Ge¨®logos e ingenieros hicieron hasta 13 catas antes de iniciar la obra del t¨²nel del Carmel

Las empresas que elaboraron el proyecto constructivo del t¨²nel de maniobras del Carmel, donde se produjo el hundimiento, hicieron hasta 13 catas antes del inicio de las obras y despu¨¦s de haber decidido que la galer¨ªa auxiliar se construyera en el Carmel y no en Horta. Entre las personas vinculadas a estos estudios y a las obras hay al menos media docena de ge¨®logos. Uno de ellos trabaja contratado con dedicaci¨®n exclusiva en la uni¨®n de empresas que realiza la obra; un segundo ge¨®logo dirige una de las consultoras que ha realizado algunos de los estudios, y otro est¨¢ en plantilla en el Gobierno catal¨¢n.

El Gobierno catal¨¢n se reuni¨® ayer con representantes de la delegaci¨®n catalana del Colegio de Ge¨®logos de Espa?a (no hay colegio catal¨¢n propiamente dicho). Ambas partes llegaron a un acuerdo para que la organizaci¨®n colegial realice un estudio sobre el subsuelo del Carmel una vez haya fraguado el hormig¨®n con el que se est¨¢ sellando la cola del t¨²nel de maniobras donde se produjo el hundimiento. Los representantes de los ge¨®logos catalanes, que anteayer hab¨ªan hecho p¨²blica una nota negando la existencia de informes geol¨®gicos posteriores a 2001, declinaron ayer hacer declaraciones.

Tambi¨¦n declinaron hacer declaraciones las empresas autoras de los proyectos constructivos: Tec 4 y Geocontrol. No obstante, un portavoz de la primera asegur¨® que sus estudios son correctos, pero adujo que los informes son propiedad del Gobierno catal¨¢n y que debe ser ¨¦ste, si lo cree oportuno, quien los haga p¨²blicos.

La afirmaci¨®n de la nota contrasta con los datos que maneja el consejero de Pol¨ªtica Territorial, Joaquim Nadal, para preparar su comparecencia de ma?ana en el Parlament. Estos datos, a los que ha tenido acceso este diario, muestran que se han producido hasta 15 catas para elaborar el proyecto constructivo y 10 m¨¢s en diversas fases, a las que hay que a?adir 13 sondeos en la zona modificada, es decir, una vez se decidi¨® (en marzo de 2003) que el t¨²nel previsto inicialmente en Horta se construyera en el Carmel.

Una de las catas se hizo en la confluencia de la calle de Llobreg¨®s con Calder¨®n. En total, en la ampliaci¨®n de la l¨ªnea 5 se ha efectuado una cata o un sondeo cada 68 metros.

"Error t¨¦cnico"

El presidente del Colegio de Ge¨®logos de Espa?a, Luis Su¨¢rez, insisti¨® ayer en la necesidad de aprender de este accidente, que atribuy¨® a causas "t¨¦cnicas" exclusivamente ("a los pol¨ªticos no se les ha hundido el t¨²nel", dijo), para mejorar las exigencias de los estudios. En este sentido, sugiri¨® que Catalu?a y otras comunidades aut¨®nomas deber¨ªan asumir los criterios exigidos en la ley estatal de 1998 que fija las condiciones de elaboraci¨®n y construcci¨®n de t¨²neles subterr¨¢neos. Su¨¢rez sugiri¨® que otra medida ser¨ªa la contrataci¨®n de ge¨®logos por parte de la Administraci¨®n, de modo que ¨¦stos pudieran validar los estudios realizados por las empresas contratadas.

Jordi Corominas, profesor de Ingenier¨ªa del Terreno en la Escuela de Caminos de la Universidad Polit¨¦cnica (UPC), explic¨® ayer que es pronto para conocer las causas directas del problema y que s¨®lo se podr¨¢n establecer una vez analizados todos los datos.

Un ge¨®logo que ha realizado estudios en la zona sugiri¨® que el problema, de dif¨ªcil previsi¨®n, se podr¨ªa deber a que la zona donde se realizaban los trabajos es de las conocidas como "pie de monte". "Se trata de una zona friable", dijo. Es un ¨¢rea donde el terreno contiene ciertas dosis de humedad. Mientras permanece inalterada, la consistencia no var¨ªa, pero cuando se horada por la base, el agua se escurre y var¨ªa la dureza, con lo que acaba produci¨¦ndose un colapso. Este problema es de dif¨ªcil percepci¨®n en la fase de proyecto, aunque a veces se detecta en el proceso de ejecuci¨®n de obras. Habitualmente, explicaron las mismas fuentes, las empresas destinan entre el 2% y el 3% del presupuesto a los estudios de estabilidad de la zona, aunque luego hay que cotejar que los datos reales coincidan con los aportados por las catas.