"Los referendos, ya se sabe, los carga el diablo"
En su medio a?o como presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell (Pobla del Segur, 1947) ha dado un mayor protagonismo a la mayor C¨¢mara democr¨¢tica del mundo, que representa a 450 millones de europeos a trav¨¦s de sus 732 eurodiputados de 25 pa¨ªses. Con el 74% de los votos, el Parlamento dio el pasado d¨ªa 12 su espaldarazo a la primera Constituci¨®n europea, y Borrell, que particip¨® en su elaboraci¨®n entre los a?os 2002 y 2003 como miembro de la Convenci¨®n, quiere ahora centrar sus esfuerzos en que el proceso de ratificaci¨®n del nuevo Tratado sea un ¨¦xito. La cita del refer¨¦ndum espa?ol del 20 de febrero es el reto m¨¢s inmediato.
Pregunta. ?Necesitaba Europa una Constituci¨®n?
"Si cree que Europa le reporta seguridad, paz y un mayor peso en el mundo, la futura Constituci¨®n la har¨¢ m¨¢s eficaz, leg¨ªtima y democr¨¢tica"
"La Constituci¨®n reconoce y defiende la integridad territorial de los Estados y, al mismo tiempo, deja a cada Estado su organizaci¨®n interna"
Respuesta. S¨ª, porque necesitaba consolidar 50 a?os de tratados, y, sobre todo, definirse como un proyecto pol¨ªtico, que es lo que hace esta Constituci¨®n. Y necesitaba nuevas reglas de funcionamiento para funcionar con 25 Estados.
P. ?Por qu¨¦ se llama Constituci¨®n?
R. La palabra Constituci¨®n se impuso gradualmente, pese a las resistencias que hubo. En el discurso de apertura de la Convenci¨®n, en febrero de 2002, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que presid¨ªa entonces la Uni¨®n Europea, no pronunci¨® la palabra ni una sola vez. Y la palabra se impuso al final porque tiene un alto valor simb¨®lico y refuerza la dimensi¨®n pol¨ªtica del texto.
P. ?Qu¨¦ ventajas para el ciudadano destaca usted en el texto?
R. Muchas. Representa un paso m¨¢s al frente. La Uni¨®n es m¨¢s leg¨ªtima, m¨¢s democr¨¢tica y m¨¢s eficaz. Si usted es europe¨ªsta, si cree que Europa le reporta seguridad, paz y una mayor capacidad de pesar en el mundo, debe alegrarse de que esa Europa sea, gracias a la Constituci¨®n, m¨¢s eficaz, leg¨ªtima y democr¨¢tica.
P. ?Destacar¨ªa alguna ventaja espec¨ªfica para los espa?oles?
R. No quisiera hacer una lectura de un texto constitucional desde una perspectiva nacional, aunque todo el mundo la hace. No obstante, Europa, tras superar los conflictos entre pa¨ªses, se plantea ahora crear una identidad pol¨ªtica com¨²n y reconoce, al menos virtualmente, la existencia de un pueblo europeo.
P. En Espa?a se ha mezclado la campa?a del refer¨¦ndum con el debate sobre el plan Ibarretxe.
R. Es inevitable. El plan Ibarretxe, que a m¨ª me parece el paradigma del anti-plan, sale en cuanto hablo de la Constituci¨®n europea. ?Es compatible esa Constituci¨®n?, me preguntan. A Giscard d'Estaing [presidi¨® la Convenci¨®n] se la han hecho tambi¨¦n en Madrid, y, como padre de la Constituci¨®n y hombre de Estado, dio una respuesta que hago m¨ªa: la Constituci¨®n dice reconocer y defender la integridad territorial de los Estados y, al mismo tiempo, deja a cada Estado su organizaci¨®n interna, m¨¢s o menos federal, m¨¢s o menos unitaria, m¨¢s o menos auton¨®mica... Es ¨¦se un problema de cada cual, pero respeta y defiende la integridad territorial de los Estados.
P. ?C¨®mo interpreta esas partes de la Constituci¨®n?
R. No se est¨¢ refiriendo a ataques de otros por la fuerza, porque la UE no es una alianza militar. Se refiere a un proceso de disgregaci¨®n de un pa¨ªs que no se efect¨²e de acuerdo con sus normas constitucionales internas y con el cual el Estado en ese pa¨ªs no est¨¦ de acuerdo. Deja dicho bien claro que un proceso de secesi¨®n, o un cambio unilateral por una de las partes del entramado pol¨ªtico de un pa¨ªs, con el que no estuviera de acuerdo el Gobierno espa?ol, o el Parlamento espa?ol, porque entendiera que se ha hecho al margen de los procedimientos constitucionales propios, no ser¨ªa reconocido por la Uni¨®n Europea y, por tanto, tienen que saber que el argumento del plan Ibarretxe de que "no pasa nada, yo sigo en Europa porque sigo estando asociado a Espa?a, s¨®lo que me autorrepresento en Europa" es una falacia. Con ese Plan, el Pa¨ªs Vasco se pondr¨ªa a la cola de los pa¨ªses candidatos a la UE, detr¨¢s de Turqu¨ªa.
P. Es decir, que, como dicen los expertos, los Estados se han garantizado que la UE no reconocer¨¢ escisiones de un pa¨ªs si no han sido pactadas en ese Estado.
R. La Uni¨®n no va a reconocer nada que no se haga en el interior de cada pa¨ªs de acuerdo con sus propias normas constitucionales.
P. Y, por el contrario, s¨ª asumir¨ªa profundos cambios en la organizaci¨®n territorial de un pa¨ªs si han sido pactados con respeto a las leyes.
R. S¨ª, por supuesto. Veamos el checoslovaco. Siendo ya un pa¨ªs candidato, se dividi¨® en dos y la UE no tuvo nada que objetar porque se hizo de acuerdo con los procedimientos constitucionales propios de un pa¨ªs que se llamaba Checoslovaquia, a trav¨¦s de un acuerdo entre las partes, y de un refer¨¦ndum panchecoslovaco: votaron tanto los checos como los eslovacos el mismo d¨ªa, a la misma hora, sobre la misma cuesti¨®n.
P. El Plan incluye tambi¨¦n una representaci¨®n propia en la UE.
R. Por eso insisto en que es una falacia decir "yo sigo siendo un Estado asociado con Espa?a y, por tanto, sigo estando dentro de la Uni¨®n, s¨®lo que autorrepresent¨¢ndome". Y es una falacia, entre otras cosas, porque una asociaci¨®n es cosa, como m¨ªnimo, de dos. Decir "yo me asocio con usted en los t¨¦rminos que yo dicto y usted no puede objetarlos, sino que tiene que aceptarlos porque emanan de mi voluntad soberana...". Oiga, dos no se asocian si uno no quiere, y, por tanto, a Espa?a puede que no le interese asociarse con el Pa¨ªs Vasco en los t¨¦rminos que el se?or Ibarretxe plantea.
P. Se alude a voluntad del pueblo vasco. En la Convenci¨®n, ustedes definieron a la UE como "una uni¨®n de ciudadanos y Estados", en lugar de "uni¨®n de pueblos y Estados", como defend¨ªan algunos.
R. Tambi¨¦n se habla en varias partes de los pueblos de Europa, pero en la Convenci¨®n estaban representados, jur¨ªdicamente hablando, los Estados y los ciudadanos.
P. A las instituciones europeas se les acusa a menudo de tener un claro d¨¦ficit democr¨¢tico. ?Soluciona buena parte del problema esta Constituci¨®n?
R. Esa expresi¨®n de d¨¦ficit democr¨¢tico es muy controvertida, algunos no lo reconocen, pero hace referencia a un hecho evidente y es que Europa se ha construido desde los Gobiernos, a trav¨¦s de negociaciones diplom¨¢ticas conducidas por t¨¦cnicos de una manera poco transparente. As¨ª se ha construido Europa. Probablemente no hab¨ªa forma de construirla de otra manera despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. El propio Consejo de Ministros, donde yo he tenido el honor de estar diez a?os seguidos representando al Gobierno espa?ol, en distintas formaciones del Consejo, es en realidad, aunque se llame Consejo de Ministros, una c¨¢mara legislativa: hace leyes, leyes europeas de obligado cumplimiento en cada pa¨ªs.
P. ?se es parte del problema de dif¨ªcil asimilaci¨®n en democracia. Usted era ejecutivo y legislador a la vez.
R. Yo sal¨ªa de mi despacho en el paseo de la Castellana vestido de ministro, es decir, de poder ejecutivo, y en el viaje a Bruselas me transmutaba en poder legislativo. Cuando llegaba al Consejo de Ministros me hab¨ªa convertido en un legislador; en un legislador sui g¨¦neris, porque legisl¨¢bamos a puerta cerrada, sin luz ni taqu¨ªgrafos. Esto es parte del d¨¦ficit democr¨¢tico que algunos no aceptan diciendo que los Gobiernos tambi¨¦n son emanaci¨®n democr¨¢tica de los pa¨ªses. Ciertamente, pero una emanaci¨®n indirecta. El desarrollo de un Parlamento Europeo cada vez con m¨¢s poderes, ha sido la forma de contrarrestar, de disminuir este d¨¦ficit democr¨¢tico. A medida que el Parlamento tenga las funciones que tenemos todos en la cabeza de un Parlamento derivado del esquema de Montesquieu, el d¨¦ficit democr¨¢tico se ir¨¢ reduciendo. Con esta Constituci¨®n el Parlamento Europeo ser¨¢ un legislador a parte entera, colegislador en pie de igualdad con el Consejo, y es la autoridad presupuestaria absoluta.
P. Muchos lamentan que no se haya avanzado m¨¢s.
R. Ciertamente, el d¨¦ficit democr¨¢tico se reduce mucho, pero no desaparece completamente, porque Europa no es un Estado. No podemos pretender que funcione de acuerdo con las reglas que nos son conocidas y tenemos muy asimiladas de las estructuras pol¨ªticas nacionales.
P. Usted particip¨® en la Convenci¨®n en representaci¨®n del Parlamento espa?ol. Con la Constituci¨®n, los Parlamentos nacionales tienen voz a la hora de legislar en la UE.
R. Todo lo que ocurre en Europa es resultado de un compromiso. No se puede imponer nada a nadie. Hay que convencerle, y eso ocurri¨® tambi¨¦n en el tema de los Parlamentos nacionales. Yo he sido presidente de la Comisi¨®n de Asuntos Europeos del Parlamento Espa?ol y, junto con mis diez a?os en el Consejo de Ministros, me dan un buen background europeo, y he podido ver c¨®mo los Parlamentos nacionales se han sentido de alguna manera despose¨ªdos de su capacidad legislativa: el 60% de la legislaci¨®n vigente en Espa?a tiene su origen en normas europeas decididas m¨¢s en el Consejo de Ministros que en el Parlamento Europeo. Por eso se decidi¨® que los Parlamentos nacionales puedan lanzar una alerta cuando consideren que se legisla invadiendo sus propias competencias.
P. Un avance esencial de la Constituci¨®n consiste en crear la figura de ministro europeo de Exteriores, un cargo que ocupar¨¢ Javier Solana.
R. Tambi¨¦n es el resultado de un compromiso, porque discutimos hasta la saciedad qui¨¦n deb¨ªa protagonizar la Pol¨ªtica Exterior Com¨²n de la Uni¨®n. Unos dec¨ªan que la Comisi¨®n, por ser el ¨®rgano que representa el inter¨¦s general europeo, y otros que en el Consejo, porque la pol¨ªtica exterior es de los Estados, del acuerdo entre los Gobiernos. Ese ministro ser¨¢ vicepresidente de la Comisi¨®n y, al mismo tiempo, ser¨¢ el representante del Consejo para la Pol¨ªtica exterior y presidir¨¢ el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores. Hay quien asegura que este doble sombrero no funcionar¨¢. Hay que recordar que el debate se produc¨ªa en pleno estallido de la guerra de Irak, con la consiguiente divisi¨®n entre los europeos.
P. Por eso, el debate fue m¨¢s profundo.
R. Nos ense?¨® cu¨¢n divididos est¨¢bamos. No es que la guerra de Irak nos dividiera. Es que fue la ocasi¨®n para que se manifestara la divisi¨®n profunda en torno al multilateralismo o unilateralismo, la relaci¨®n transatl¨¢ntica... Hay acontecimientos que, a veces, catalizan la puesta en evidencia de la din¨¢mica hist¨®rica. Pero, adem¨¢s, ?se pod¨ªa comunitarizar la pol¨ªtica exterior, la gran pol¨ªtica exterior, la que tiene que ver con la paz y la guerra, como hemos comunitarizado la pol¨ªtica exterior que tiene que ver con los aranceles y cuotas? ?Es lo mismo tratar con tangibles, que se miden y se pesan, como cu¨¢ntos pl¨¢tanos a cambio de cu¨¢ntas lavadoras, con los intangibles que afectan directamente a la capacidad de los Estados de tener su propia voz en el mundo? Ese fue el interesant¨ªsimo debate en que se hall¨® un compromiso.
P. El Gobierno del Partido Popular fue noticia durante todo el proceso de elaboraci¨®n de la Constituci¨®n porque rechazaba perder poder con respecto al vigente Tratado de Niza.
R. Si por poder se entiende la posibilidad de formar parte de una minor¨ªa que bloquee, que impida tomar decisiones... ?Eso es realmente el poder en Europa? Yo creo que no, creo que lo importante no es formar parte de minor¨ªas que bloquean, sino de mayor¨ªas que avanzan. La posici¨®n de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero fue muy clara desde el principio y la present¨® como parte de su programa electoral. Si Francia renunci¨® a tener el mismo peso que Alemania, ?c¨®mo pod¨ªa Espa?a oponerse manteniendo numantinamente un esquema que la historia hab¨ªa sobrepasado?
P. Otro debate importante se centr¨® en si la Constituci¨®n deb¨ªa referirse a las ra¨ªces cristianas de Europa. Finalmente, no se hizo.
R. Y yo me alegro de ello. La Constituci¨®n mantiene un perfil laico, porque Europa es un invento laico desde sus or¨ªgenes y lo tiene que seguir siendo, porque las religiones en las naciones han sido los grandes verdugos en este continente: desde la defenestraci¨®n de Praga, a mediados del siglo XVI, hasta la ¨²ltima hecatombe, y hasta los Balcanes, Europa ha dejado millones de muertos en nombre del conflicto entre religiones o entre naciones; y si hay que superar los nacionalismos, como dec¨ªa aqu¨ª el fallecido presidente socialista franc¨¦s Fran?ois Mitterrand en el Parlamento Europeo en un discurso c¨¦lebre "los nacionalismos son la guerra", hay que superar tambi¨¦n los conflictos interreligiosos. Y es verdad que Europa tiene ra¨ªces cristianas, pero tambi¨¦n las tiene jud¨ªas, musulmanas y otras. Si no, d¨¦se un paseo por algunas ciudades centroeuropeas, en cuanto a los jud¨ªos, y, con respecto a los musulmanes, d¨¦se un paseo no solamente por el sur de Espa?a, sino por algunas zonas que creemos menos relacionadas con el islam y lo est¨¢n mucho.
P. Ante el pr¨®ximo refer¨¦ndum, el 20 de febrero en Espa?a, usted suele recordar que el principal enemigo es la ignorancia y la indiferencia.
R. Los referendos, ya se sabe, los carga el diablo. Muchas veces no se vota lo que se pregunta. Recordemos el de la OTAN. Ahora, Espa?a va a ser el primer pa¨ªs en ratificar por refer¨¦ndum la Constituci¨®n. No tengo ninguna duda de que ganar¨¢ el s¨ª.
P. Hasta el momento, no parece que haya mucho inter¨¦s o un conocimiento adecuado de la Constituci¨®n europea.
R. Yo les pedir¨ªa a los espa?oles un m¨ªnimo compromiso con el proyecto pol¨ªtico europeo. Europa no se hace sola, como a veces tengo la sensaci¨®n que pensamos en Espa?a: somos europe¨ªstas, estamos a favor de Europa, nunca la hemos discutido, la hemos aceptado per se, porque era la luz que ve¨ªamos en la noche de la dictadura, el mundo de la libertad, del progreso..., pero tengo la sensaci¨®n de que pensamos: "bueno, esto se hace solo y no hay que comprometerse con ello". Pues s¨ª, hay que comprometerse con ello, aunque sea tom¨¢ndose la molestia de ir un ratito a depositar un voto, porque Espa?a ser¨¢ juzgada, el europe¨ªsmo espa?ol ser¨¢ juzgado, por la tasa de participaci¨®n, que puede servir de referencia a otros pa¨ªses donde no est¨¢ tan claro que el s¨ª pueda ganar.
P. ?Y qu¨¦ pasar¨¢ si, luego, alg¨²n pa¨ªs dice no?
R. Que el Consejo Europeo se reunir¨¢ para debatir qu¨¦ hacer. Parece una obviedad, pero no lo es. Pero eso que parece una obviedad forma parte de esa forma europea de decir las cosas porque no es una obviedad. No ser¨¢ lo mismo que el no provenga de Luxemburgo, cosa poco probable, que venga de grandes pa¨ªses poblados, importantes pol¨ªticamente, como puede ser el Reino Unido o Polonia... o la Rep¨²blica Checa, lo que es desgraciadamente m¨¢s probable.
P. ?Y qu¨¦ cree que debiera decir el Consejo Europeo?
R. A los que digan que no habr¨¢ que preguntarles si verdaderamente est¨¢n interesados por el proyecto europeo o prefieren apearse.
P. ?Qu¨¦ falta en esta Constituci¨®n?
R. Depende a qui¨¦n se lo pregunte. Yo la hubiera redactado de manera diferente. Hay cosas que faltan y cosas que sobran. Por ejemplo, pele¨¦ mucho por la coordinaci¨®n de la pol¨ªticas econ¨®micas, porque se diera m¨¢s importancia al crecimiento que el que se le da ahora; que el Banco Central tuviera tambi¨¦n entre sus objetivos el crecimiento econ¨®mico y no s¨®lo la estabilidad de precios, como hace la Reserva Federal Americana.
P. ?Y qu¨¦ sobra?
R. La Parte III ocupa demasiado espacio porque es un compendio inevitablemente complejo de cincuenta a?os de tratados.
P. ?Y la Europa Social? En el Partido Socialista Franc¨¦s se han quejado de que el texto se queda corto.
R. Desear¨ªa que la Uni¨®n Europea tuviese m¨¢s competencias en pol¨ªtica social, pero ¨¦sa no era la voluntad de la mayor¨ªa de los Estados. Estamos en lo de siempre: esto es un compromiso entre las partes, y, si la mayor¨ªa no quiere, los que queremos tenemos que aceptar que la fruta no est¨¢ todav¨ªa madura. Pero habr¨ªa mucho que hablar, porque, ?qu¨¦ es la Europa social?, ?cu¨¢les son los componentes de "lo social"?
P. Fue curioso ver que algunos Gobiernos socialdem¨®cratas eran los que se opon¨ªan a m¨¢s avances en ese terreno, como el Reino Unido.
R. O Suecia. Los suecos tienen el sistema social m¨¢s avanzado del mundo y no han querido que Europa tenga una Pol¨ªtica Social. ?Por qu¨¦? Porque no est¨¢ claro cu¨¢l ser¨ªa el resultado de una comunitarizaci¨®n de las pol¨ªticas sociales.
P. ?Qu¨¦ le parecen las iniciativas encaminadas a que puedan usarse los idiomas catal¨¢n, vasco o gallego en las instituciones?
R. La Constituci¨®n ni entra ni sale en eso. Es un tema, una decisi¨®n, que puede ser adoptada por el Consejo en cualquier momento.
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