El sorprendente ascenso del 'rey le¨®n'
Maxi, nuevo delantero del Bar?a, nunca tuvo mucho cr¨¦dito en River, con el que marc¨® cinco goles
"?Maxi L¨®pez al Barcelona?". Todos se miran extra?ados en Argentina. Es probable que ya haya llegado la hora del retiro para los viejos aficionados educados en otra mirada sobre el juego del f¨²tbol porque hay decisiones de los j¨®venes entrenadores o directivos de clubes importantes que no se alcanzan a comprender. El Bar?a desprecia a Riquelme, cede a Saviola al M¨®naco -tras meter casi cincuenta goles en los peores momentos del equipo-, y paga ahora m¨¢s de seis millones de euros por Maximiliano Gast¨®n L¨®pez, un delantero de 20 a?os que convirti¨® s¨®lo cinco tantos en el ¨²ltimo torneo de la liga argentina y que a¨²n no ten¨ªa el puesto asegurado en el primer equipo del River.
Los directivos del River hab¨ªan anunciado la venta de L¨®pez, "sin intermediarios", al Benfica, pero el d¨ªa en que iba a firmarse el contrato "lleg¨® un fax del Barcelona" que fue considerado a petici¨®n del jugador, "porque Maxi quiere ir a Espa?a". El traspaso se hizo, supuestamente, en unos 6.200.000 euros, pero no se conoce a¨²n el monto final que resultar¨¢ del pago de comisiones y derechos. La venta de L¨®pez estaba atada en principio a las de Lucho Gonzalez al Oporto y Mascherano al Corinthians. El iran¨ª, residente en Londres, Kia Joorabchian, socio de inversores rusos en la empresa Sport Media Investiments (MSI) con sede en un para¨ªso fiscal del Caribe, hab¨ªa hecho una oferta al River de 27 millones de d¨®lares por los tres jugadores.
Al 'bomb¨®n', como le llaman sus seguidoras, se le considera por su f¨ªsico, no por su t¨¦cnica
Hace ya m¨¢s de treinta a?os el Pulpa Etchamendi, m¨ªtico entrenador uruguayo, advert¨ªa: "En el mundo est¨¢n escaseando dos cosas: democracia y punteros izquierdos". Despu¨¦s faltaron los derechos y por ¨²ltimo los delanteros centro que romp¨ªan las defensas. Con Batistuta, Vieri, Crespo, inclusive Ronaldo y alg¨²n ingl¨¦s que ser¨¢ el ¨²ltimo en desaparecer, se extinguir¨¢ esa raza de jugadores a los que los se llamaba arietes. Las t¨¢cticas cambiaron como consecuencia de la evoluci¨®n en la preparaci¨®n f¨ªsica, que adapt¨® a los jugadores para la alta competici¨®n y extendi¨® los l¨ªmites de velocidad. La altura y el buen cuerpo siguen siendo un valor agregado, pero hoy se llevan m¨¢s los estilizados, ligeros, de toque fino como Eto'o.
Si fuera posible imaginarse a Maxi, o Gast¨®n, como le llaman en casa, leyendo o escuchando las dudas alrededor de sus m¨¦ritos para ser traspasado a un club como el Bar?a, se le ver¨ªa sonriendo de costado, disfrutando por anticipado lo que calcula ser¨¢ su venganza. Al fin de cuentas esa ha sido hasta ahora la constante para ¨¦l: luchar contra el destino que los dem¨¢s le anticipan, embestir contra la dura realidad. Tampoco le ten¨ªan en cuenta en las divisiones inferiores del River. Entraba y sal¨ªa. Le consideraban por el f¨ªsico -un metro ochenta y nueve de altura, el cuerpo, la voluntad, el peso, 87 kilos- pero no por las condiciones t¨¦cnicas. Pero all¨ª estaba ¨¦l. Y lleg¨®. Y le convocaron a la sub-17 de Argentina y convirti¨® el gol de la victoria contra Brasil en un torneo panamericano y esper¨® su turno en el banquillo para la Primera del River con la n¨²mero siete que usaba Saviola. Y entr¨® en un Boca-River el a?o pasado a los nueve minutos de juego por la lesi¨®n de Salas y fue la figura luchando solo contra toda la defensa del Boca. Y fue campe¨®n del Clausura con el River.
Tampoco le tuvo en cuenta la vida, cuando se llev¨® a Ricardo, su padre, siendo todav¨ªa un chaval y la familia qued¨® herida y sin recursos. Maxi naci¨® y se cri¨® en el barrio de Palermo, cercano al campo del River, en el norte de Buenos Aires. Tiene dos hermanos m¨¢s peque?os, Jonathan y Ezequiel y una hermana, Marcela, "muy bostera, veneno, veneno de Boca". Ahora que puede darse los gustos, aprecia los buenos autos, la ropa de dise?o y la m¨²sica electr¨®nica. Con el pelo largo, rubio, de ojos azules, al rey le¨®n se le da muy bien tambi¨¦n la relaci¨®n con las aficionadas, que lo llaman bomb¨®n. El pasado a?o lleg¨® tarde al entrenamiento de la ma?ana y el jefe, Leonardo Astrada, le mand¨® de vuelta a casa y le borr¨® de la lista de convocados para la Libertadores. El pibe admiti¨® su error y la madre, Mary, le dio una lecci¨®n que nunca olvidar¨¢: "Tuvimos una conversaci¨®n de madre a hijo, je,je, y te aseguro que aprend¨ª, no me equivoco m¨¢s".
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