Una propuesta sin nombre

Los hechos nos siguen dando la raz¨®n a quienes venimos manteniendo que el plan Ibarretxe est¨¢ concebido para la imposici¨®n.

Con ocasi¨®n del "Caso Atuxa" los partidos que conforman el Gobierno vasco defendieron la negativa del Presidente del Parlamento vasco a disolver Sozialista Abertzaleak en base al principio de autonom¨ªa parlamentaria. Sin embargo, cuando esa misma autonom¨ªa parlamentaria debe aplicarse, no al Parlamento vasco, sino al Congreso de los Diputados a quien corresponde establecer el procedimiento y fecha de la votaci¨®n del plan Ibarretxe, el Gobierno vasco se rebela y protesta porque entiende que tambi¨¦n a ¨¦l le corresponde decidir cuando el Congreso debe votar el Plan.

Ibarretxe ha sido consciente en todo momento de que se estaba metiendo en un callej¨®n sin salida

Ahora toca di¨¢logo entre todas las fuerzas vascas. Con voluntad de consenso y sin imposiciones

Quiere imponer su criterio sobre cu¨¢ndo el Congreso de los Diputados debe pronunciarse, lo que evidencia poco respeto a la autonom¨ªa parlamentaria del la C¨¢mara Baja.

El plan Ibarretxe se votar¨¢ cuando decidan los ¨®rganos correspondientes del Congreso de los Diputados, no cuando le venga bien a Ibarretxe. Desde el Congreso de los Diputados se ha respetado escrupulosamente el procedimiento adoptado por el Parlamento vasco para la tramitaci¨®n del Plan. En justa correspondencia se deber¨ªan respetar las decisiones emanadas de ¨®rganos del Congreso de los Diputados sin injerencias externas.

El plan Ibarretxe va a ser rechazado por el Congreso de los Diputados y no va a tener vigencia. No va a ser ley. Y, adem¨¢s, van a ser m¨¢s los Diputados vascos que voten en contra que a favor del Plan. Los Diputados vascos que votar¨¢n a favor del Plan suman 8, mientras que los Diputados vascos que lo har¨¢n en contra suman 11. Otro dato a tener en cuenta es que Ezker Batua no cuenta con ning¨²n diputado y que su organizaci¨®n hermana Izquierda Unida se debate entre el no y la abstenci¨®n.

?O es que para Ibarretxe los diputados que van a votar en contra no son vascos?, (esto quiz¨¢s ser¨ªa as¨ª, si se aplicase el art¨ªculo 4 de su plan que establece dos categor¨ªas de vascos distinguiendo entre ciudadan¨ªa y nacionalidad).

Ibarretxe ha sido consciente en todo momento de que se estaba metiendo en un callej¨®n sin salida. De que su propuesta era inviable pol¨ªtica y jur¨ªdicamente. Sin embargo ha sido su voluntad mantener un desaf¨ªo intentando provocar un imposible choque entre la legitimidad del Parlamento vasco y la del Congreso de los Diputados. Choque imposible si cada asamblea parlamentaria act¨²a en el ¨¢mbito de las competencias que tiene asignadas. Y el Congreso de los Diputados est¨¢ plenamente legitimado en virtud de lo dispuesto en el Estatuto de Gernika para oponerse a la propuesta de Ibarretxe.

Los mecanismos establecidos para la reforma del Estatuto de Gernika se basan en la idea de pacto. Pacto, en primer lugar, entre los propios vascos. Un pacto que pueda posteriormente trasladarse con garant¨ªas de que va a prosperar a las instituciones del Estado. Pero para ello es preciso contar, en el ¨¢mbito intracomunitario, con los partidos vascos que tienen fuerte implantaci¨®n en el Estado y que pueden conformar la necesaria mayor¨ªa en las Cortes Generales. De lo contrario, el fracaso est¨¢ asegurado.

Y no vale apelar, como hace el nacionalismo, al respeto al ¨¢mbito vasco de decisi¨®n, porque ello es una gran falacia, que debe ser combatida. En primer lugar porque el Pa¨ªs Vasco s¨ª tiene un ¨¢mbito de decisi¨®n. Es un amplio campo de autogobierno que incluye capacidad legislativa y administrativa, es decir, capacidad de gobierno. En ello poco pueden decir y decidir ciudadanos de otras comunidades, o el propio Gobierno del Estado. Nunca tuvo Euskadi un ¨¢mbito de decisi¨®n tan extenso.

Pero, adem¨¢s, la reivindicaci¨®n nacionalista contiene una letal deslegitimaci¨®n del orden jur¨ªdico y del sistema auton¨®mico, reiteradamente utilizada por el entorno violento como justificaci¨®n de su terrorismo.

Porque cuando se reivindica el respeto a la voluntad de los vascos o se apela al ¨¢mbito de decisi¨®n se est¨¢ insinuando que tal voluntad no se respeta y entonces conviene preguntar ?No fueron las Cortes Generales las que aprobaron sin enmiendas el Estatuto de Gernika, el Concierto, la Polic¨ªa Vasca y tantas y tantas cosas m¨¢s? ?Por qu¨¦ no lo iba a ser ma?ana si entre todos, repito, entre todos, sin exclusiones, somos capaces de consensuar una perfecci¨®n, una actualizaci¨®n e incluso un mayor autogobierno?

Ibarretxe ha seguido el camino equivocado. Ha prescindido de la representaci¨®n pol¨ªtica de una buena parte de la sociedad vasca y lo ha hecho por intereses puramente electorales, pretendiendo, a trav¨¦s de la manifiesta radicalizaci¨®n del nacionalismo, atraer al mundo de Batasuna. Y ha fracasado.

Pero como dijo el presidente Rodr¨ªguez Zapatero en San Sebasti¨¢n el rechazo al plan Ibarretxe no es un punto final a nada. Ahora toca di¨¢logo entre todas las fuerzas vascas. Sin apriorismos. Sin textos articulados. Con voluntad de consenso y sin imposiciones. Ahora toca mirar al futuro con esperanza. La lecci¨®n est¨¢ aprendida. Nos corresponde a los vascos, con serenidad construir una propuesta que no lleve el nombre de nadie. Que sea de todos.

Miguel Buen Lacambra es secretario general del PSE-EE (PSOE) de Guip¨²zcoa.