?Qu¨¦ pasar¨ªa si Madrid se quedara sin inmigrantes?
Los 800.000 extranjeros instalados en la capital en los ¨²ltimos 10 a?os, imprescindibles para la vida cotidiana de la ciudad
?Qu¨¦ pasar¨ªa si en la ciudad californiana de Los ?ngeles desaparecieran los inmigrantes? Ya hay respuesta. Est¨¢ en la pel¨ªcula mexicana Un d¨ªa sin mexicanos, estrenada en agosto en Estados Unidos: sin el trabajo de los latinoamericanos, la ciudad se vendr¨ªa abajo. La cuesti¨®n es trasladable. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si de la noche a la ma?ana desaparecieran en Madrid los inmigrantes que viven en esta Comunidad? En 1980, eran 30.500. Hace 15 a?os, 61.500. Pero ahora son casi 800.000. La inmensa mayor¨ªa reside en la capital y en su corona metropolitana. No todos est¨¢n regularizados. Para los que no tienen papeles, ma?ana es un d¨ªa especial: se abre el plazo para lograr el permiso de residencia si demuestran que tienen un contrato de trabajo y est¨¢n empadronados antes de agosto. Todos, regulares y irregulares, forman un colectivo que se ha hecho imprescindible: cuidan enfermos, son mensajeros, camareros, levantan edificios... Sin ellos, la capital no funcionar¨ªa. Lo que sigue es un intento de reconstruir una hipot¨¦tica jornada de caos. La de un d¨ªa laborable sin inmigrantes.
- Tres de la ma?ana. Alarma en Mercamadrid. La fruta llega de todo el mundo a esta megadespensa del tama?o de una ciudad, pero hoy no hay suficientes brazos para bajarla de los camiones y apilarla en los puestos. Tampoco para servirla a su vez a las furgonetas de las fruter¨ªas, de los supermercados o de las contratas de los colegios que se encargan, ya de amanecida, de repartirla y ponerla al alcance de los compradores. De 1.800 hombres cuyo trabajo es cargar fruta en Mercamadrid, a raz¨®n de 1.000 euros al mes, falta casi la mitad. Todos inmigrantes. Algo parecido, aunque de menor gravedad, ocurre en el hangar del pescado, donde, por cierto, la semana pasada, a causa del fr¨ªo, tuvieron que sumergir el marisco en cubetas de agua porque se helaba al aire de la nave. Hoy faltan m¨¢s de 150 hombres: de Europa del este, de ?frica, de Latinoam¨¦rica. Adam Dziaduch, polaco de 41 a?os, es uno de los m¨¢s veteranos y de los m¨¢s fuertes. Viste ropas de escalador para soportar el fr¨ªo y cubre su cabeza rapada con una gorra de b¨¦isbol de lana. Lleva m¨¢s de 10 a?os estibando pescado.
- Siete de la ma?ana. Un barrio entero con basura. Mientras en Mercamadrid cunde la alarma, los residentes de un barrio de Chamber¨ª encuentran basura en los portales. La empresa en la que trabaja Somalia Pujals, de Santo Domingo, no ha podido funcionar: el 100% de su plantilla, sus 40 trabajadores son dominicanos y marroqu¨ªes. Se encargan de sacar los cubos de basura, de limpiar los portales. "Yo sola me hago 12 al d¨ªa", comenta Pujals, que tiene 31 a?os y lleva cinco en Espa?a. Por toda la regi¨®n hay oficinas llenas de basura, vest¨ªbulos sucios, empresas, ambulatorios, clases de universidad cuajadas de desperdicios... S¨®lo en la Comunidad de Madrid hay m¨¢s de 38.000 trabajadores inmigrantes con papeles que se ocupan de limpiar.
- Ocho de la ma?ana. La construcci¨®n se paraliza. El colapso se extiende. La construcci¨®n se paraliza. Se ha volatilizado un ej¨¦rcito de 50.000 personas (m¨¢s de 100.000 si se cuentan los irregulares), todos inmigrantes, que mantienen vivo este sector. No hay entre ellos arquitectos, ni casi oficiales de segunda, ni encargados. Son peones. El 90% de todos los peones que trabajan en la regi¨®n son inmigrantes, seg¨²n Comisiones Obreras. Cargan escombros, limpian el terreno, acarrean materiales o vallan los per¨ªmetros. Es una tarea sencilla, pero dura. E importante. Sin ellos no avanzan las obras. El martes pasado, en un pol¨ªgono industrial de Coslada, 30 trabajadores tomaban el bocadillo: Cola-cao, platos de carne, frijoles... Todos son ecuatorianos y marroqu¨ªes. Todos cobran 840 euros al mes. Empiezan a las ocho. Acaban a las seis. "Yo era mec¨¢nico de aviaci¨®n en Ecuador. Y no renuncio a volver a serlo", aseguraba, mientras com¨ªa, Marcos Jaramillo, de 39 a?os. Desde los 33 es pe¨®n en Espa?a. "Las empresas s¨®lo quieren peones", se queja Johnny Molla, de 28 a?os. Desde los 23 est¨¢ en Espa?a. A su lado, un veterano sindicalista de CC OO, Mat¨ªas Mart¨ªnez, intentaba convencerles para que crearan un comit¨¦ de empresa: "Es como volver a los a?os setenta".
- Diez de la ma?ana. La marea alcanza a los despachos. A esas alturas, la alarma ya ha llegado a los m¨¢s importantes despachos de la ciudad. Porque sin inmigrantes, no s¨®lo se paraliza la construcci¨®n de viviendas. Tambi¨¦n se quedan sin manos, entre otras, la reforma del Estadio Ol¨ªmpico (piedra angular del 2012), la ampliaci¨®n del metro (promesa de la presidenta regional, Esperanza Aguirre) o el enterramiento y mejora de parte de la M-30 (proyecto estrella del alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n). En uno de los tramos de esta ¨²ltima, en la plaza del Conde de Casal, trabajaba el mi¨¦rcoles un batall¨®n de nigerianos y guineanos especializados en trenzar estructuras de hierro para que sujeten el hormig¨®n. Y cerca de ellos, cuatro bolivianos y cuatro ecuatorianos se ocupaban de soldar estructuras met¨¢licas. Uno de ellos, Abel Montesinos, de 38 a?os, confirma: "Aqu¨ª no hay espa?oles. Ser¨¢ por el sueldo. Y al que pide alza en la paga, igual lo ponen en la calle". Toda su familia est¨¢ aqu¨ª. Su mujer cuida ni?os. Su cu?ada, enfermos.
- Mediod¨ªa. No llegan los recados. Para aumentar el caos, hay documentos que se remiten y no llegan, paquetes que no alcanzan su destino. Los inmigrantes tambi¨¦n copan el sector de la mensajer¨ªa. Sobre todo los que se desplazan en ciclomotor (los que tienen furgonetas son espa?oles). En la empresa MRW, en su sucursal de S¨¢inz de Baranda, por ejemplo, de 125 trabajadores, 12 son inmigrantes. Cada uno de ellos hace 30 viajes al d¨ªa. No es raro que tengan que transportar de urgencia material quir¨²rgico a hospitales o piezas dentales a dentistas que las precisan en ese momento. Hoy todo tiene que esperar.
- Tres de la tarde. No se come. En cada establecimiento de la cadena Vips trabajan de media 15 cocineros por turno. S¨®lo tres son espa?oles. Los restaurantes, hoteles y cafeter¨ªas de Madrid se han quedado sin personal. Unos 30.000 inmigrantes con papeles trabajan en ellos en Madrid. Mar¨ªa del Carmen, dominicana de 30 a?os, se encarga de hacer paellas, junto con otros cuatro compatriotas, en una arrocer¨ªa del centro. "Habr¨ªa camareros para servir, pero ?qui¨¦n iba a hacer la comida si falt¨¢semos?", se pregunta.
- Cinco de la tarde. ?Qui¨¦n recoge a los ni?os? Y sin embargo, la comida puede esperar. Hay cuestiones m¨¢s importantes que atender. A lo largo de la jornada, 28.000 empleadas del hogar con permiso de trabajo (UGT calcula que con las irregulares llegan a 100.000) no se han presentado. Esto se traduce en 100.000 problemas multiplic¨¢ndose exponencialmente. Basta fijarse en un caso: Adelaida Vargas, de Bolivia, de 32 a?os, llega a las nueve menos cuarto a una vivienda del barrio del Retiro. All¨ª se ocupa del m¨¢s peque?o, Ignacio, de seis meses, mientras el padre lleva al colegio a los dos mayores (de tres y dos a?os). Gracias a que Adelaida se queda con el m¨¢s peque?o y va a buscar a los otros dos al colegio a las 17.00, el padre puede trabajar en una central telef¨®nica y la madre, en una compa?¨ªa de seguros. Hoy, como Adelaida no est¨¢, alguno (o los dos), habr¨¢ faltado al trabajo, con lo que su tarea habr¨¢ quedado sin hacer..., y as¨ª hasta el infinito.
- Medianoche. Los sue?os tranquilos. La pesadilla termina. Pronto se levantar¨¢n los de Mercamadrid. Existen. Las decenas de miles de inmigrantes que cuidan enfermos por la noche, como la cu?ada del soldador Abel Montesinos, tambi¨¦n existen y van a ir a trabajar. Como existe Elisabeth Aguilera, boliviana de 28 a?os. Ella se encargar¨¢ de vigilar el sue?o y de comprobar que no tiene fiebre por la noche la anciana de 82 a?os con la que vive.
250.000 'invisibles'
De los 765.000 inmigrantes empadronados en la Comunidad de Madrid, actualmente s¨®lo cotizan a la Seguridad Social 230.000. Seg¨²n el sindicato CC OO-Madrid, la regularizaci¨®n de extranjeros que comienza ma?ana sacar¨¢ a la luz en los pr¨®ximos meses a m¨¢s de 250.000 inmigrantes en la regi¨®n madrile?a que ahora trabajan de forma ilegal. Los c¨¢lculos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales apuntan a que en toda Espa?a este proceso regularizar¨¢ la situaci¨®n laboral de m¨¢s de 800.000 personas.
En la Comunidad de Madrid, el 70% de estos extranjeros que ser¨¢n regularizados pertenece al sector servicios (empleadas de hogar, camareros, cocineros, vendedores, personas que cuidan ancianos, limpiadores...); el 20%, a la construcci¨®n, y el 5%, a la industria.
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