Balanzas fiscales
He tenido la oportunidad de leer el documento que Converg¨¨ncia i Uni¨® pretende incorporar en el Proyecto de Reforma de Estatuto que se sigue en Catalu?a. Dicho documento, bajo el ep¨ªgrafe T¨ªtulo sobre la Financiaci¨®n de Catalunya, establece un R¨¦gimen de acuerdo econ¨®mico en el que se se?ala, por una parte, que la gesti¨®n, recaudaci¨®n, liquidaci¨®n e inspecci¨®n de todos los tributos dentro del territorio de Catalunya corresponde a la Generalitat. Y, por otra, acuerda que "la aportaci¨®n econ¨®mica de Catalunya al Estado se fija a trav¨¦s de la Cuota de Contribuci¨®n regulada en el Proyecto de Estatuto".
A continuaci¨®n, aclara en qu¨¦ consiste la Cuota de Contribuci¨®n, pudi¨¦ndose leer lo que sigue: "Catalunya aporta anualmente al Estado una cuota global de contribuci¨®n integrada por la suma de las cantidades que, de acuerdo con lo que se decida en el marco de la Comisi¨®n Mixta de asuntos econ¨®micos y fiscales, cubra: a) La parte proporcional de las cargas reales del Estado que corresponda a la provisi¨®n de servicios o al ejercicio de competencias no asumidas de forma efectiva por la Generalitat de Catalunya. b) La cantidad que se determine con el fin de dar un adecuado cumplimiento al principio de solidaridad interterritorial previsto en la Constituci¨®n".
Para diferenciarse del Pa¨ªs Vasco, CiU apuesta por la caridad del 0,7% para los necesitados de solidaridad
Si algo no se puede criticar a CiU es la claridad con la que se expresa en el texto que acabo de transcribir. Al final sali¨® el famoso Cupo vasco, pero en esta ocasi¨®n con dos variables: en lugar de concierto, se habla de Acuerdo Econ¨®mico, y en lugar de Cupo, se habla de Cuota. Por lo dem¨¢s, el mecanismo es id¨¦ntico. Catalu?a gestiona, recauda, liquida e inspecciona todos los tributos dentro de su territorio y ajusta cuentas con el Estado por los servicios que ¨¦ste presta en esa comunidad aut¨®noma.
Para establecer alguna diferencia con el Pa¨ªs Vasco, CiU apuesta por la caridad en forma de 0,7% para las regiones necesitadas de solidaridad. No me inquietar¨ªa que un grupo nacionalista defienda esa forma de financiaci¨®n y esa forma de "solidaridad", si no fuera porque hace muy pocas semanas, el se?or Saura, consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat de Catalu?a, me hizo personalmente el mismo planteamiento, escud¨¢ndose, como tantos otros, en el viejo truco de las balanzas fiscales y en el d¨¦ficit negativo resultante de lo que Catalu?a aporta y recibe del Estado.
Esto, aparte de ser algo tremendamente peligroso para la cohesi¨®n del Estado, resulta escandaloso escucharlo de labios de un dirigente de izquierdas, y resulta falso dicho por una formaci¨®n nacionalista. Se quiere confundir, con ego¨ªsta y mal¨¦volo inter¨¦s, la fiscalidad personal, con el resultado territorial de la aplicaci¨®n de la misma. Y se miente cuando se quiere tergiversar el concepto de capacidad fiscal de una determinada comunidad aut¨®noma, con el Esfuerzo Fiscal que realizan sus ciudadanos.
La Constituci¨®n Espa?ola, en su art¨ªculo 31, establece: "Todos contribuir¨¢n al sostenimiento de los gastos p¨²blicos de acuerdo con su capacidad econ¨®mica mediante un sistema tributario justo, inspirado en los principios de igualdad y progresividad". ?sta es, pues, la base constitucional de nuestro sistema impositivo: todos contribuimos en funci¨®n de la capacidad econ¨®mica; para nada se discrimina seg¨²n el lugar de tributaci¨®n o el territorio de residencia. Por tanto, todos hacemos el mismo esfuerzo fiscal, seamos ciudadanos extreme?os, madrile?os o catalanes. Ahora bien, la capacidad fiscal de cada territorio es distinta, en funci¨®n de la suma de las capacidades econ¨®micas de los ciudadanos que lo habitan; exactamente igual que ocurre dentro de un territorio entre sus provincias, y dentro de sus provincias entre sus localidades, y dentro de sus localidades entre sus barrios. De lo que no cabe duda es que un contribuyente cualquiera, con similares ingresos y situaci¨®n familiar, tributa igual en Madrid que en M¨¦rida o Barcelona.
Y en cada uno de esos sitios hay personas que deben tributar por 100 y personas que deben tributar por 1. Y lo que debe preocuparle a alguien de izquierdas es que el de 100 tribute por 100 y el de 1 reciba la solidaridad del de 100, independientemente de d¨®nde viva cada uno. Es indiscutible que todos realizamos el mismo esfuerzo fiscal. Los ciudadanos extreme?os, andaluces o manchegos que cumplan sus obligaciones fiscales, no tienen nada que agradecer a los de Madrid, Catalu?a o Baleares que sean, asimismo, cumplidores. Estamos en el mismo plano de igualdad. No hay solidaridad entre comunidades aut¨®nomas, ni falsa "caridad interregional". Si existe justicia fiscal entre personas o ciudadanos de un mismo pa¨ªs, bajo una misma Constituci¨®n.
Los ciudadanos que vivimos en comunidades con una capacidad fiscal menor que el de otros territorios, podemos caminar con la cabeza bien alta, pues no vivimos de la "falsa caridad" de otras comunidades aut¨®nomas, sino de lo que en justicia fiscal aportamos conforme a nuestra capacidad econ¨®mica.
Quienes para justificar su af¨¢n insolidario se envuelven en la balanza fiscal territorial, y unilateralmente deciden pagar menos al conjunto porque supuestamente pagan mucho y reciben menos de lo que aportan, est¨¢n abriendo la puerta para llegar al absurdo y a la jungla; si un territorio decide rebajar sus aportaciones unilateralmente, ?qui¨¦n puede impedir que un ciudadano con esta capacidad fiscal decida unilateralmente reducir su aportaci¨®n tributaria? Es de una l¨®gica aplastante que, en una gran empresa, los altos directivos tengan un saldo fiscal negativo en relaci¨®n a los empleados de la misma, pero no porque estos ¨²ltimos exploten a los primeros, sino porque los primeros ganan mucho m¨¢s que los segundos. De igual forma, es elemental que un territorio con un alto nivel de renta tenga un saldo negativo, pero no porque se explote a este territorio, sino porque los que all¨ª viven tienen una capacidad fiscal mayor.
Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra es el presidente de la Junta de Extremadura.
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