Identidad perdida

Hubo para m¨ª un problema muy claro: Espa?a perdi¨® su identidad. Se olvid¨® de lo que le hab¨ªa distinguido: las rotaciones. En los esquemas de Juan Carlos Pastor todo da vueltas alrededor de este aspecto. Si hay rotaciones, el equipo juega mucho m¨¢s fresco y alegre, con m¨¢s velocidad, y se defiende mejor. Pero ayer se les not¨® m¨¢s pesados de piernas y corrieron bastante menos. Hubo dos jugadores que no entraron en las rotaciones, Juancho y Ra¨²l Entrerr¨ªos, y otros que jugaron muy poco. Y eso oblig¨® a que los dem¨¢s estuvieran en la pista muchos m¨¢s minutos.

Fue una sorpresa porque dio la sensaci¨®n de que Espa?a pretend¨ªa ganar a Croacia jugando igual que ella. Y eso es muy dif¨ªcil. Los croatas dominan esos ritmos pausados y cuentan con grandes jugadores para sacar de ellos el m¨¢ximo rendimiento. Encontraron la soluci¨®n con Balic y Lackovic, cuya defensa mixta pudo producirse mucho antes. Ellos dos resolvieron en el ataque con sus certeras penetraciones y lanzamientos. Y, en la defensa, Croacia pas¨® del 5-1 al 6-0 cuando lo necesit¨® y desequilibr¨® el ataque espa?ol.

Hubo dos aspectos tambi¨¦n destacables: la selecci¨®n espa?ola no aprovech¨® las superioridades num¨¦ricas y los extremos recibieron pocos balones.

Los jugadores deben olvidarse ya de este partido y pensar en lo que les queda. Afrontan la segunda fase con posibilidades a pesar de esta derrota. Lo fundamental es que el equipo recupere su identidad.