"M¨¢s guay que la choza blanca"

"Nuria (Carrasco) es m¨¢s imaginativa y Jos¨¦ (Noguero) ha inventado cosas m¨¢s tristes". El cr¨ªtico de arte se llama Nacho del Valle y tiene nueve a?os. Habla con soltura de la obra de dos artistas que reflexionan sobre la casa desde distinta perspectiva. "No le gusta mucho la pl¨¢stica, pero lo traje al taller y ha vuelto a casa fascinado", explica su padre.

Mientras que la obra de Jos¨¦ Noguero pretende plasmar la profunda espiritualidad de la vida cotidiana en Oriente en una atm¨®sfera fr¨ªa, con materiales como el hierro y el acero, Nuria Carrasco tiene como centro de su exposici¨®n una fr¨¢gil escultura con forma de casa. Los ni?os atraviesan sin descanso la estructura una y otra vez. "Es como una caba?a, pero es chula porque est¨¢ colgada del techo y la podemos tocar", dice Carmen de siete a?os.

Es sin duda la estrella del taller, la obra Casa propia, de Nuria Carrasco. Una escultura en papel de seda donde al espectador le est¨¢ permitido entrar. A partir del concepto de identidad, la artista pretende "descubrir al espectador los significados ocultos de lo cotidiano".

Los p¨¢rvulos desvelan lo oculto desde su singular sentido com¨²n. A Carmen la obra de Nuria Carrasco le parece un sinsentido: "Las casas flotantes pueden aparecer en la imaginaci¨®n, pero no se puede vivir flotando en el aire y esta casa no tiene puertas. Ah¨ª no puede vivir nadie", denuncia con vehemencia y segura de s¨ª misma. "Adem¨¢s, te entra fr¨ªo por los pies", a?ade Ignacio.

Tras recibir el primer d¨ªa las explicaciones de las pedagogas sobre las intenciones de los artistas, los ni?os sacaron sus conclusiones y ayer se pusieron manos a la obra. Con fotocopias de las obras y tijera y pegamento en mano elaboraron collages e interpretaron su visi¨®n acerca de la casa y el hogar. "?sta es mi familia, ¨¦sta soy yo y aqu¨ª est¨¢ mi casa... ?verdad que es mucho m¨¢s guay que esta choza blanca?" interroga Patricia con picard¨ªa.