Aprender a mirar arte con Picasso

"Ver, eso es lo que es dif¨ªcil; vemos a veces, raramente. Miramos sin ver". Conseguir que esta sentencia de Pablo Ruiz Picasso se haga realidad desde muy temprana edad es lo que se han fijado los educadores del Museo Picasso de M¨¢laga. Si hace ahora casi un a?o se pusieron en marcha las visitas organizadas para acercar el arte del genial pintor a las personas invidentes o con d¨¦ficit auditivo, este a?o a la agenda de actividades del museo se ha sumado la de los talleres para escolares de entre 8 y 12 a?os, iniciativa en la que pretende acercar a los m¨¢s peque?os al proceso de creaci¨®n a trav¨¦s de la pr¨¢ctica con distintas t¨¦cnicas. Tomando como punto de partida la colecci¨®n familiar que exhibe la pinacoteca, el departamento de Educaci¨®n propone a los escolares de Primaria explorar el concepto de familia inventando, a trav¨¦s de acuarelas y pasteles grasos, sus propias obras sobre ese concepto. Y eso es precisamente a lo que el pasado mi¨¦rcoles dedicaron casi dos horas los 25 alumnos de 5? de Primaria del Colegio Pablo Ruiz Picasso de M¨¢laga. A las 10.30, en fila india y sumidos en un respetuoso silencio, los 25 aprendices de artistas enfilaron sala tras sala hasta llegar a la que acoge parte de la colecci¨®n familiar. All¨ª les esperaba la primera de las dos actividades de las que consta el taller. Arremolinados en el suelo, frente a la obra de 1952 Cuatro Sombras, en la que figuran el propio Picasso, su compa?era de entones, Fran?oise Gilot y sus hijos, los escolares siguieron atentos las indicaciones de la monitora Elena Aparicio, quien en seguida abri¨® una especie de debate en torno a la obra. A Roc¨ªo el cuadro le recordaba a su familia, aunque a Francisco Jos¨¦ le parec¨ªa que era una familia a la hora de comer. Nadie se pon¨ªa de acuerdo a la hora de determinar el sexo de las figuras de los menores, si bien Bel¨¦n, para sorpresa de la monitora, sent¨® c¨¢tedra al definir la t¨¦cnica que Picasso emple¨® en su elaboraci¨®n: "A carb¨®n, con acuarelas y difuminando todo".

Tras esta primera toma de contacto, paso a otra sala y vuelta a empezar ante una obra m¨¢s complicada por lo abstracta de la misma. Hombre, mujer y ni?o (1972) gener¨® un debate mucho m¨¢s disputado. De no reconocer figura alguna, muchos acabaron viendo a medio reino animal en ella. "Hay un hombre barbudo con un tuc¨¢n al lado", se?alaba Elena ante el desconcierto general. "No, es un hombre con barba y sombrero y una mujer al lado que le da un plato", terciaba Jos¨¦ Ram¨®n muy seguro. "Eso no es as¨ª. Es un hombre con un ni?o sobre los hombros, que es su hijo", a?ad¨ªa Roc¨ªo. "S¨ª, es el padre de Picasso con ¨¦l encima", matizaba Pablo ante de que la imaginaci¨®n de Enrique llevase al grupo a la carcajada: "S¨ª, es un ni?o que parece una caja de cereales pero que come algo de un plato".

Tras analizar y debatir sobre las obras y las t¨¦cnicas empleadas por Picasso en ellas, los ni?os acometieron la segunda parte de la actividad, quiz¨¢ la m¨¢s esperada por ellos. En una sala acondicionada junto al bello Patio de la Higuera, los 25 escolares tornaron en pintores. Acuarelas y ceras en mano, nerviosos, fueron definiendo a requerimiento de Amanda, otra monitora, su idea de familia. Mascotas, abuelos, primos, excursiones al campo, hermanos, viajes en coche, fiestas de cumplea?os fueron concretando lo que para ellos es la familia. Y sobre esos conceptos hubieron de plasmar sobre el papel su idea de familia, optando por una de las dos t¨¦cnicas o empleando las dos a la misma vez. "Se les da una noci¨®n de las mezclas de colores y se trata de evitar que copien lo que han visto. Lo importante es que ejerciten su imaginaci¨®n. Despu¨¦s sus trabajos se cuelgan en un gran mural en la propia sala", explicaba Macarena Ventosa, responsable del departamento de Educaci¨®n del museo.

Como los alumnos del colegio Pablo Ruiz Picasso, cerca de un millar de escolares andaluces pasar¨¢n este a?o por estos talleres creativos del museo, iniciativa que el director del Picasso, Bernardo Laniado-Romero, asegur¨® que responden al inter¨¦s y ah¨ªnco que la art¨ªfice del museo, Christine Ruiz-Picasso, nuera del artista, mostr¨® en ellos tras donar la mayor parte de la colecci¨®n permanente.