_
_
_
_
GRANDES REPORTAJES

El holocausto 60 a?os despu¨¦s

El 27 de enero de 1945, el campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia, fue liberado. Luego lo ser¨ªan los de Buchenwald, Dachau, Mauthausen? All¨ª se descubri¨® la evidencia del mayor horror vivido en Europa en su historia: una verdadera f¨¢brica de la muerte ideada y construida por el nazismo. Seis millones de hombres, mujeres y ni?os jud¨ªos y muchos otros gitanos, homosexuales o minusv¨¢lidos fueron asesinados a conciencia bajo el mandato de Hitler desde 1933 hasta 1945. Han pasado seis d¨¦cadas. Los testigos van desapareciendo, pero los efectos de todo aquello a¨²n se sienten en lo pol¨ªtico, en lo social, en los conflictos que asuelan el mundo.

Al hablar de los supervivientes de los campos de concentraci¨®n nazis que se atrevieron a escribir su testimonio, Rachel Ertel dice algo que me parece definitivamente pertinente, lleno de sentido. Esa escritura, afirma la ensayista francesa, "es a un tiempo un doloroso esfuerzo de anamnesis y de videncia, que mezcla recuerdos reales e imaginarios, con lo nunca visto, lo nunca dicho". Sin duda, al definir as¨ª, soberbiamente, el trabajo de la escritura testimonial, Rachel Ertel se refer¨ªa a la experiencia concreta de los poetas jud¨ªos que escrib¨ªan en y¨ªdish. Su ensayo En la lengua de nadie, en el que se analiza dicha experiencia, es realmente admirable. Y, por cierto, el subt¨ªtulo de ese libro, Poes¨ªa y¨ªdish del aniquilamiento, me suministra un motivo suplementario para rechazar el empleo de los t¨¦rminos usuales, dominantes, que dan nombre al exterminio de los jud¨ªos en Europa.

M¨¢s informaci¨®n
La encarnaci¨®n f¨ªsica del nacismo
Los republicanos del tri¨¢ngulo azul
Recuerdo y pesadilla

"Holocausto", por ejemplo, es un contrasentido casi obsceno. "Shoah", que se ha impuesto desde la ficci¨®n testimonial de Claude Lanzmann, perdurar¨¢ probablemente, porque el filme es objetivamente inevitable y porque surgi¨® en un momento hist¨®rico crucial, despu¨¦s de las victorias israel¨ªes de 1967; pero, sea como sea, "Shoah" tiene la ventaja medi¨¢tica de la brevedad, la sonoridad de lo enigm¨¢tico. Y tiene la desventaja conceptual, a mi modo de ver decisiva, de su vagoroso contenido racional e hist¨®rico: nadie conoce la exacta significaci¨®n del t¨¦rmino, s¨®lo se supone que alude a lo sagrado, al secreto de la divina providencia. Ahora bien, Dios no tiene nada que ver con el exterminio de los jud¨ªos, ni siquiera con aquellos -una peque?a minor¨ªa- que no cejan en su empe?o de tener que ver con ?l. Ya lleg¨® la hora de que se sepa y de sacar las conclusiones oportunas.

"La Torah la recibimos en el Sina¨ª / y en Lublin la hemos devuelto. / Los muertos no cantan la alabanza de Dios / y la Torah fue dada para vivir?". Estos versos son de Jacob Gladstein, poeta y¨ªdish de Nueva York, que ha compartido el Exterminio con toda su alma y que sobrevivi¨® para recorrer los vericuetos de la memoria colectiva. Otros poetas jud¨ªos, cuya obra es evocada y comentada en su ensayo por Rachel Ertel, han compartido el destino com¨²n de los campos y los guetos, hasta las c¨¢maras de gas. Entre otros, Itzhok Katzenelson, cuyo recorrido vital es ejemplar, y cuyo largo poema ¨¦pico en y¨ªdish, Dos lid funm ojsgehargetn jidischn folk (Canto del pueblo jud¨ªo exterminado), es un testimonio insustituible, minucioso y emocionante.

Comenzar estas breves notas, en el 60? aniversario de los campos nazis, sobre la posibilidad y los problemas de una literatura concentracionaria, comenzarlas por la poes¨ªa y¨ªdish -poes¨ªa del Aniquilamiento en una lengua aniquilada- permite establecer de entrada una distinci¨®n radical entre deportaci¨®n y exterminio, o sea, entre dos experiencias hist¨®ricamente superpuestas, combinadas, pero que hay que distinguir para subrayar su especificidad. Existe, en efecto, una confusi¨®n ya antigua, fruto a menudo de la ignorancia, o acaso de un pensamiento equ¨ªvoco o mal¨¦volo, entre la deportaci¨®n de los enemigos del nazismo -alemanes antihitlerianos, resistentes europeos- y el exterminio de jud¨ªos y gitanos. Los primeros han sido detenidos y deportados por sus actos, cualesquiera que sean sus or¨ªgenes sociales o su religi¨®n. Los segundos son exterminados por ser lo que son, aunque nunca hayan cometido un acto, un mero gesto de oposici¨®n al r¨¦gimen.

La diferencia, aunque el n¨²mero de muertos resistentes fuera comparable al de los jud¨ªos exterminados -y no lo es, con mucho-, no es una diferencia cuantitativa: es ontol¨®gica. Sin embargo, a pesar de la absoluta prioridad, en cierto modo fundacional, del antisemitismo en la olla podrida ideol¨®gica del nazismo, Hitler no inaugura ni desarrolla en un primer momento contra los jud¨ªos su sistema concentracionario. Lo hace contra la oposici¨®n pol¨ªtica, contra comunistas, socialdem¨®cratas y cristianos. El ¨²ltimo gran campo de aquel sistema de internamiento y de reeducaci¨®n de los adversarios pol¨ªticos se edifica en 1937 y es el campo de Buchenwald. Habr¨¢ que esperar un a?o m¨¢s antes de que comience la deportaci¨®n masiva de los jud¨ªos alemanes. Ser¨¢ en noviembre de 1938, despu¨¦s de la "noche de cristal" -noche de violencia antisemita, de pogromos a lo largo y ancho del pa¨ªs-, cuando dicha deportaci¨®n comience.

Hitler encierra a los jud¨ªos primero en los campos de concentraci¨®n existentes. Pero inmediatamente fueron sometidos a un trato especial, especialmente b¨¢rbaro. As¨ª, la mayor¨ªa de los jud¨ªos de Francfort perecieron en Buchenwald, en los meses siguientes a la Kristallnacht. Cinco a?os m¨¢s tarde, el recuerdo de su martirio permanec¨ªa vivo en la memoria de los veteranos comunistas alemanes del campo. Pero a partir de 1939, del comienzo de la II Guerra Mundial, y a medida que el poder de la Alemania hitleriana se extend¨ªa sobre Europa, las autoridades nazis comenzaron a vaciar los campos existentes de sus deportados jud¨ªos para concentrarlos en un nuevo archipi¨¦lago de campos, instalados en Polonia y especialmente concebidos para el exterminio (c¨¢maras de gas).

Durante la tristemente c¨¦lebre conferencia de Wannsee, en 1942, esa pol¨ªtica fue sistematizada, racionalizada y acelerada para llevar a cabo la soluci¨®n final de la cuesti¨®n jud¨ªa en Europa. A nivel de la existencia cotidiana, de la vivencia hist¨®rica, y en el marco general de la deportaci¨®n, esa singularidad radical del Exterminio no puede ser ni olvidada ni subestimada. Es inmediatamente perceptible en la literatura testimonial, por otra parte. Cualquier an¨¢lisis, por superficial que fuera, de La noche, de Elie Wiesel, o de Si esto es un hombre, de Primo Levi, por un lado, y de La especie humana, de Robert Antelme, por otro, bastar¨ªa para mostrar qu¨¦ abismo separa la vida-hacia-la-muerte en un campo de trabajo como el que Antelme describe escrupulosamente -sin patetismo a?adido, casi podr¨ªa decirse fenomenol¨®gicamente- y la que evocan Levi y Wiesel.

Para sintetizar metaf¨®ricamente esa diferencia, podr¨ªa explicitarse de la forma siguiente, a mi modo de ver. En un campo de exterminio -denominaci¨®n que convendr¨ªa reservar para los campos instalados en Polonia, los del conjunto Auschwitz-Birkenau-, la existencia de los deportados se articula en torno al peligro, al temor de la selecci¨®n. Con cierta regularidad, en efecto, ciertas categor¨ªas de deportados -los m¨¢s enfermos, los menos aptos para el trabajo forzado- son seleccionados para la c¨¢mara de gas. Pero ya antes, al comienzo mismo de la cadena industrial del exterminio, desde la llegada a uno de esos campos, la larga fila de los deportados que acaban de bajarse del tren, en el and¨¦n mismo que conduce a la entrada, se produce una primera selecci¨®n. Un oficial de las SS, ¨¢ngel de la muerte, env¨ªa a los unos hacia este lado, a los otros hacia el lado opuesto. Hacia el lado de la entrada en el campo, donde existe una posibilidad, por m¨ªnima que sea, de supervivencia; hacia el lado de la muerte inmediata, hacia la c¨¢mara de gas.

Esa experiencia de la selecci¨®n, exclusivamente jud¨ªa -ning¨²n deportado resistente la ha conocido, ni puede, por tanto, recordarla- se ve agravada si se piensa en las condiciones concretas en que se desarrolla. Ocurre, en efecto, que los jud¨ªos han sido deportados en grupo: familias, comunidades aldeanas en su conjunto? Las personas que el deportado jud¨ªo ve desaparecer, enviadas por una fusta de oficial SS hacia un destino desconocido, no son an¨®nimas, desconocidos compa?eros casuales de un largo viaje hacia lo desconocido: son madres, hermanos o hermanas menores, viejos abuelos. Lo que el deportado jud¨ªo ve desaparecer es carne de su carne, y pronto sabr¨¢ que el destino era la c¨¢mara de gas. Una pregunta va, pues, a obsesionarle a lo largo de toda la vida: ?por qu¨¦ me salv¨¦ yo?, ?por qu¨¦ murieron ellos? De ah¨ª el sentimiento de injusticia, de revuelta henchida de culpabilidad que le invadir¨¢, tal vez para siempre.

La selecci¨®n, pues, que abre la perspectiva mortal de la c¨¢mara de gas es una experiencia existencial que singulariza para siempre la memoria jud¨ªa, de tal manera que un m¨ªnimo rigor intelectual proh¨ªbe su banalizaci¨®n.

?Puede llamarse "literatura de los campos" a un conjunto de obras bastante dispares, desde testimonios directos, factuales, puramente enumerativos, que se pueden contar por millares, y a los cuales se a?aden unas cuantas tentativas m¨¢s elaboradas, de una escritura que Primo Levi calific¨® de filtrada o depurada? Cualquiera que sea la respuesta de los especialistas, si se trata de literatura, forzoso ser¨¢ reconocer que tiene un car¨¢cter testimonial. Ahora bien, el testimonio es un g¨¦nero que plantea cuestiones. Porque los testigos, y en particular los de la deportaci¨®n, no tienen, hoy por hoy, buena prensa.

Podr¨ªan escribirse muchas p¨¢ginas sobre la suspicacia que provocan los testimonios de los campos actualmente. Voy a referirme tan s¨®lo a sus formas predominantes.

La primera es la forma negacionista. Desde Paul Rassinier, fundador de esta corriente, autor de una obra clave, La mentira de Ulises, ya se sabe c¨®mo funciona esta cr¨ªtica. La denuncia de un dato err¨®neo, en cualquier libro testimonial, se utiliza para ningunear el testimonio en su conjunto y al testigo personalmente. Ahora bien, el testimonio hist¨®rico de las grandes cat¨¢strofes es, desde la guerra de Troya, a veces hom¨¦rico, precisamente. Exagerar el horror de un detalle, false¨¢ndolo, para hacer comprender el horror en su conjunto, es un procedimiento humano, demasiado humano, demasiado habitual, que habr¨ªa que evitar a toda costa en la literatura testimonial de los campos nazis. En este caso concreto, deber¨ªa ser ¨¦sta una norma moral de la escritura, un l¨ªmite infranqueable.

Luego tenemos la forma estaliniana de la suspicacia. Ya se sabe, pero no es in¨²til recordarlo: para el r¨¦gimen de Stalin, todo superviviente era objetivamente culpable. Por eso, los j¨®venes rusos supervivientes de los campos nazis, repatriados al para¨ªso del socialismo, hicieron directamente el viaje desde la Alemania central hasta el gran Norte siberiano: desde Buchenwald o Dachau hasta el gulag de la Kolyma. Rastros conmovedores de semejante drama aparecen en los relatos de Varlam Chalamov, el m¨¢s grande, dicho sea entre par¨¦ntesis, de todos los escritores que han abordado la experiencia concentracionaria.

Pero sin duda la forma m¨¢s sutil de suspicacia surge, aqu¨ª o all¨¢, recientemente, en autores muy diversos, pero siempre en torno a un mismo tema, utilizando, deform¨¢ndola, una frase de Primo Levi, tajante literariamente, pero est¨²pida desde un punto de vista conceptual. Dec¨ªa Levi que todos nosotros, supervivientes por suerte o por habilidad, s¨®lo somos falsos testigos: los verdaderos testigos habr¨ªan recorrido la experiencia hasta el final, hasta morir de ella, en ella. Naturalmente, Primo Levi, amante de un pensamiento claro, racional, sab¨ªa perfectamente que s¨®lo pueden ser testigos los supervivientes. Su frase perentoria s¨®lo es eso: una frase, que hay que descifrar literariamente. ?Por qu¨¦ habr¨ªa escrito tanto sobre Auschwitz si hubiese estado convencido de ser un falso testigo, por superviviente?

Sea como sea, algunos, glosando esta abrupta declaraci¨®n de Primo Levi, desarrollando ciertos temas terroristas de Maurice Blanchot sobre "lo indecible" y sobre "el desastre de la escritura", levantan una suspicacia metaf¨ªsica frente a los supervivientes, falsos testigos por esencia.

Pero la cuesti¨®n del testimonio, de la literatura testimonial de los campos nazis, va a cambiar bien pronto de naturaleza. Ya no habr¨¢, muy pronto, testimonios, directos, en bruto, o elaborados, puesto que ya no habr¨¢ testigos. Dentro de meses o a?os, en un porvenir hist¨®rico, en cualquier caso, cercano, ya no habr¨¢ memoria personal de los campos. Hasta la memoria jud¨ªa, la m¨¢s perdurable, por definici¨®n -porque ha habido millares de ni?os jud¨ªos deportados, y ning¨²n ni?o resistente-, incluso dicha memoria va a desvanecerse en tanto que memoria de superviviente. En tanto, dicho de otra manera, que memoria inmediata y viva.

Dentro de poco tiempo, cuando todos habremos muer-to, nadie podr¨¢ intentar rememorar, para compartirlo, o lanzarlo en desaf¨ªo al mundo en torno, el recuerdo de una explanada de campo de concentraci¨®n -de cualquiera, todas se parec¨ªan-, donde se pasaba lista a las cinco de la ma?ana, en verano como en invierno, a la hora en que se formaban los komandos de trabajo, en un alboroto ensordecedor, confuso, en que se mezclaban la m¨²sica de circo de la orquesta y los aullidos de los suboficiales SS. Aquella hora inolvidable, pero ya nadie podr¨¢ acordarse, en que se desplegaba el ingenio tenaz, heroico desde un cierto punto de vista, desesperado en cualquier caso, de los que se negaban a trabajar, los agotados, los solitarios, los musulmanes, seg¨²n la jerga de los campos, que intentaban rehuir la atribuci¨®n de los puestos de trabajo m¨¢s penosos y m¨¢s expuestos.

Ya nadie podr¨¢ atreverse a describir lo que fueron las enfermer¨ªas de los campos, los barracones de inv¨¢lidos; a intentar hacer comprender, a sugerir al menos, por el recurso de alg¨²n artificio narrativo, lo que fue el olor de los hornos crematorios, de aquellas nubes de impalpables cenizas sobre los campos de Polonia y de Alemania. Y, sin embargo, no hay recuerdo m¨¢s emblem¨¢tico, m¨¢s profundo, que aquel hedor del crematorio, evanescente pero imborrable, indescriptible pero singular entre todos los olores posibles o imaginables.

Es probable, es seguro incluso, que la literatura secundaria, la de comentario o reflexi¨®n, proseguir¨¢ su labor. Pero, si no hay memoria de verdad, vivaz y ver¨ªdica, ?qui¨¦n contar¨¢ a las nuevas generaciones, a las de nuestros nietos, aquella historia?, ?qui¨¦n transmitir¨¢ esa memoria? La ¨²nica posibilidad de que tal cosa ocurra reside en que la ficci¨®n narrativa se apodere de dicha materia hist¨®rica.

Esta idea, obvia, sin embargo, si se piensa en profundidad, provocar¨¢ hoy, sin duda, rechazos y repulsas, incluso sorpresa indignada. Y estas reacciones negativas ser¨¢n m¨¢s fuertes en los pa¨ªses cuya memoria colectiva m¨¢s tenga que ver, m¨¢s pr¨®xima est¨¦ de los acontecimientos hist¨®ricos de la deportaci¨®n y el exterminio. Puede entenderse, desde luego. Pero no hay otra perspectiva. No hay otra posibilidad de memoria viva, capaz de enriquecerse sin cesar, si los futuros novelistas no se apoderan, con imaginaci¨®n creadora de verdad, de aquella materia hist¨®rica.

De todas maneras, el recurso a la ficci¨®n narrativa para prolongar una memoria testimonial agotada, bien pronto clausurada, s¨®lo ser¨ªa un retorno a los or¨ªgenes. El primer gran libro sobre la experiencia concentracionaria occidental, Los d¨ªas de nuestra muerte, de David Rousset, es una novela, en efecto. Apenas regresado de la deportaci¨®n, y despu¨¦s de escribir un breve ensayo sobre El universo concentracionario, David Rousset tuvo la incre¨ªble audacia de elegir la forma novelesca de una escritura polif¨®nica para adentrarse en la experiencia de la vida mort¨ªfera y de la resistencia en los campos nazis. Esa visi¨®n de conjunto se funda en su experiencia personal de deportado -en Buchenwald y Neuengamme- y en una profunda encuesta documental. A pesar de ello, Los d¨ªas de nuestra muerte, gran libro complejo y ca¨®tico, torrencial y cr¨ªtico, en que se plantean todas las cuestiones que han seguido interesando desde entonces a los comentaristas, obra maestra de la literatura de los campos, no tuvo el p¨²blico de lectores que se merec¨ªa. Hoy, rescatado del olvido, ser¨ªa una excelente introducci¨®n a dicho universo para las j¨®venes generaciones.

Cabe preguntarse, en 1947, fecha de publicaci¨®n del libro de Rousset, ?era a¨²n demasiado fuerte la sordera social?, ?ha sido la forma novelesca la que pareci¨® chocante, restando verosimilitud al testimonio? Estas cuestiones siguen plante¨¢ndose, en un contexto diferente.

"Gracias al cuadro de Goya se mantiene el recuerdo de los fusilamientos del Tres de Mayo", escribe Rachel Ertel en el notable ensayo que ya he citado. "Gracias al cuadro de Picasso se conserva la memoria del bombardeo de Guernica?".

Podr¨ªan a?adirse otros ejemplos con el mismo significado. El libro que perpet¨²e la memoria de la deportaci¨®n, del Exterminio, ?ser¨¢ uno de los que se inscriben en el g¨¦nero testimonial?, ?har¨¢ falta que se agote la escritura testimonial para que la ficci¨®n narrativa produzca esa obra emblem¨¢tica?

Es una cuesti¨®n abierta hacia el porvenir de esa antigua muerte. Y no es tan s¨®lo una cuesti¨®n literaria, claro est¨¢: es tambi¨¦n una cuesti¨®n hist¨®rica y pol¨ªtica.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com