El reto de los servicios p¨²blicos
"Llevamos una semana sin podernos duchar por falta de agua caliente", se queja Um Ahmed, mientras su marido sale a enchufar el generador para poder encender la luz en la sala de estar. "?Cree que esto es forma de vivir?", a?ade. No estamos en un suburbio pobre de Bagdad sino en Yadrie, uno de los barrios m¨¢s privilegiados de Bagdad, en casa de una familia t¨ªpica de clase media. La falta de servicios p¨²blicos es el principal reto al que va a enfrentarse el nuevo Gobierno iraqu¨ª que salga de la Asamblea Nacional elegida el domingo.
Los entusiastas pol¨ªticos iraqu¨ªes que apoyan la transformaci¨®n que EE UU trata de llevar a su pa¨ªs van a recibir una herencia envenenada. Desde el derribo del r¨¦gimen de Sadam Husein, Irak sufre un alto ¨ªndice de desempleo, escasez de electricidad, combustible y agua corriente, y exceso de delitos.
La mayor¨ªa de los candidatos que han concurrido a las elecciones son conscientes de las dificultades que afrontan sus compatriotas. En casi todos los programas se mencionaba la necesidad de construir centros de salud, rehabilitar escuelas o crear puestos de trabajo. Pero la ausencia de una verdadera campa?a electoral ha privado a los iraqu¨ªes de saber c¨®mo propon¨ªan lograrlo cada uno de ellos. De todas formas, los debates sobre la presencia de tropas extranjeras y la inseguridad han eclipsado al resto.
Seguridad y econom¨ªa
El soci¨®logo Saad¨²n al Duleimi dice que los pol¨ªticos no han captado el mensaje. "En todas nuestras encuestas, cuando preguntamos a los iraqu¨ªes por sus prioridades, lo primero que mencionan es la seguridad, seguido de la econom¨ªa, la falta de servicios p¨²blicos, la presencia de tropas extranjeras y, s¨®lo en quinto lugar, la necesidad de elegir Gobierno. Sin embargo, hemos empezado el proceso al rev¨¦s, eligiendo la Asamblea Nacional en primer lugar". ?sa es la raz¨®n por la que Al Duleimi, que dirige el Centro de Investigaci¨®n y Estudios Estrat¨¦gicos de Irak, cree que el fin de la violencia est¨¢ m¨¢s vinculado a los resultados que el nuevo Gobierno obtenga en el terreno de los servicios p¨²blicos que en el debate sobre su legitimidad.
De hecho, quienes han boicoteado las elecciones (sun¨ªes y chi¨ªes seguidores de M¨²qtada al S¨¢der) parecen haber apostado que la transici¨®n pol¨ªtica que alienta EE UU fallar¨¢ ante la hostilidad de los iraqu¨ªes a la ocupaci¨®n y su frustrado anhelo de normalidad. De ganar, saldr¨ªan reforzados como verdaderos nacionalistas, pero la elevada participaci¨®n de ayer parece indicar que van a necesitar resituarse en la escena pol¨ªtica. Eliminar el segundo de esos obst¨¢culos y aclarar el camino para que desaparezca el primero es la ¨²nica v¨ªa de ¨¦xito para que la alianza de ex baazistas e islamistas radicales que alienta a la insurgencia no coseche nuevos apoyos entre los desencantados con el ritmo de las reformas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.