Ram¨®n sigue vivo
Siete a?os despu¨¦s de su muerte, el tetrapl¨¦jico gallego logra su prop¨®sito de mantener en pie el debate sobre la eutanasia
Dicen sus amigos ¨ªntimos que Ram¨®n Sampedro, m¨¢s que morirse, quer¨ªa reivindicar su condici¨®n de hombre libre. Y la demostraci¨®n extrema de esa libertad fue quitarse la vida ante una c¨¢mara de v¨ªdeo para exculpar a los que colaboraron en su suicidio y se?alar a todos los que le hab¨ªan negado el derecho a disponer sobre su muerte. "No le qued¨® otra salida", apunta su sobrina Manuela. "A ¨¦l le hubiese gustado una muerte m¨¢s sencilla, que se pudiese haber mantenido en nuestro propio c¨ªrculo. Pero era una persona demasiado conocida para ocultar algo as¨ª y no pudo actuar de otra manera". Hoy, cuando se cumplen siete a?os de aquella muerte grabada en un piso de alquiler, la imagen de Sampedro est¨¢ m¨¢s presente que nunca.
La sonrisa de Sampedro hundido en su lecho, en la exacta recreaci¨®n del actor Javier Bardem, ya ha pasado por las carteleras cinematogr¨¢ficas de medio mundo y volver¨¢ a asomarse a todo el planeta en la ceremonia de entrega de los ¨®scar. El mismo gesto del Sampedro real ocupa los escaparates de las librer¨ªas espa?olas, despu¨¦s de que, al calor del ¨¦xito de la pel¨ªcula Mar adentro, se reeditasen sus dos libros, Cartas desde el infierno y el poemario Cuando yo caiga, este ¨²ltimo, en su original gallego y en una versi¨®n castellana con pr¨®logo del escritor Manuel Rivas y ep¨ªlogo de Bardem. En Boiro (A Coru?a), el pueblo donde fue a morir, han propuesto dedicarle una calle. Y en su localidad natal de Porto do Son acaban de celebrarse unas jornadas sobre la eutanasia que se cerraron el pasado domingo con un homenaje en la playa de As Furnas, donde sufri¨® el accidente que le inmoviliz¨® de por vida.
"Es incre¨ªble lo que ha logrado este hombre", se admira Carmen V¨¢zquez, presidenta para Galicia de la Asociaci¨®n Pro Derecho a Morir Dignamente (DMD). "Metido en una cama, desde una aldea gallega, ha conseguido que se siga hablando de su caso en todo el mundo". A las pocas semanas de su muerte, fue como si enviase un primer alegato desde ultratumba cuando se emiti¨® por televisi¨®n el v¨ªdeo que recog¨ªa los momentos previos a su agon¨ªa. La impresi¨®n que produjeron aquellas im¨¢genes se ha reavivado ahora con la confesi¨®n de Ramona Maneiro, ¨ªntima amiga del fallecido, de que fue ella quien suministr¨® el cianuro y accion¨® la c¨¢mara. "Pero mi t¨ªo nunca pretendi¨® hacer de su muerte un espect¨¢culo", precisa su sobrina Manuela. "Grab¨® el v¨ªdeo s¨®lo para que no se pudiese culpar a nadie, para que quedase claro que era una decisi¨®n libre. Algunas televisiones llegaron a ofrecernos mucho dinero por una copia de la grabaci¨®n y siempre nos negamos. Para nosotros fue dur¨ªsimo que se emitiese. Sobre todo para su padre. Es dif¨ªcil explicar lo que sufri¨® con aquello".
Aunque la familia siempre se opuso a su muerte, el poder de convicci¨®n de Sampedro les gan¨® para la causa del derecho a la eutanasia. Su sobrina Manuela y la madre de esta, tambi¨¦n Manuela, una hero¨ªna para sus vecinos de la parroquia de Xu?o, que fueron testigos de la abnegaci¨®n con que cuid¨® a su cu?ado tetrapl¨¦jico 30 a?os, heredaron la representaci¨®n de la batalla judicial emprendida por Ram¨®n, que finaliz¨® sin ¨¦xito en mayo del a?o pasado, con el ¨²ltimo recurso del Comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU. Algunos de los amigos m¨¢s pr¨®ximos de Sampedro se han convertido en activos militantes de DMD, a la que tambi¨¦n pertenece Ramona Maneiro. A la familia le satisface que se preserve su recuerdo y se difundan sus ideas. "Lo que nos molesta es el tratamiento que se le da en ocasiones", declara la sobrina. "Y tambi¨¦n que se distorsionen sus ideas. ?l s¨®lo defend¨ªa el derecho a una muerte digna, no pretend¨ªa imponer una obligaci¨®n".
En la Espa?a de hoy, Sampedro ser¨ªa un personaje m¨¢s popular incluso de lo que fue en vida y ver¨ªa un nuevo Gobierno que se ha enfrentado a ese "poder religioso" que ¨¦l tanto critic¨® - la familia, respetuosa con sus creencias, nunca ha celebrado funerales por ¨¦l- en asuntos como el matrimonio gay. Pero las leyes sobre la eutanasia -o el "vac¨ªo legal"- son las mismas que en 1998. El PSOE se ha limitado a promover una comisi¨®n parlamentaria que, de momento, ni siquiera ha iniciado sus trabajos. "Las promesas se olvidan f¨¢cilmente por el poder de los votos. Estamos bastante decepcionados", lamenta la presidenta de DMD Galicia. Pero conservan la fuerza poderosa y persistente del recuerdo de Sampedro.
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