Recovecos

El primer paso importante de la Justicia para atajar los desmanes urban¨ªsticos en Marbella fue que los jueces de M¨¢laga se pusieran de acuerdo en que el ¨²nico PGOU vigente en la localidad era el de 1986. Hizo falta una d¨¦cada para llegar a ese punto y como los pisos tienen un plazo de ejecuci¨®n bastante menor, las notarias se llenaron de escrituras antes que de jurisprudencia. Ahora hay 80 resoluciones del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa declarando ilegales m¨¢s de 6.000 viviendas y se ha abierto el camino para otras 200 impugnaciones que est¨¢n pendientes. El problema ha sido que mientras los magistrados dictaban autos contradictorios y el urbanismo se sub¨ªa al limbo jur¨ªdico, los ladrillos segu¨ªan su camino ascendente. Por eso, los compradores se enteran ahora de que sus pisos son ilegales leyendo el peri¨®dico sentados en la terraza del edificio que supuestamente habr¨ªa que demoler.

Una vez resuelto que las promociones se hicieran contra la legalidad, el paso siguiente fue llevar por la v¨ªa penal a los autores de los desmanes. El camino est¨¢ siendo igual de complicado. Hasta ahora una veintena de causas seguidas contra el ex alcalde Juli¨¢n Mu?oz y antiguos ediles del Gil est¨¢n bloqueadas porque los jueces han atendido la denominada "prejudicialidad administrativa". O sea, antes de delimitar si la licencia era o no legal, no se pod¨ªa ir a la v¨ªa penal contra el infractor. Por ese recoveco y a pesar de las reiteradas protestas de la Fiscal¨ªa, la Audiencia y los juzgados de lo Penal han despachado recurso tras recurso, impidiendo llevar a juicio a los concejales que autorizaron licencias en contra de la ley. Ahora acaba de producirse un hecho importante. Un juez de M¨¢laga ha dictado el primer auto que da prioridad a la v¨ªa penal frente a la jurisdicci¨®n contenciosa. S¨®lo falta confiar en que no se trate del cambio de criterio de un magistrado, sino ¨¦l de todos. Aunque seguramente ser¨¢ mucho suponer. Si ambas interpretaciones hubieran sido las iniciales, la mayor¨ªa de las causas habr¨ªan sido ya juzgadas y sentenciadas. Los ciudadanos tendr¨ªan la sensaci¨®n de que la Justicia tambi¨¦n funciona en Marbella y la ciudad har¨ªa tiempo que se habr¨ªa ahorrado algunos que otros muchos concejales. Y algunos que otros muchos pisos ilegales.