"Los republicanos no tuvimos un pa¨ªs al que volver para contarlo"
Enric Marco, catal¨¢n de 84 a?os, fue el ¨²nico superviviente que habl¨® ayer en el acto del Congreso. Lo que sigue es un extracto de su testimonio, que hizo llorar a muchas de las decenas de personas, hijos y nietos de deportados.
"Cuando lleg¨¢bamos a los campos de concentraci¨®n en esos trenes infectos, para ganado, nos desnudaban, nos mord¨ªan sus perros, nos deslumbraban sus focos. Nosotros ¨¦ramos personas normales, como ustedes. Nos gritaban en alem¨¢n 'Linke-recht (izquierda, derecha)'. No entend¨ªamos nada, y no entender una orden te pod¨ªa costar la vida.
Tengo la esperanza de que esta vez la lecci¨®n sea aprendida por todos. A los j¨®venes, que no saben nada de la historia, les falta alguien que se la cuente.
Hay que recordar a esos ni?os, que no re¨ªan y tampoco lloraban, porque no ten¨ªan capacidad, siempre en la oscuridad, que eran como la simiente del diablo, seg¨²n los nazis. Los destru¨ªan en cuanto ten¨ªan ocasi¨®n. Aquellos ni?os que las madres no pod¨ªan salvar. Cuando llegaba la primera selecci¨®n, y nos pon¨ªan a los hombres a un lado y a los ni?os y a las mujeres a otro, las mujeres formaban un c¨ªrculo y defend¨ªan a sus hijos con sus cuerpos y con los codos, lo ¨²nico que ten¨ªan.
Hay que recordar toda esa cosa tan turbia. Aquellas noches en la barraca, en las cuales sent¨ªas un alarido, un grito de animal herido. Aquel hombre que durante el d¨ªa todav¨ªa ten¨ªa cierto orgullo y dignidad para esconder sus debilidades, pero que en el momento de la noche se desataba. No podemos repetir. No podemos ver m¨¢s a esas madres con los cr¨ªos en brazos muertos de hambre y las ubres vac¨ªas para darles leche.
"Algo m¨¢s que lamentarnos"
Tendremos que hacer alguna cosa que no sea lamentarnos, muchas cosas para que nuestra juventud no se vea captada por estas doctrinas que dicen que Hitler defendi¨® Europa cuando le cost¨® 50 millones de muertos.
Habr¨¢ que hacer alguna cosa para no ver en un inmigrante a un enemigo, porque todos fuimos inmigrantes. Habr¨¢ que rechazar la agresividad y la violencia venga de donde venga.
La Amical de Mauthausen se cre¨® para tutelar a aquellos espa?oles sin patria. No fuimos a parar a los campos de concentraci¨®n por azar, sino defendiendo cosas que cre¨ªamos que val¨ªan la pena. Defend¨ªamos la igualdad de derechos y una Espa?a que nos parec¨ªa que en aquel momento se abr¨ªa al progreso.
Todos los a?os, cuando desfilamos en Mauthausen, desde la tribuna se dice: ahora pasan los republicanos espa?oles, primeros defensores de la libertad y la democracia en Europa. No tuvimos suerte.
No tuvimos un gobierno que nos auxiliara, que nos quitara esos harapos y nos diera asistencia m¨¦dica. Ni un pa¨ªs al que volver para explicar lo que contamos ahora, que lo ten¨ªamos que haber hecho hace 60 a?os, si nos hubieran dejado. Francia nos dio asilo pol¨ªtico. El pueblo jud¨ªo, que sufri¨® tanto, pudo crear su propia patria. Nosotros no. Qu¨¦ se dice de los espa?oles que murieron en Francia sin poder volver a Espa?a. Va siendo hora de hacer justicia.
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