Un paso adelante
El borrador de la nueva Ley de Reproducci¨®n Asistida, presentado ayer por el Gobierno, es un paso adelante en un ¨¢mbito en el que la ausencia de regulaci¨®n o el desfase de la normativa no s¨®lo implica un freno al avance de la ciencia, sino tambi¨¦n una fuente de sufrimiento para muchas personas que, pudiendo beneficiarse del progreso m¨¦dico, encuentran cortapisas que s¨®lo se justificaban por razones de un mal entendido dilema moral. De prosperar el proyecto, Espa?a contar¨¢ de nuevo con una de las m¨¢s avanzadas normativas sobre reproducci¨®n asistida, como ya lo fue la primera ley, aprobada en 1988.
El borrador incluye medidas muy esperadas: la creaci¨®n, por fin, de un registro de donantes de semen y ovocitos; la posibilidad de destinar a investigaci¨®n los preembriones congelados, o la posibilidad de congelar ¨®vulos, algo de vital importancia para el creciente n¨²mero de mujeres que sufren c¨¢ncer en edad f¨¦rtil y tienen que someterse a un tratamiento de quimioterapia que puede dejarlas est¨¦riles. Regula tambi¨¦n de forma razonable el n¨²mero de ovocitos y embriones a utilizar en cada tratamiento, y no pone l¨ªmites de tiempo a su conservaci¨®n. En aras a evitar los embarazos m¨²ltiples, la reforma impulsada por el PP en 2003 hab¨ªa restringido a tres el n¨²mero de ovocitos a fertilizar en cada tratamiento. La propuesta del Gobierno no limita el n¨²mero de ovocitos a fertilizar, sino el n¨²mero de embriones a implantar, de modo que servir¨¢ para reducir el riesgo de embarazo m¨²ltiple, pero no obligar¨¢ a la mujer a someterse a sucesivos tratamientos de estimulaci¨®n hormonal.
Finalmente, el borrador es altamente innovador en cuestiones de gran trascendencia, cuando regula el uso de embriones para la investigaci¨®n o cuando permite el diagn¨®stico preimplantacional y la selecci¨®n de embriones con fines terap¨¦uticos, incluidos los casos en que el beneficiario no es el propio beb¨¦ engendrado, sino un hermano para que sea donante de material gen¨¦tico. Es l¨®gico que en este apartado la ley establezca cautelas y que cada proceso deba ser expresamente aprobado, pero el reglamento deber¨¢ garantizar una gesti¨®n eficaz de estas autorizaciones. Una cuesti¨®n m¨¢s dudosa es la prohibici¨®n de las madres de alquiler. Es cierto que una autorizaci¨®n, aunque fuera con restricciones, podr¨ªa abrir la puerta a pr¨¢cticas indeseables, pero en este punto la opini¨®n puede evolucionar con el tiempo.
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