Armas de destrucci¨®n masiva con champ¨² anticaspa
UNA EXTRA?A FORMA de vida alien¨ªgena se precipita a bordo de un meteorito sobre el Glen Canyon, Arizona. Su biolog¨ªa, basada en el nitr¨®geno (sic), no tarda en adaptarse a las nuevas condiciones ambientales de nuestro peque?o para¨ªso azul (si Charles Darwin levantara la cabeza...). Ni el napalm, ni las m¨¢s devastadoras armas de manufactura humana, parecen frenar el impetuoso avance de las huestes alien¨ªgenas que, en pocos d¨ªas, podr¨ªan llegar a dominar el planeta. El fin de la humanidad parece m¨¢s pr¨®ximo que nunca... As¨ª las cosas en una modesta escuela secundaria: un profesor, sus alumnos y varios ayudantes intentan ingeniar nuevos m¨¦todos con los que combatir al enemigo del espacio exterior. No sin buenas dosis de imaginaci¨®n y miop¨ªa cient¨ªfica, como se ver¨¢...
"Selenio... Quiz¨¢ sea la soluci¨®n", afirma el Dr. Ira Kane (David Duchovny). "Estoy mirando la tabla peri¨®dica de tu camiseta y se me ocurre cu¨¢l puede ser la clave. Qu¨ªtatela, te lo ense?ar¨¦", sostiene Kane, ante la mirada at¨®nita de su colega, la Dra. Alison Reed.
-?S¨ª!, exclaman con inusitada alegr¨ªa sus estudiantes...
-?No! De eso ni hablar.
-De acuerdo. Mira: somos una forma de vida basada en el carbono. Si bajamos hacia aqu¨ª, encontramos nuestro veneno: el ars¨¦nico. Kane esboza un movimiento, cual caballo de ajedrez, a lo largo de la tabla peri¨®dica: dos cuadros hacia abajo y uno a la derecha.
-Los aliens se basan en el nitr¨®geno... Si realizamos el mismo movimiento hacia abajo y hacia aqu¨ª, ?qu¨¦ nos encontramos?
-El selenio, responde la Doctora Reed.
-Quiz¨¢ sea tan letal para ellos como el ars¨¦nico para nosotros.
Esperp¨¦ntico di¨¢logo que corresponde a la comedia-ficci¨®n Evoluci¨®n (Evolution, 2001), filme dirigido por Ivan Reitman que reinventa los usos y logros de la famosa tabla peri¨®dica de los elementos.
Propuesta por el qu¨ªmico ruso Dmitri Ivanovich Mendeleiev, la tabla peri¨®dica agrupa los elementos conocidos seg¨²n su masa at¨®mica. Cada columna de elementos responde a propiedades qu¨ªmicas similares (una misma valencia o afinidad para combinarse con otros ¨¢tomos, por ejemplo). Parte de las innumerables virtudes de la tabla peri¨®dica fueron demostradas all¨ª donde Mendeleiev hab¨ªa dejado huecos, por no existir elementos conocidos con tales propiedades en su tiempo. As¨ª, a?os despu¨¦s, elementos como el galio, el escandio o el germanio vendr¨ªan a ocupar dichas posiciones. El elemento 101, perteneciente al grupo de los act¨ªnidos, fue bautizado en su honor como mendelevio.
Pero volvamos con el filme Evoluci¨®n y con su uso pintoresco del selenio: Wayne Grey, el testigo presencial de la ca¨ªda del meteorito, parece aportar ciertas dosis de juicio a la escena: "De acuerdo, selenio. ?Cu¨¢nto hace falta?".
A lo que el Dr. Kane responde, sin apenas asomo de duda: "2.000 litros podr¨ªan bastar... Deber¨ªan bastar".
?Deber¨ªan? A estas alturas, nadie ha probado todav¨ªa la hip¨®tesis del "salto de caballo", pero no importa: mejor pasar directamente a estimar las dosis necesarias...
"?2.000 litros? Mmmm.... No quiero ser aguafiestas pero, ?de d¨®nde los sacamos a estas horas?", inquiere, perplejo, Wayne Grey.
"No hay problema", sostiene uno de los estudiantes de Kane: "F¨®rmula HS".
"?El champ¨² anticaspa?", se pregunta el ge¨®logo Harry Phineas Block (as¨ª como millones de espectadores).
"S¨ª, exactamente. El ingrediente activo es el sulfuro de selenio".
La idea les vale a los dos j¨®venes un sobresaliente, a la humanidad una nueva oportunidad y al p¨²blico cierto sonrojo. El resto del filme resulta predecible: cientos de botes de champ¨² vaciados en el contenedor de un coche de bomberos y la hecatombe final cuando el alien¨ªgena resulta literalmente ba?ado en champ¨² terrestre. O lo que es lo mismo: los productos de higiene personal como armas de destrucci¨®n masiva.
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