El 'Nunca m¨¢is' canario
Decenas de colectivos ciudadanos de Tenerife se organizan contra los grandes proyectos de infraestructuras
No ha habido ning¨²n Prestige en Tenerife, pero el descontento de una parte importante de la ciudadan¨ªa se est¨¢ traduciendo en una movilizaci¨®n popular espont¨¢nea al estilo de Nunca Mais, con el m¨¢s canario lema de ?Ya est¨¢ bien! La protesta se centra en la gesti¨®n del territorio, y es de una magnitud y complejidad social sin precedentes en la isla: desde asociaciones de vecinos y agricultores hasta investigadores de ¨¦lite. Las grandes infraestructuras que la Administraci¨®n canaria proyecta para los pr¨®ximos a?os alterar¨¢n el entorno de forma inaceptable, dicen los promotores del ?Ya est¨¢ bien!, que acusan a los pol¨ªticos de "gobernar para los empresarios", enga?ar a la opini¨®n p¨²blica y "secuestrar la democracia". El Ejecutivo canario dice actuar "con el mayor consenso posible" y advierte de que "siempre habr¨¢ alguien descontento".
La Asamblea por Tenerife, con su lema '?Ya est¨¢ bien!', canaliza la irritaci¨®n ciudadana
Ning¨²n partido apoya la protesta contra la construcci¨®n de un puerto en Granadilla
No es la primera vez que grupos ecologistas se oponen a proyectos de infraestructuras en Canarias. Lo que s¨ª es nuevo es que las protestas sean masivas; que aglutinen a colectivos de lo m¨¢s variado; y que pillen por sorpresa a la clase pol¨ªtica. La primera queja multitudinaria tuvo lugar en 2002, contra la instalaci¨®n en un bosque de pinares de torres de alta tensi¨®n que deb¨ªan aumentar la potencia el¨¦ctrica en las zonas tur¨ªsticas. La oposici¨®n fue tal, con 100.000 personas manifest¨¢ndose en Santa Cruz de Tenerife, que el Gobierno ha acabado buscado alternativas. Este a?o la brecha entre el Ejecutivo y parte de la ciudadan¨ªa ha vuelto a abrirse por los planes de construcci¨®n de un puerto industrial en la localidad de Granadilla, donde ya hay un pol¨ªgono industrial con una central t¨¦rmica.
Este proyecto se gest¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada: el puerto de Santa Cruz, capital de la isla, se convertir¨ªa en tur¨ªstico y de recreo mientras que Granadilla acaparar¨ªa la actividad industrial. Hoy, el Gobierno justifica el proyecto diciendo que el de Santa Cruz est¨¢ saturado, y que un gran puerto industrial disminuye la dependencia del turismo y adem¨¢s es necesario para la descarga de gas natural -la introducci¨®n de este combustible en el archipi¨¦lago se har¨¢ estos a?os, en lo que supondr¨¢ una de las actividades econ¨®micas de m¨¢s entidad de los pr¨®ximos a?os-. El puerto, tras varios recortes por la contestaci¨®n al proyecto, tiene un dique de unos 2.100 metros y una zona de atraque de casi un kil¨®metro.
S¨®lo colectivos ciudadanos
Pero para m¨¢s de setenta colectivos ciudadanos, de los que forman parte numerosos t¨¦cnicos y cient¨ªficos, los recortes no son una soluci¨®n. Este puerto, dicen, no es necesario, no mejora la econom¨ªa y tiene un alt¨ªsimo impacto ecol¨®gico, por lo que deben buscarse alternativas. En los ¨²ltimos seis meses su protesta ha tomado forma, y se plantea a largo plazo. Y tiene una importante peculiaridad: ning¨²n partido pol¨ªtico la respalda.
Esta oposici¨®n al puerto constituy¨® primero la Plataforma contra el Puerto de Granadilla. Algo despu¨¦s, en julio, se form¨® la Asamblea por Tenerife, con el lema ?Ya est¨¢ bien!, que canalizaba tambi¨¦n las protestas contra otras obras previstas para los pr¨®ximos a?os, en su mayor¨ªa carreteras. Defienden que la isla es un territorio limitado que no admite m¨¢s macro-proyectos. Sienten, como dice Conchi Abreu, de la Plataforma contra el Puerto de Granadilla y tambi¨¦n miembro de la Asamblea, que "los pol¨ªticos gobiernan de espaldas a los ciudadanos", y "nos enga?an" manipulando la informaci¨®n.
?Qu¨¦ representatividad real tiene esta Asamblea? No hay cifras precisas, pero por lo pronto han recogido m¨¢s de 56.000 firmas en contra del puerto. En noviembre, decenas de miles de personas asistieron a una manifestaci¨®n convocada por la Asamblea. Un s¨ªntoma de lo caldeado del ambiente.
"Los ciudadanos est¨¢n indignados. El puerto de Granadilla ha sido la gota que colma la paciencia", explica el profesor de Geograf¨ªa de la Universidad de La Laguna (ULL) Fernando Sabat¨¦, una de las voces de la Asamblea. Su colega Federico Aguilera Klink, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la ULL y premio nacional de Medio Ambiente 2004, a?ade: "La gente ve que se aprueba una moratoria para que se frene la construcci¨®n de hoteles, pero se siguen construyendo. Y as¨ª con muchas cosas. Nos mueve la percepci¨®n de que no se respetan las leyes, de que la connivencia entre pol¨ªticos y empresarios no beneficia a la gente, sino a ellos mismos, que se enriquecen". El Gobierno canario ha advertido ya de que no se echar¨¢ atr¨¢s en lo que respecta al puerto de Granadilla. "Estos colectivos son importantes, pero lo que cuenta es la opini¨®n de las instituciones elegidas democr¨¢ticamente", dice Miguel Becerra, viceconsejero de la Presidencia (Coalici¨®n Canaria, CC). "En el puerto se ha buscado el mayor consenso posible. Ning¨²n proyecto tiene tantos estudios t¨¦cnicos como ¨¦ste. (...) Es un proyecto necesario para el futuro de la isla, y no podemos cambiar por una manifestaci¨®n". Becerra asegura que los informes de impacto ambiental son favorables al puerto.
Pero la historia de los informes medioambientales del puerto es muy enrevesada. Las organizaciones han denunciado irregularidades en diferentes instancias. Una denuncia, admitida a tr¨¢mite, acusa a la viceconsejera de Medio Ambiente, Milagros Luis Brito (CC), de prevaricaci¨®n, al enviar a Madrid informes positivos -que deb¨ªan servir para la declaraci¨®n de impacto ambiental del proyecto-, en sustituci¨®n de los encargados originalmente por la propia consejer¨ªa, que fueron negativos. Los informes positivos no llevan firma; los negativos, firmados y registrados, aseguran que el puerto tendr¨¢ un gran impacto: afectar¨¢ fondos marinos considerados Lugares de Inter¨¦s Cient¨ªfico (LIC) por la UE, y restar¨¢ arena a algunas de las playas m¨¢s populares de la isla, como El M¨¦dano y La Tejita.
Tambi¨¦n se han presentado numerosas quejas a la UE. Consecuencia de ello ha sido la reducci¨®n del proyecto: de los casi seis kil¨®metros de costa que ocupaba en un principio a s¨®lo uno. Pero los expertos de la Universidad de La Laguna insisten en que el impacto ambiental sigue siendo muy alto. Este proyecto reducido a¨²n debe ser aprobado por la UE, de quien depende su financiaci¨®n, pero el Gobierno ya ha sacado la obra a concurso.
?Por qu¨¦ todos los partidos apoyan el proyecto del puerto? Seg¨²n miembros de la Asamblea, hay intereses ocultos que implican a todos los partidos. Antonio Mar-tin¨®n, portavoz del grupo socialista en el Cabildo de Tenerife, lo niega. Se declara convencido de que el puerto "mejora sustancialmente la capacidad de negocio de las empresas y ayuda a diversificar la econom¨ªa de Tenerife". Martin¨®n reconoce la importancia de los movimientos ciudadanos, pero atribuye el descontento a las actuaciones pol¨ªticas de Coalici¨®n Canaria, que gobierna hace muchas legislaturas. Becerra (CC), en cambio, culpa al r¨¢pido crecimiento de la poblaci¨®n y al "agobio sociol¨®gico" que produce el que "casi un mill¨®n de personas tengan que vivir en un cuarto de isla", porque en el resto la protecci¨®n ambiental impide construir. Por ello, "cualquier infraestructura que se haga molestar¨¢ a alguien", pero "habr¨¢ que acostumbrarse".
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