Dos hermanas que se ven seis horas al a?o
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Carmen E. M., de 31 a?os, empleada del servicio de recogida de basuras de Sevilla, movi¨® cielo y tierra desde que la polic¨ªa se llev¨® a sus dos hijas el 18 de julio de 2000 tras ser declaradas en desamparo por la Junta de Andaluc¨ªa. Pag¨® de tapadillo a un abogado de oficio de poco escr¨²pulo, implor¨® en cada despacho por el que peregrin¨® y lleg¨® a invertir su mes de vacaciones en 2003 en concentraciones diarias ante la delegaci¨®n provincial de Asuntos Sociales de Sevilla para exigir el regreso de sus hijas. "Me han quitado la vida", repite a cada poco.
Desde hace unas semanas sonr¨ªe m¨¢s. La Audiencia de Sevilla dict¨® el 19 de enero un auto que le da la raz¨®n y revoca la resoluci¨®n del Juzgado de Primera Instancia N¨²mero 17 de Sevilla a favor del desamparo, lo que significar¨¢ el regreso de ambas ni?as, de 10 y 9 a?os, con su madre. El texto est¨¢ plagado de cr¨ªticas hacia la Administraci¨®n por considerar que retir¨® a las peque?as por carencias de ¨ªndole material. "La situaci¨®n de las menores en relaci¨®n con el comportamiento de la madre en modo alguno puede calificarse como de abandono o desamparo, sino m¨¢s bien al contrario", esgrimen los jueces.
El proceso ante la Audiencia permiti¨® descubrir que la benjamina padece el s¨ªndrome de Cornelia de Lange, que se caracteriza, entre otros rasgos, por las autolesiones que se causan los ni?os en la etapas de formaci¨®n del lenguaje, lo que descart¨® por completo que se debieran a la desatenci¨®n familiar. El auto censura los argumentos empleados en informes t¨¦cnicos para resaltar la incapacidad de la madre -posee una leve discapacidad intelectual- para cuidarlas, una conclusi¨®n a la que se llega a partir de ejemplos de esta guisa: "No le prepara bocadillo sino que se lo compra, o para una fiesta de disfraces le compr¨® un traje de talla grande, o no consigue que la ni?a le obedezca cuando la va a recoger al colegio". Los jueces consideran que una ayuda de los servicios sociales le habr¨ªa permitido a Carmen tener una vida familiar "propia e independiente". En 2000, la mujer resid¨ªa junto a sus hijas en el hogar de sus padres. En los cuatro a?os y medio que llevan separadas, ha visitado regularmente a la menor en el centro de protecci¨®n donde reside. En el ¨²ltimo encuentro le ocult¨® a su pesar la decisi¨®n del tribunal, que ordena que regrese a la casa materna en el plazo de un mes, a partir de la notificaci¨®n del auto al Juzgado de Instrucci¨®n N¨²mero 17.
El retorno de la mayor es m¨¢s complejo y se realizar¨¢ de forma "progresiva". Carmen la vio por ¨²ltima vez el 15 de agosto de 2001. Un mes despu¨¦s fue entregada en acogimiento preadoptivo, con la consiguiente separaci¨®n de ambas hermanas "ante la dificultad de encontrar a una familia que acogiera a las dos, posiblemente debido a la enfermedad mental de la m¨¢s peque?a". Las hermanas, desde entonces, se han visto seis horas al a?o. "Ni los presos m¨¢s peligrosos tienen semejante r¨¦gimen", reprocha el abogado Enrique Carrasquilla, quien tramit¨® el recurso que finalmente da la raz¨®n a Carmen.
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