de los t¨¦cnicos de Renfe. Pero, poco antes de las tres, s¨®lo estaba cortada la v¨ªa del choque y lo estar¨¢ hasta que la compa?¨ªa ferroviaria logre encarrilar los cinco vagones que se salieron de la v¨ªa.

Los momentos inmediatamente posteriores al choque fueron de gran desconcierto. El choque como tal fue leve, ya que se produjo "a muy baja velocidad", pero el estampido del metal, el ruido provocado por el descarrilamiento parcial de cinco vagones y el gran despliegue de los servicios de emergencia y seguridad (con perros especializados en la detecci¨®n de explosivos) hizo temer algo peor.

"Mucha gente se asust¨®, pero cuando salimos de los trenes vimos que s¨®lo hab¨ªa sido un choque", explic¨® Eduardo, un joven herido que a¨²n segu¨ªa mareado a causa del latigazo cervical que sufri¨®, ya que cuando ocurri¨® iba "con el tel¨¦fono m¨®vil, mirando hacia abajo". Los miembros de los servicios de emergencia recordaron sobre el terreno la cat¨¢strofe a la que se enfrentaron el 11 de marzo.

La zona del choque fue acordonada por agentes de las Unidades de Intervenci¨®n Policial (UIP) del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, mientras que la Polic¨ªa Municipal intensific¨® la regulaci¨®n del tr¨¢fico en la zona, tanto para facilitar la evoluci¨®n de los veh¨ªculos de urgencia como para dejar pasar a algunas de las caravanas de la Cabalgata de Reyes, que salieron justo en ese momento de un dep¨®sito municipal.

El despliegue llen¨® de dudas a quienes acud¨ªan a Atocha, que preguntaban especialmente a dos militares de la Brigada Paracaidista que estaban de plant¨®n, de camuflaje y con arma larga, en el acceso a la estaci¨®n de cercan¨ªas. "Tranquilos, s¨®lo ha sido un choque; menos mal", contestaban.