Los 'c¨®digos' de la mafia
En Argentina, si alguien del f¨²tbol cuenta lo que no debe es advertido de que falt¨® a los c¨®digos. La primera reacci¨®n de Julio Grondona, elegido bajo la dictadura militar presidente de la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino, hace ya 27 a?os, y vicepresidente de la FIFA, a cargo de las finanzas -un modesto comerciante que en los ¨²ltimos 20 a?os, sin que se le conozcan otros ingresos, acumul¨® una de las fortunas m¨¢s importantes del pa¨ªs-, se ajust¨® a esos c¨®digos. Denunci¨® al denunciante: "Maradona no estaba en su sano juicio". Y a?adi¨®: "?Qu¨¦ bid¨®n? Habr¨¢ que buscar el bid¨®n, a ver qu¨¦ dice Hay que hacerle una inspecci¨®n, a ver si estaba agujereado".
El que quiera o¨ªr que oiga y el que quiera ver que vea. Todo est¨¢ la vista. Al menos, desde que Argentina venciera por 6-0 a Per¨² en 1978 y pasase a la final del Mundial de ese a?o, que organiz¨® y gan¨® bajo la dictadura. Grondona se hizo cargo entonces del silencio c¨®mplice y, duranta su mandato, el negocio del f¨²tbol fue entregado a una empresa de televisi¨®n en exclusiva hasta 2014. La participaci¨®n de empresarios, intermediarios, comisionistas, ladrones y par¨¢sitos llevaron a la quiebra a la mayor¨ªa de los clubes. El f¨²tbol argentino se convirti¨® as¨ª en una f¨¢brica de engordar pibes para venderlos.
Pero si es verdad, como se sabe, que esta pasi¨®n popular expresa a toda una sociedad, ?por qu¨¦ nadie m¨¢s reacciona frente a hechos criminales que pervierten el sentido ¨²ltimo de lo que a¨²n debe reconocerse como un deporte? Ni el Gobierno, ni los funcionarios, ni siquiera los peri¨®dicos han sostenido posiciones editoriales reclamando una investigaci¨®n sobre hechos que manchan a los inocentes y ponen en duda 100 a?os de historia. S¨®lo el presidente del Boca, Mauricio Macri, se atrevi¨®: "Lo del bid¨®n de Branco no deber¨ªa llenarnos de orgullo. Esa clase de viveza criolla nos llev¨® siempre al fracaso. Y el deporte habla de nuestra sociedad". El masajista Gal¨ªndez se sinti¨® aludido y parec¨ªa representar el sentimiento mayoritario de los aficionados cuando le contest¨®: "?Qu¨¦ puede hablar Macri? Cuid¨¢ tu club. Quer¨¦s subir de gobernador, de intendente de la capital... Ten¨¦s riqueza, plata, pero no te met¨¢s conmigo, eh. Te quiero mano a mano, sin abogados, sin diputados, sin senadores. Te tir¨¢s contra los argentinos. Y ten¨¦s que dar gracias de que naciste con plata y en Argentina".
Ahora se explica mejor por qu¨¦ entrenadores como Marcelo Bielsa o Carlos Bianchi renuncian al m¨¢ximo orgullo, el de conducir a la selecci¨®n. Dicen: "No". Al menos, mientras est¨¦ bajo el control de Grondona.
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