Los chi¨ªes prometen un Gobierno laico
La coalici¨®n favorita en las elecciones asegura que no habr¨¢ turbantes en el poder
Los chi¨ªes est¨¢n a punto de hacerse con el poder en Irak por primera vez, y sus l¨ªderes pol¨ªticos dicen que han decidido dar una imagen laica al nuevo Gobierno iraqu¨ª que proyectan formar, y relegar el Islam a un papel secundario.
Los principales dirigentes de la Alianza Iraqu¨ª Unida, la coalici¨®n de grupos, en su mayor¨ªa chi¨ªes, que se prev¨¦ como ganadora en las elecciones del pr¨®ximo domingo, han acordado que el iraqu¨ª al que designen como pr¨®ximo primer ministro del pa¨ªs ser¨¢ un seglar, y no un cl¨¦rigo isl¨¢mico.
Los l¨ªderes chi¨ªes dicen que existe un acuerdo semejante, aunque menos formal, para que los cl¨¦rigos tambi¨¦n queden excluidos de los cargos de ministros.
"No habr¨¢ turbantes en el Gobierno", ha dicho Adnan Ali, dirigente del Partido Dawa, uno de los mayores partidos chi¨ªes. "Todo el mundo est¨¢ de acuerdo en eso".
El reto ser¨¢ mantener unida a la coalici¨®n tras el 30 de enero
Con ello parece formalizarse el predominio creciente de los laicos entre los l¨ªderes pol¨ªticos, y refleja asimismo el deseo de la poderosa jerarqu¨ªa religiosa del pa¨ªs de permanecer al margen del gobierno cotidiano. Entre los 228 candidatos de la coalici¨®n chi¨ª a la asamblea nacional, hay menos de media docena de cl¨¦rigos, seg¨²n los l¨ªderes del grupo.
Da la impresi¨®n de que la decisi¨®n de excluir a los cl¨¦rigos del Gobierno significa que Abdul Aziz al Hakim, el cl¨¦rigo que dirige el Consejo Supremo de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica en Irak, heredero de una destacada familia religiosa y muchas veces mencionado como candidato a primer ministro, quedar¨ªa relegado a un segundo plano. Los cinco chi¨ªes con m¨¢s probabilidades de llegar a primer ministro son personajes laicos muy conocidos.
Los dirigentes chi¨ªes afirman que su decisi¨®n de renunciar a un Gobierno isl¨¢mico se debe, en gran parte, a que creen que el pueblo iraqu¨ª rechazar¨ªa ese modelo. Pero reconocen que adem¨¢s es el reflejo de ciertas realidades pol¨ªticas: a las autoridades estadounidenses en Irak, que poseen gran influencia, les inquietar¨ªa contar con un Gobierno claramente islamista. Tambi¨¦n a los kurdos, que podr¨ªan sentir la tentaci¨®n de romper con el Estado iraqu¨ª, tal como temen las autoridades tanto iraqu¨ªes como estadounidenses.
La nueva pol¨ªtica parece representar el rechazo de la teocracia de corte iran¨ª. Ir¨¢n ha dado apoyo moral y material a los dos grandes partidos chi¨ªes del pa¨ªs, Dawa y el Consejo Supremo de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica.
Pero parece que los propios iran¨ªes comparten la opini¨®n de que es preciso evitar el modelo iran¨ª en Irak. Un dirigente chi¨ª iraqu¨ª que viaj¨® hace poco a Teher¨¢n, la capital iran¨ª, dice que all¨ª le aconsejaron que no colocara a cl¨¦rigos en el Gobierno.
"Me dijeron que causaba demasiados problemas", explica. Esta inclinaci¨®n hacia el laicismo llega cuando los l¨ªderes chi¨ªes se preparan para lo que consideran un momento hist¨®rico: tras d¨¦cadas de represi¨®n oficial, el mayor grupo del pa¨ªs parece el favorito para hacerse con las riendas del Estado iraqu¨ª. Conscientes de la oportunidad y de otras oportunidades anteriores que resultaron fallidas, los l¨ªderes chi¨ªes que presentan sus candidaturas afirman que se comprometen a ejercer el poder con moderaci¨®n, lo cual supondr¨ªa incluir la incorporaci¨®n de sun¨ªes al Gobierno y hacer o¨ªdos sordos a algunas voces poderosas en sus propias filas, que proponen un papel m¨¢s destacado para el islamismo en la nueva Constituci¨®n.
No obstante, pese a las expresiones de unidad, no est¨¢ claro hasta qu¨¦ punto hay consenso dentro de la coalici¨®n, ni qu¨¦ posibilidades de supervivencia tiene la plataforma tras las elecciones. Tanto los dirigentes chi¨ªes como las bases del electorado iraqu¨ª representan un inmenso abanico de concepciones pol¨ªticas, y cada bloque podr¨ªa perder o ganar influencia con el paso del tiempo.
Algunos cl¨¦rigos chi¨ªes importantes, como el gran ayatol¨¢ Al¨ª Sistan¨ª, ejercen ya una influencia considerable en un segundo plano, si bien se considera que su corriente propugna un islamismo moderado. Probablemente, los l¨ªderes chi¨ªes como Hakim seguir¨¢n usando su poder entre bastidores; y sus opiniones son m¨¢s conservadoras.
El a?o pasado, durante la elaboraci¨®n de la constituci¨®n provisional del pa¨ªs, Hakim y otros propusieron aumentar el papel del Islam en el nuevo Estado e implantar restricciones a los derechos de las mujeres.
Algunos iraqu¨ªes han mostrado su inquietud por la posibilidad de que los chi¨ªes m¨¢s radicales, en especial los seguidores de M¨²qtada al S¨¢der, sean dif¨ªciles de controlar una vez pasadas las elecciones.
Al S¨¢der, un joven agitador que encabez¨® diversas revueltas contra las fuerzas estadounidenses en primavera y verano, permanece callado por el momento, y 14 partidarios suyos son candidatos en la coalici¨®n chi¨ª. Ahora bien, en las mezquitas y en conversaciones privadas, Al S¨¢der y sus hombres siguen expresando su apoyo a la rebeli¨®n armada y convocando a un boicoteo de las elecciones.
El reto, dicen los l¨ªderes chi¨ªes, ser¨¢ mantener unida la coalici¨®n pasado el 30 de enero, cuando comiencen las disputas para hacerse con el poder en un Gobierno previsiblemente de coalici¨®n.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.