10 millones de mexicanos en el extranjero podr¨¢n votar en 2006

Los mexicanos residentes en el extranjero, unos 10 millones, podr¨¢n votar por primera vez en la historia en las elecciones presidenciales de 2006, tras la amplia reforma de la ley electoral que acaba de aprobar la C¨¢mara de Diputados. La medida es de suma importancia ante unos comicios que, seg¨²n todas las encuestas, ser¨¢n muy re?idos entre el Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), en el Gobierno, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD).

La reforma obtuvo el consenso de los tres grandes partidos, que conf¨ªan en obtener buenos r¨¦ditos electorales. El resultado de la votaci¨®n no admite dudas: 391 diputados a favor, 5 en contra y 22 se abstuvieron. El proyecto pasar¨¢ ahora al Senado para su ratificaci¨®n. Seg¨²n c¨¢lculos del Gobierno, la reforma puede otorgar el derecho a voto a unos 10 millones de mexicanos que residen en el extranjero, la mayor¨ªa en EE UU y Canad¨¢. Esta cifra incluye tanto a los que tienen papeles en regla como a los que carecen de ellos.

A falta de un censo en M¨¦xico de los emigrantes, hay que tomar con muchas reservas estas cifras. Un n¨²mero m¨¢s realista de los mexicanos en el extranjero que podr¨ªan votar en las elecciones de 2006 se acerca a los dos millones, seg¨²n las primeras estimaciones sobre qui¨¦nes cuentan con credencial de elector.

Los mexicanos que emigraron de su pa¨ªs y que durante d¨¦cadas han sido ignorados por los pol¨ªticos se convierten de la noche a la ma?ana en un fil¨®n de oro ante los pr¨®ximos comicios. Su aportaci¨®n puede ser decisiva en la elecci¨®n del presidente, sobre todo en las zonas rurales, donde el emigrante tiene un gran arraigo y es visto en muchos casos como el triunfador y ejemplo a seguir. Por otra parte, los partidos esperan obtener nuevas v¨ªas de financiaci¨®n a trav¨¦s de los mexicanos en el exterior, por mecanismos que la reforma no establece con claridad. Los gastos de campa?a podr¨¢n aumentar hasta un 10%.

No est¨¢ claro qu¨¦ partido puede ser el gran beneficiario del voto en el extranjero. El PRD, cuyo aspirante, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, encabeza las intenciones de voto, tiene experiencia en hacer campa?a entre los emigrantes. Cuauth¨¦moc C¨¢rdenas abri¨® el camino en las elecciones de 1988 en ciudades como Los ?ngeles y Chicago. Adem¨¢s, hay que contar con que los Estados de Zacatecas y Michoac¨¢n, origen de buena parte de la migraci¨®n mexicana a EE UU, est¨¢n gobernados por el PRD.

La aplicaci¨®n de la reforma no ser¨¢ f¨¢cil, seg¨²n los comentarios de los m¨¢s esc¨¦pticos, que recuerdan que el Instituto Federal Electoral (IFE) tendr¨¢ que a?adir a su compleja estructura la creaci¨®n de nuevas delegaciones para atender a los nuevos electores. Nada han dicho los diputados del presupuesto del IFE, que tendr¨¢ la responsabilidad de organizar las elecciones en el extranjero, pero sin recursos financieros y jur¨ªdicos suficientes.

La nueva ley establece la creaci¨®n con car¨¢cter temporal de una estructura del IFE en el extranjero que permita el registro, centros de votaci¨®n y la delimitaci¨®n de las campa?as. La junta general ejecutiva de este organismo determinar¨¢ los pa¨ªses donde podr¨¢n votar los mexicanos, as¨ª como el establecimiento de las delegaciones locales en el extranjero. La autoridad electoral realizar¨¢ el empadronamiento de mexicanos residentes en EE UU que no cuenten con su credencial de votaci¨®n.

Los candidatos podr¨¢n hacer campa?a en el extranjero, con m¨ªtines y colocaci¨®n de propaganda, pero no podr¨¢n contratar espacios de publicidad en radio y televisi¨®n de propiedad extranjera.