El 62,8% de los inmigrantes que participan en la campa?a olivarera carece de contrato
Un estudio editado por el CES de Ja¨¦n advierte de las situaciones de exclusi¨®n social
Un 62,8% de los inmigrantes que participan en la campa?a de recolecci¨®n de la aceituna confiesa que nunca ha tenido contrato de trabajo y casi la mitad de ellos se encuentran en situaci¨®n irregular por la ausencia de permiso de trabajo o de residencia. ?ste es uno de los datos m¨¢s llamativos que aparece reflejado en el estudio sobre Inmigraci¨®n extranjera y trabajo que ha sido editado por el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) de la provincia de Ja¨¦n. En el mismo se advierte de las situaciones de exclusi¨®n social que padece la poblaci¨®n extranjera en Andaluc¨ªa.
El estudio toma como base una encuesta realizada a m¨¢s de 1.000 inmigrantes temporeros que se alojaron en pasadas campa?as de la aceituna en la red de albergues de Ja¨¦n. As¨ª, s¨®lo el 10,2% de ellos asegura contar siempre con un contrato de trabajo, y el 27% dice tenerlo a veces. De otro lado, el 45,7% de los encuestados admit¨ªa carecer de permiso de trabajo, mientras que un 63,8% confiesa no haber estado nunca asegurado. Esta situaci¨®n de irregularidad no se da s¨®lo en la campa?a de recogida de la aceituna, sino tambi¨¦n en los anteriores trabajos de los inmigrantes, desempe?ados fundamentalmente en otras campa?as agr¨ªcolas de Almer¨ªa, Huelva o Murcia.
Investigaci¨®n
El informe publicado por el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) de Ja¨¦n recoge la investigaci¨®n realizada para la tesis doctoral defendida en 2003 por la profesora Raquel Mart¨ªnez Chic¨®n, del Departamento de Antropolog¨ªa y Trabajo Social de la Universidad de Granada. El estudio llama la atenci¨®n sobre la aparici¨®n de un nuevo colectivo susceptible de intervenci¨®n desde los servicios sociales por su situaci¨®n de marginalidad social. As¨ª, la autora indica que "la mal llamada diferencia racial dificulta el acceso a la vivienda, tanto en r¨¦gimen de cesi¨®n como de alquiler y, por tanto, el asentamiento en una determinada localidad por su tambi¨¦n dif¨ªcil acceso a la informaci¨®n de los recursos, determinada en numerosas ocasiones por el desconocimiento del idioma, por los sentimientos de discriminaci¨®n (a veces por la discriminaci¨®n real) y las manifestaciones de rechazo, tanto abiertas como encubiertas, de la poblaci¨®n local, y por las condiciones sociolaborales precarias a las que, en su mayor¨ªa, se ven sometidos".
En este sentido, Raquel Mart¨ªnez se muestra cr¨ªtica con la Ley de Extranjer¨ªa promulgada por el anterior Gobierno del PP al entender que propici¨® las "desigualdades mediante la reducci¨®n de los ya pocos derechos reconocidos de los extranjeros no comunitarios". Esta situaci¨®n, a su juicio, "se ha subsanado en parte" con el Reglamento de Extranjer¨ªa promulgado por el actual Ejecutivo socialista. Con todo, considera que los procesos de normalizaci¨®n de trabajadores extranjeros "no deben entenderse como una v¨ªa de regularizaci¨®n extraordinaria", al tiempo que recela de la eficacia de los contratos en origen por cuanto, en su opini¨®n, "hasta ahora ¨²nicamente han servido de instrumento, mal gestionado, de control de fronteras y como creador de situaciones de competencia y sustituci¨®n entre los trabajadores nacionales y extranjeros y entre los propios trabajadores for¨¢neos en funci¨®n de la etnia y el sexo". La autora pone como ejemplo de ello el caso de la campa?a de recogida de la fresa de Huelva en 2002, con la contrataci¨®n en origen de trabajadoras polacas.
Retornos
El estudio analiza tambi¨¦n la evoluci¨®n de las din¨¢micas de retorno en las poblaciones de emigrantes en Andaluc¨ªa. As¨ª, Ja¨¦n, Granada, C¨®rdoba y Almer¨ªa son las provincias en las que el retorno ha tenido un mayor peso en su crecimiento demogr¨¢fico en los ¨²ltimos a?os. El volumen total de la poblaci¨®n potencial que alimenta la corriente de retorno hacia Andaluc¨ªa, desde finales de los ochenta, supera ampliamente los dos millones de personas.
Esta situaci¨®n ha corregido parcialmente los movimientos migratorios sufridos en Andaluc¨ªa desde la d¨¦cada de los sesenta. En aqu¨¦lla ¨¦poca eran 34,8 los emigrantes que hab¨ªa por cada mil habitantes en Andaluc¨ªa; en la d¨¦cada de los setenta, 19,97; y 5,56 en los ochenta, muy similar a los 5,19 del conjunto de Espa?a.
Esta investigaci¨®n de la profesora Raquel Mart¨ªnez va a servir de base al Consejo Econ¨®mico y Social (CES) de la provincia de Ja¨¦n para el dictamen sobre la influencia de la inmigraci¨®n en el mercado de trabajo que va a elaborar pr¨®ximamente.
El presidente del CES, Manuel Parras, justific¨® este inter¨¦s en que no se puede cerrar los ojos a un colectivo que ya supone el 8% de toda la poblaci¨®n espa?ola.
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