Tenerife insostenible

El pasado d¨ªa 9, EL PA?S inform¨® sobre Asamblea por Tenerife, la plataforma ciudadana canaria que se propone poner fin al ecocidio que padece Tenerife. Sin embargo, se incluy¨® un dato err¨®neo: "Ning¨²n partido pol¨ªtico la respalda". Izquierda Unida no s¨®lo ha expresado su apoyo a esa plataforma p¨²blicamente, sino que, adem¨¢s, el objetivo de impedir tanto la construcci¨®n de un puerto en Granadilla como la de otras infraestructuras innecesarias est¨¢ en nuestro programa electoral.

Lamentablemente, no ha habido un debate p¨²blico que permitiera dar a conocer los informes t¨¦cnicos opuestos a la construcci¨®n de un muelle en Granadilla. Por ejemplo, el estudio de mercado que, tras entrevistar a los sectores involucrados en la actividad portuaria tinerfe?a, afirma que no hay motivos econ¨®micos para construir un puerto y que "las razones esgrimidas son meramente especulativas". El propio ex presidente de la Autoridad Portuaria dice que ampliar el muelle de la capital es m¨¢s barato y es suficiente para las necesidades futuras.

Asimismo, las obras del puerto de Granadilla se vinculan a la construcci¨®n de una segunda pista en el cercano aeropuerto Reina Sof¨ªa. En Tenerife tenemos 12 millones de viajeros al a?o y dos aeropuertos que podr¨ªan elevar a m¨¢s de 30 millones la cifra de viajeros, una cantidad insostenible. Tambi¨¦n nos quieren construir dos autopistas, de 7 y 17 kil¨®metros de longitud respectivamente, a pesar de que vivimos en el territorio insular europeo con m¨¢s kil¨®metros de carretera por kil¨®metro cuadrado, o de que tenemos 719 veh¨ªculos por mil habitantes, cifra muy superior al promedio estatal. Nuestro avance hacia una Canarias insostenible qued¨® puesto de manifiesto, en 2002, en la afirmaci¨®n de la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, cuando describ¨ªa a las administraciones locales como"verdaderos delincuentes medioambientales". Estar¨ªa muy bien que EL PA?S viniera a Tenerife y escuchara a todas las partes. As¨ª, al menos, ver¨ªan c¨®mo va el caciquismo a comienzos del tercer milenio.