La energ¨ªa nuclear renace en Estados Unidos
La Administraci¨®n de George Bush alienta la construcci¨®n de nuevas centrales despu¨¦s de 30 a?os sin un nuevo reactor
La energ¨ªa nuclear se daba por muerta en Estados Unidos. En tres d¨¦cadas no se ha dado ni un permiso para nuevos reactores. Los pocos que han entrado en funcionamiento en este tiempo lo han hecho gracias a que fueron aprobados antes del accidente en Three Mile Island (Pensilvania) ocurrido en 1979 y que pudo acabar en un desastre similar al de Chern¨®bil. Ahora, 25 a?os despu¨¦s, el debate sobre la necesidad de reforzar la energ¨ªa nuclear resucita con fuerza y la industria tiene ya un ambicioso plan para ampliar el n¨²mero de reactores: cinco nuevos funcionando en 2015, una docena en 2020 y medio centenar en 2050.
Estados Unidos tiene 103 reactores nucleares, que suministran el 20% de la electricidad. El 51% de la electricidad es generada por plantas de carb¨®n, el 17% con gas natural, y el resto son centrales hidroel¨¦ctricas, e¨®licas y solares. El uso de petr¨®leo para generar electricidad es m¨ªnimo. EE UU produce un 30% m¨¢s de energ¨ªa de la que se consume. Pero las previsiones dicen que har¨¢ falta m¨¢s potencia. La Energy Information Administration (EIA, en sus siglas en ingl¨¦s) prev¨¦ en su ¨²ltimo informe un crecimiento de la demanda del 50% para 2025, lo que obligar¨¢ a construir "varios centenares" de nuevas plantas.
El Gobierno ha subvencionado con mucho dinero el dise?o de un nuevo reactor
El sector tiene planes detallados para construir seis centrales a partir de 2010
El aumento de la demanda, seg¨²n admite la Casa Blanca, plantea un problema medioambiental: las emisiones de gases de efecto invernadero proecedentes de las plantas de carb¨®n. Por eso, el presidente George Bush es contundente: "La [energ¨ªa] nuclear es la respuesta a muchos de los problemas". En una entrevista al diario The Wall Street Journal, Bush la calific¨® como una energ¨ªa "renovable", en un claro desaf¨ªo a los ecologistas.
A la Administraci¨®n estadounidense no le preocupa s¨®lo el medio ambiente. Washington no quiere que los habituales cortes de suministro en California se extiendan. Samuel Bodman, el hombre designado para el Departamento de Energ¨ªa, sentenciaba ante el Senado hace una semana que la energ¨ªa nuclear debe formar parte del suministro energ¨¦tico. Su departamento dispone ya de un programa, Nuclear Power 2010, que contempla la construcci¨®n de nuevas centrales para el final de la d¨¦cada.
El antecesor de Bodman, Spencer Abraham, insiste en que la industria debe realizar una campa?a "agresiva" para resucitar este tipo de energ¨ªa. Ese mensaje, seg¨²n Abraham, es aplicable a todo el mundo.
As¨ª, el segundo mandato de Bush marcar¨¢ el renacer de las centrales nucleares. John Rowe, presidente ejecutivo de Exelon, el mayor productor de energ¨ªa nuclear en EE UU -con 17 reactores-, no oculta su entusiasmo: "Siempre es gratificante tener al presidente de tu parte". El Congreso, como la Casa Blanca, reconoce la necesidad de incrementar las fuentes de energ¨ªa que no emiten CO2, como la nuclear.
El debate est¨¢ tan avanzado que se han autorizado subvenciones para cubrir parte de los costes de construcci¨®n de los reactores de nueva generaci¨®n. ?stos son m¨¢s baratos que los construidos antes de 1979, m¨¢s eficientes, simples de operar y m¨¢s seguros. Las el¨¦ctricas se han aliado en consorcios para hacer frente al desembolso, que tendr¨¢, eso s¨ª, con la ayuda del Estado.
La industria tiene planes precisos para la construcci¨®n de nuevos reactores en Misisip¨ª, Carolina del Sur, Alabama, Virginia, Idaho e Ilinois. Exelon lidera el consorcio Nustart, uno de los dos grupos que intentan obtener las licencias para construir nuevas centrales nucleares.
Exelon quiere instalar un nuevo reactor en Clinton (Ilinois), donde funciona una planta desde 1987. Entergy, su socia en el consorcio, quiere hacer lo mismo en Port Gibson (Misisip¨ª). Y ambas, a trav¨¦s de NuStart, en el que tambi¨¦n est¨¢ integrado la francesa EdF, pretenden abrir dos nuevas centrales, una en el r¨ªo Savannah (Carolina del Sur) y otra cerca de las cataratas de Idaho. Adem¨¢s, planean la construcci¨®n de tres centrales m¨¢s en lugares sin precisar.
El Departamento de Energ¨ªa ya les ha concedido 260 millones de d¨®lares (199 millones de euros) para el dise?o del nuevo reactor, que est¨¢ en manos de General Electric y Westinghouse. Dominion lidera el segundo consorcio junto a Hitachi y Bechtel, pero recientemente dej¨® su proyecto original porque se le estaba complicando mucho la aprobaci¨®n del reactor. La alternativa que se plantea es desarrollar una nueva versi¨®n del reactor de General Electric. De momento, la Nuclear Regulatory Comisi¨®n (NRC) ha aprobado el dise?o de tres reactores, dos de Westinghouse y uno de General Electric. Y un cuarto est¨¢ a punto de recibir la luz verde. NuStart conf¨ªa en conseguir el certificado para su primera central nuclear en 2007 y empezar la construcci¨®n en 2010. El banco de inversiones Prudential Equity calcula que los primeros reactores de nueva generaci¨®n empezar¨¢n a producir electricidad antes de 2015.
La carrera por la construcci¨®n de nuevas centrales coincide con un cambio de actitud de la opini¨®n p¨²blica hacia la energ¨ªa nuclear, seg¨²n el Instituto de Energ¨ªa Nuclear (Nuclear Energy Institute). Las ¨²ltimas encuestas hablan de un apoyo del 53%, eso s¨ª, si las centrales no le caen a uno cerca de casa. Esto contrasta con la oposici¨®n que cundi¨® entre los ciudadanos a ra¨ªz del accidente en Three Mile Island y que se acrecent¨® tras la cat¨¢strofe de Chern¨®bil (1986).
El problema no es tanto la seguridad ante accidentes sino los residuos radiactivos, como apunta Paul Gunter, del Nuclear Information and Resource Service. Uno de los puntos clave para el futuro desarrollo de la industria nuclear en EE UU est¨¢ en el pol¨¦mico almacenamiento geol¨®gico profundo en Yucca Mountain (Nevada). La industria presiona a Washington para que autorice su apertura. La Casa Blanca apoya el plan, porque, como se?al¨® Samuel Bodman, el controvertido proyecto en Yucca Mountain "es vital".
La Administraci¨®n desv¨ªa las cr¨ªticas asegurando que est¨¢ explorando nuevas tecnol¨®gicas de reciclado del combustible nuclear. Bush obtuvo en las pasadas elecciones el 51% de los votos en Nevada y el 58% en el condado de Nye, al que pertenece Yucca, frente al 48% y el 39% de su rival John Kerry, quien dijo que no autorizar¨ªa el cementerio nuclear.
El presidente de la organizaci¨®n ambientalista Sierra Club, Carl Pope, considera "irresponsable" que Bush se postule a favor de nuevas nucleares: "La pol¨ªtica energ¨¦tica de Bush no promueve la eficiencia energ¨¦tica ni las fuentes renovables" y afirma que la Casa Blanca "est¨¢ al servicio de las grandes compa?¨ªas energ¨¦ticas".
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