Dos tercios de los 230.000 inmigrantes cumplen los requisitos para legalizarse
La Universidad de Alicante estima que s¨®lo 80.000 lograr¨¢n obtener documentaci¨®n
De los 233.749 inmigrantes en situaci¨®n irregular, unos 160.000 cumplen los requisitos para poder acogerse al proceso de regularizaci¨®n que comienza el lunes, pero s¨®lo la mitad, unos 80.000 podr¨¢n beneficiarse, seg¨²n estimaciones del Seminario Permanente de la Inmigraci¨®n de la Universidad de Alicante. Las trabas de los empresarios para aflorar los trabajadores sumergidos o la negativa a aceptar otro documento que el padr¨®n motivan esta situaci¨®n.
Los colectivos que trabajan con inmigrantes, sindicatos y ONG alertan de que muchos empresarios se niegan a legalizar a sus trabajadores inmigrantes a sabiendas de la impunidad que les garantiza la escasez de medios de la Inspecci¨®n de Trabajo. Carlos G¨®mez Gil, soci¨®logo y director del Seminario Permanente de Inmigraci¨®n de la Universidad de Alicante, lamenta que muchos de los extranjeros irregulares "han sido amenazados" por sus patronos con la advertencia de que si tramitan su regularizaci¨®n ser¨¢n reemplazados por otros indocumentados. "Hay que tener muy presente que en este proceso la llave la tienen los empresarios", apuntilla el experto. Ante las reiteradas denuncias, la subdelegada del Gobierno en Alicante, Etelvina Andreu, inform¨® el mi¨¦rcoles de la creaci¨®n de un grupo especial de la Inspecci¨®n para vigilar el proceso. Andreu anim¨® a todas las entidades a denunciar los casos de extorsi¨®n contra extranjeros.
Empar L¨®pez, abogado del Centro de Comunicaci¨®n y Servicios Interculturales (CCSI) de la Mancomunitat de L'Horta Sud, coincide con el juicio de G¨®mez. Entre los centenares de inmigrantes que se est¨¢n pasando las ¨²ltimas semanas por el centro de Torrent -el ¨²nico de estas caracter¨ªsticas de la Comunidad Valenciana que subsiste sin apenas ayudas oficiales- L¨®pez ha detectado numerosos casos de trabajadores extranjeros a los que los empresarios les han dejado de emplear ante la petici¨®n del inmigrante de regularizarles. Otro de los problemas que ha detectado el grupo de trabajadoras CCSI est¨¢ relacionado con la forma de justificar la estancia en Espa?a antes del 7 de agosto, que establece el proceso como condici¨®n excluyente. El Gobierno s¨®lo acepta estar empadronado antes de esta fecha. Hay muchos extranjeros que no se empadronaron estando en Espa?a antes del verano pero tienen documentos oficiales -certificados de convivencia, documentos hospitalarios- que demuestran que ya estaban aqu¨ª. Sin embargo, tales pruebas no se aceptar¨¢n.
Entre los objetivos del nuevo reglamento de extranjer¨ªa est¨¢, por un lado, proveer de las garant¨ªas legales a los extranjeros indocumentados con un contrato fehaciente que les permita trabajar en las mismas condiciones que los nacionales; y por otro, destapar la formidable econom¨ªa sumergida que, en el caso de la Comunidad Valenciana, es la segunda m¨¢s abultada de Espa?a.
De los 233.749 sin papeles instalados en la Comunidad Valenciana, 160.000 (85.000 en Alicante; 50.000 en Valencia, y 25.000 en Castell¨®n) son susceptibles de acogerse al proceso de regulaci¨®n.
El servicio dom¨¦stico, el calzado, la confecci¨®n, la hosteler¨ªa y la construcci¨®n acaparan las mayores bolsas de empleo sumergido en la Comunidad Valenciana. La econom¨ªa clandestina se nutre en gran medida de trabajadores procedentes del Norte de ?frica, Suram¨¦rica y los pa¨ªses de la antigua Europa del Este.
Los casos que siguen muestran algunas de las circunstancias m¨¢s corrientes que impedir¨¢n a cientos de inmigrantes acogerse al proceso a pesar de residir en Espa?a antes de la fecha l¨ªmite. No se empadronaron, sufren la lenta burocracia en sus pa¨ªses de origen o, sencillamente, sus patronos se niegan a contratarles.
"Al no tener 'papeles', no encuentro trabajo"
T. F., argelino de 27 a?os, y M. H., marroqu¨ª de 21, tambi¨¦n arrastran un problema de fechas. Ambos llegaron antes del 7 de agosto y no han salido del pa¨ªs, pero no pueden acreditarlo ya que no se dieron de alta en el padr¨®n y los documentos oficiales que lo demuestran no se admiten. T. F. cuenta con un certificado de convivencia expedido por el ayuntamiento de Alginet con fecha de 17 de septiembre de 2003. Tiene certificados m¨¦dicos del hospital de Alzira de febrero y marzo del a?o pasado, adem¨¢s de una cartilla bancaria que dan fe de su estancia en la Comunidad Valenciana antes de la fecha puesta por el Gobierno. "Como no tengo papeles, no encuentro trabajo", se lamenta, una situaci¨®n que no podr¨¢ corregir en este proceso de regularizaci¨®n. Tampoco lo tiene f¨¢cil M.H., que se empadron¨® el 8 de septiembre del a?o pasado, aunque lleva casi un a?o en Espa?a. Bonos transporte o cartillas de banco demuestran que lleg¨® antes del verano, pero de nada servir¨¢n esos documentos.
"?Qu¨¦ hay m¨¢s oficial que un ministerio?"
Los dos primos argelinos L.K., de 29 a?os y M. K., de 32, pasaron la frontera por Marruecos y acabaron en el centro temporal de internamiento de extranjeros (Ceti) de Melilla en enero de 2004. A principios de octubre fueron obligados a abandonar el centro y se les conmin¨® a que se pagaran los billetes del ferry a M¨¢laga en octubre. Ahora, no podr¨¢n regularizarse por no estar empadronados desde la fecha marcada aunque pueden justificar su estancia en Espa?a con los archivos del Ministerio de Interior, de quien dependen los centros de internamiento. "?C¨®mo puede ser que se pida el padr¨®n para justificar la estancia en el pa¨ªs y documentos oficiales como los del Ceti no sirvan? ?Qu¨¦ hay m¨¢s oficial que un escrito de un ministerio?", se pregunta Empar L¨®pez, abogada del Centro de Comunicaci¨®n y Servicios Interculturales (CCSI) de la Mancomunitat de l'Horta Sud. Poco despu¨¦s de recalar en M¨¢laga llegaron en Valencia en autob¨²s donde buscan empleo sin demasiado ¨¦xtito. "Sin papeles es dif¨ªcil", apuntan.
"He perdido el pasaporte"
O. H. ha perdido su pasaporte. Lleg¨® a Espa?a con su documento de identidad pero lo ha extraviado. Si fuera colombiano o marroqu¨ª, este hecho no supondr¨ªa mayor problema. Sus consulados se lo tramitar¨ªan en un par de semanas y podr¨ªa solicitar regularizar su situaci¨®n, ya que se empadron¨® antes de la fecha l¨ªmite y tiene ofertas de trabajo. Pero es argelino y su pa¨ªs tarda mucho tiempo en expedir estos documentos. Podr¨ªa agilizar la situaci¨®n y regresar a su pa¨ªs para conseguir el pasaporte. Pero se arriesga a tr¨¢mite lento y a la posibilidad de no poder volver. "Perd¨ª el pasaporte y en el consulado s¨®lo me hicieron un documento que indica que est¨¢n cursando el documento". Un escrito oficial que no sirve para adjuntar en el proceso, pero al que tampoco le dan demasiada validez el resto de organismos p¨²blicos espa?oles. Pese a presentarlo en el Ayuntamiento de Torrent, no le bast¨® para poder empadronarse en el municipio y tuvo que intentarlo en otros ayuntamientos de la comarca hasta encontrar uno que s¨ª lo acept¨® y tramit¨® su empadronamiento.
"Ten¨ªa que ver la graduaci¨®n de mi hija"
S. A., b¨²lgara de 44 a?os, puede justificar su estancia en el pa¨ªs y tiene un empleador dispuesto a darle trabajo. Se empadron¨® en Torrent el 29 de noviembre de 2000, donde ha vivido desde entonces, y tiene una oferta de trabajo en una casa. Sin embargo, no podr¨¢ regularizar su situaci¨®n. Sali¨® del pa¨ªs en verano para acudir a la graduaci¨®n de su hija Irina, de 26. "Consigui¨® una beca para estudiar direcci¨®n de orquesta en la Universidad Northwest de Chicago y su graduaci¨®n era en verano; ten¨ªa que ir". Estuvo fuera con su hija, "la ¨²nica que tengo, no tengo m¨¢s familia", los meses de verano, con la mala suerte de que al volver en septiembre no encaja en los requisitos del proceso que exige una estancia ininterrumpida en el pa¨ªs desde el 7 de agosto del a?o pasado. Pese a llevar m¨¢s de cuatro a?os en Espa?a y "una maleta llena de papeles" con toda la documentaci¨®n que ha aportado a lo largo de estos a?os para conseguir normalizar su situaci¨®n en el pa¨ªs, la ley ha dejado fuera a esta mujer.
"Mi jefa no me quiere contratar"
P., un camionero rumano, puede justificar su estancia en Espa?a desde el 7 de agosto pasado y tiene un trabajo. En enero acudi¨® a su jefa para pedirle que le contratara y as¨ª poder regularizar su situaci¨®n. "Me respondi¨® que por las 40.000 pesetas que le cuesta mi Seguridad Social prefiere hacerle un contrato a un espa?ol". Lleva trabajando con esta empresa a?o y medio sin papeles de por medio. Pero se guard¨® la referencia de todos los contenedores que ha llevado en el cami¨®n, los destinos a los que ha viajado, las fechas, los trayectos y hasta los discos del cami¨®n. "De momento no quiero ir a malas y esperar¨¦ este mes para ver si la empresa me da de alta". Si no, piensa en la posibilidad de demandar a la empresa con el aval de todas las pruebas de su relaci¨®n laboral que ha ido acumulando a lo largo de este tiempo. Vive con su mujer, de 26 a?os, su hijo, de a?o y medio, y su cu?ado, tambi¨¦n casado y con un hijo de meses, a quien los carpinteros con los que trabaja tampoco quieren regularizar.
"He trabajado 12 horas por 360 euros al mes"
El problema de E., uruguayo de 29 a?os, es de fechas. Lleg¨® a Espa?a el 25 de junio, como atestigua su pasaporte, pero no se di¨® de alta en el padr¨®n hasta septiembre, fecha posterior al list¨®n fijado por el Gobierno. Muchos inmigrantes, ante la posibilidad que brinda la ley de extranjer¨ªa a la Polic¨ªa de cotejar el padr¨®n, tienen recelos a la hora de inscribirse y lo hacen tarde o no lo hacen. Este fue el caso de este joven nacido en Montevideo. Podr¨ªa conseguir trabajo y, de hecho, a pesar de no tener papeles, lleva gan¨¢ndose la vida en distintos empleos desde que lleg¨®, aunque con los abusos que sufren quienes no tienen su documentaci¨®n en regla. "He hecho de alba?il, de camarero cobrando 360 euros al mes trabajando 12 horas al d¨ªa o de montador de carpas". Su ocupaci¨®n actual es la de vendedor de cosm¨¦ticos, aunque sometido a precios por debajo del mercado por su precariedad administrativa. "Ahora tengo otra oferta de trabajo, pero, claro, necesitar¨ªa tener la documentaci¨®n en regla".
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