Las churras y las merinas

El lamentable art¨ªculo de Herman Tertsch Goya en Faluya parte de un supuesto err¨®neo: el cine espa?ol es uno. No lo es. Es un colectivo de miles de personas, cada una con su opini¨®n. Si algunos de ellos han manifestado en alguna ocasi¨®n su posici¨®n contraria a la guerra, no es el cine espa?ol quien lo ha hecho, sino algunos de sus profesionales a t¨ªtulo personal, entre los que me cuento. Estoy seguro de que otros piensan lo contrario. As¨ª que comete un grave error al descalificar en bloque a la gente del cine espa?ol. Y s¨®lo contribuye a azuzar m¨¢s el clima en contra de ¨¦ste.

Pero es que lo que Tertsch est¨¢ pidiendo no es que felicitemos "a los valientes iraqu¨ªes", sino que nos arrepintamos y pidamos perd¨®n p¨²blico por nuestros pecados. Y no tanto que brindemos por la democracia en Irak, sino por Bush. Lo que ser¨ªa como brindar por la bomba de Hiroshima para celebrar la llegada de la democracia a Jap¨®n y su milagro econ¨®mico.

Lo que s¨ª est¨¢ en su derecho Tertsch es en considerar los Goya un "plagio ajoarriero" de los oscars, aunque ya sabemos que todas las entregas de premios son parecidas. Del mismo modo que yo estoy en mi derecho a considerar sus art¨ªculos hist¨¦ricos, paranoicos y delirantes. Creo que la prensa espa?ola necesita menos columnistas de p¨²lpito y m¨¢s informaci¨®n, m¨¢s periodismo de investigaci¨®n.