Un cami¨®n en la piscina
Fomento sit¨²a una salida de la autopista de peaje al aeropuerto a menos de 20 metros de 16 viviendas de lujo
So?ar que un cami¨®n cae en la piscina de su casa es una pesadilla inquietante. Si la casa est¨¢ en la calle de Estanislao G¨®mez (Hortaleza), puede ser un sue?o recurrente. ?ngela Gato vive en un chal¨¦ de esta calle y ha estado meses teniendo el mismo sue?o: un cami¨®n tiene un accidente, se sale de la carretera y cae en la piscina de su comunidad. Detr¨¢s de su chal¨¦ hace un a?o y medio hab¨ªa un peque?o parque, pero el jard¨ªn ha desaparecido y se ha convertido en un acceso a la M-40 desde el eje norte-aeropuerto. Poco m¨¢s de 20 metros separan el sal¨®n de su casa del ramal. Ahora, ya se ha acostumbrado a las obras y ya no sue?a m¨¢s con camiones.
Lourdes del Campo es vecina de ?ngela y recuerda perfectamente el d¨ªa que llegaron las m¨¢quinas: "Fue de repente, a finales de 2003. No hubo ninguna comunicaci¨®n oficial. Una ma?ana aparecieron las excavadoras, arrancaron los ¨¢rboles y las zonas verdes y entonces fue cuando comenzaron las reuniones para saber qu¨¦ estaba pasando".
"Nadie nos avis¨® de las obras. Un d¨ªa llegaron las excavadoras y destrozaron el parque", relata un vecino
Su casa es la m¨¢s cercana a la carretera, y la m¨¢s afectada por las obras. Dentro de dos meses, cuando est¨¦n terminadas, los coches que atraviesen los t¨²neles del parque de Juan Carlos I pasar¨¢n a pocos metros de la ventana de su dormitorio. Desde Fomento aseguran que, dado que es una obra p¨²blica que se ha publicitado en los medios, no ten¨ªan que haberles avisado.
Lourdes y ?ngela son dos de los 16 vecinos afectados por la obra. Cuando estos edificios se construyeron en 1999 ya estaba proyectado que los coches pasaran a escasos metros de las casas, pero el constructor se lo call¨®. Lourdes ha sido la m¨¢s combativa en este asunto y tambi¨¦n la m¨¢s afectada. Se indigna cuando lo recuerda: "?Por qu¨¦ no expropiaron los terrenos y les impidieron construir sabiendo que por aqu¨ª pasaba el acceso? Y no se trata de viviendas baratas o de terrenos que se consiguieran a mejor precio. Eso es lo que m¨¢s me enfada". ?ngela asegura que se ha sentido enga?ada: "Nos aseguraron que el parque pertenec¨ªa al Ayuntamiento y jam¨¢s se construir¨ªa en ¨¦l, y ahora... Ni parque ni nada".
Vecinos de las dos comunidades afectadas se reunieron con representantes de la Junta Municipal de Hortaleza. "Intentaron tranquilizarnos dici¨¦ndonos que apenas nos ¨ªbamos a enterar, pero un d¨ªa construyeron un muro de hormig¨®n junto a mi ventana", recuerda Lourdes. La ley establece que debe haber un espacio m¨ªnimo de 50 metros en caso de autov¨ªa o autopista y 100 metros en caso de circunvalaci¨®n o variante. En la casa de Lourdes, apenas hay veinte metros hasta la carretera.
Sin embargo, los vecinos de la calle de Estanislao G¨®mez no presentaron ninguna alegaci¨®n ni han emprendido ninguna acci¨®n legal. El presidente de una de las dos comunidades afectadas, Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez Palomo, explica que cuando se reunieron con los responsables de la Junta Municipal de Hortaleza y del Ministerio de Fomento lo ¨²nico que consiguieron fue el compromiso de que les pondr¨ªan unas mamparas antirruido, que a¨²n no les han instalado. "Nos explicaron que ya no hab¨ªa marcha atr¨¢s. Consultamos con nuestros abogados y no ten¨ªamos muchas posibilidades. En alguna de las reuniones, incluso, nos dijeron que estos temas a veces acababan en expropiaciones", recuerda. "S¨®lo somos 16 familias y ten¨ªamos la sensaci¨®n de que esta obra iban a finalizarla en abril de 2005 con o sin nosotros. No tenemos fuerza suficiente para que se vean nuestras movilizaciones, no podemos ponernos a quemar neum¨¢ticos en la M-40, as¨ª que nos hemos cre¨ªdo lo que nos han contado".
Por eso algunos vecinos han optado por la resignaci¨®n. Carlos Fraga cree que lo mejor es confiar en los t¨¦cnicos: "No entendemos de ingenier¨ªa, as¨ª que tenemos que confiar en los profesionales", explica. De momento ya tiene asumido lo que considera "los riesgos de vivir en una gran ciudad".
Una de las casas tiene colgado el cartelito de "se vende". Desde la inmobiliaria cuentan que es un chal¨¦ adosado de 300 metros, con chimenea, jard¨ªn, dos salones, tres ba?os, dormitorio de servicio, jard¨ªn y piscina comunitaria. Piden 160 millones de las antiguas pesetas y le quitan importancia a que a pocos metros del jard¨ªn vaya a haber un acceso a la M-40. "Con las nuevas pantallas antirruido estar¨¢n mejor que antes", dicen desde la inmobiliaria.
A partir de abril, aproximadamente, los coches comenzar¨¢n a circular por detr¨¢s de sus casas. A los vecinos de Estanislao G¨®mez s¨®lo les queda mirar al futuro y pensar que una vez que se acaben las obras crezca un poco de c¨¦sped. "Me gusta mi casa, no me quiero ir y, aunque no sabemos c¨®mo va a quedar, no pierdo la esperanza de ver un poco de verde cuando acabe todo".
"Como si fuera un terremoto"
La construcci¨®n del nuevo acceso a la autov¨ªa de peaje del aeropuerto ha supuesto m¨¢s de un a?o de obras. Las dos comunidades de vecinos de la calle de Estanislao G¨®mez han denunciado a la polic¨ªa las molestias sufridas en este tiempo.
Philippe Webber tiene su oficina en el s¨®tano de su casa y explica que, a trav¨¦s de la c¨¢mara de seguridad de su chal¨¦, est¨¢ acostumbrado a ver c¨®mo los camiones se meten a toda velocidad por sentido contrario. "A mi coche le han golpeado en varias ocasiones, y una vez le destrozaron el coche a otro vecino, que lo ten¨ªa aparcado en la puerta de su casa".
Webber explica que cada vez que la apisonadora pasa cerca de su vivienda "tiembla toda la casa, como si fuera un terremoto". Pero el peor enemigo de estas viviendas de lujo no es, seg¨²n los residentes, el ruido, que se puede combatir con ventanas dobles, sino el polvo.
?ngela lo explica: "Est¨¢ todo hecho un asco, no hay manera de limpiarlo y llevamos m¨¢s de un a?o viviendo as¨ª".
Esta mujer protesta no s¨®lo por las obras que han acabado con el parque pr¨®ximo, sino tambi¨¦n porque se sienten "olvidados". "La glorieta de la avenida de Logro?o, aqu¨ª al lado, est¨¢ mal peraltada y hay accidentes muy a menudo. Adem¨¢s, los s¨¢bados por la noche hay carreras ilegales de coches. Muchos acaban tirados en los arcenes y por aqu¨ª no aparece la polic¨ªa", concluye.
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