'Garganta profunda' regresa 30 a?os despu¨¦s de su estreno
Un documental analiza el impacto de la legendaria pel¨ªcula porno
Estados Unidos vive estos d¨ªas dos regresiones contradictorias. Mientras el Congreso estadounidense -presa del efecto pezongate de Janet Jackson- se prepara para aprobar una ley que multar¨¢ con medio mill¨®n de d¨®lares a los canales de televisi¨®n que muestren contenidos "indecentes" en horarios con audiencias infantiles, Garganta profunda vuelve a estar de moda con motivo del estreno del documental Inside Deep throat, que analiza el efecto que tuvo aquella pel¨ªcula sobre la sociedad estadounidense.
El primer filme porno que se convirti¨® en ¨¦xito comercial, arrastrando abiertamente hasta los cines a personajes tan selectos como Jackie Onassis o Truman Capote, y provocando la indignaci¨®n y la censura de la Administraci¨®n de Nixon (que oblig¨® a retirarla de las carteleras de 23 Estados), abri¨® las puertas a un nuevo fil¨®n econ¨®mico que hoy mueve, seg¨²n diversas estimaciones, 12.000 millones de euros anuales.
Linda Lovelace reneg¨® de la pel¨ªcula y denunci¨® que su ex marido la forz¨® a rodarla a punta de pistola
"La revoluci¨®n sexual ya se hab¨ªa producido, pero el sexo hard-core todav¨ªa no se hab¨ªa aceptado. Fue un punto de inflexi¨®n en la transformaci¨®n del sexo en mercanc¨ªa de consumo. Nadie sab¨ªa que pod¨ªa vender tanto", explica Randy Barbato, quien ha dirigido el documental junto a Fenton Bailey.
Producido por el oscarizado Brian Grazer (Una mente maravillosa), quien ha declarado en The New York Times que aquel filme cambi¨® su vida sexual, Inside Deep throat analiza la pel¨ªcula y sus consecuencias sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas a trav¨¦s de m¨¢s de 60 entrevistas que incluyen al equipo t¨¦cnico y art¨ªstico de un filme que convirti¨® a su protagonista, Linda Lovelace, en una celebridad a la altura de las de Hollywood.
La historia de una mujer que tiene el cl¨ªtoris en la garganta, seg¨²n descubre su m¨¦dico, y por lo tanto su capacidad de disfrute depende de hacer felaciones, cuanto m¨¢s profundas, mejor, rompi¨® el tab¨² sobre ese aspecto del sexo y consigui¨® que parejas de j¨®venes y mujeres maduras, incluida la abuela de Grazer, acudieran a los cines, dej¨¢ndose ver, "un acto revolucionario en los setenta", seg¨²n el sex¨®logo Gay Talese.
Pero al mismo tiempo el filme levantaba ampollas entre las feministas radicales, que se aliaron con el ala m¨¢s conservadora del Gobierno, mientras que los m¨¢s progresistas y famosos de toda ¨ªndole sal¨ªan en defensa de la libertad de expresi¨®n y, por tanto, de la pel¨ªcula.
Filmada en seis d¨ªas con apenas 25.000 d¨®lares, Garganta profunda ha recaudado en 30 a?os m¨¢s de 600 millones de d¨®lares, convirti¨¦ndose as¨ª en uno de los filmes m¨¢s rentables de la historia, pero las libertades que supuestamente preanunciaba no han llegado como se esperaba entonces, seg¨²n Erica Jong, la feminista autora del libro Miedo a volar, quien entonces atac¨® duramente el filme. "El sexo ya no es revolucionario. Todo es capitalismo y protecci¨®n de las formas de beneficio", declar¨® a The New York Times.
El dinero, no obstante, nunca lleg¨® a los bolsillos de sus protagonistas, cuyo final no fue precisamente glamouroso, seg¨²n muestra el documental.
Linda Lovelace reneg¨® de Garganta profunda y en los a?os ochenta denunci¨® a trav¨¦s de dos biograf¨ªas que su ex marido, Chuck Traynor, la forz¨® a punta de pistola a filmar las felaciones de la pel¨ªcula, a la que lleg¨® a definir como una "sucesi¨®n de violaciones". Despu¨¦s cay¨® en desgracia y, acosada por las deudas, intent¨® incluso reactivar su personaje para grupos de fans y un museo del sexo, poco antes de morir en 2002 en un accidente de tr¨¢fico.
Harry Reems, el protagonista masculino, fue condenado por obscenidad en 1976, aunque gracias a Jack Nicholson y Warren Beatty consigui¨® salir de la c¨¢rcel. Tras a?os de drogas y alcohol, hoy vende casas en Utah, mientras que Gerard Damiano, el director, es caddie de golf. "La pel¨ªcula es muy mala", reconoce en el documental. Pero hizo historia y su t¨ªtulo, que hoy tambi¨¦n vuelve a brillar en 10 salas que han aprovechado el documental para reestrenarla, entr¨® para siempre en la cultura estadounidense: el "delator" del caso Watergate, cuya identidad permanece oculta hasta hoy, fue bautizado con el sobrenombre de Garganta Profunda por los periodistas que destaparon el esc¨¢ndalo.
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