Las vanguardias mediatizadas
Esta exposici¨®n re¨²ne 34 obras de 16 artistas internacionales actuales. Aclaremos que el museo de arte de la ciudad alemana de Wolfsburg fue inaugurado en 1994, en principio para ser sede de exposiciones temporales o kunsthalle, pero, gracias a su primer director, el holand¨¦s Gisj van Tuyl, recientemente nombrado director del Stedelijk de Amsterdam, emprendi¨® la formaci¨®n de una colecci¨®n propia, marcada por la pauta cronol¨®gica de iniciarse con obras realizadas a partir de 1968, una pauta que, desde el punto de vista te¨®rico y museogr¨¢fico, es hoy dominante. Remarquemos tambi¨¦n que la Fundaci¨®n Juan March, en v¨ªsperas de conmemorar su medio siglo de existencia, ha llevado una espl¨¦ndida tarea de difusi¨®n del arte contempor¨¢neo en nuestro pa¨ªs, pero caracterizada hasta ahora por centrar su inter¨¦s en las vanguardias hist¨®ricas del siglo XX, salvo excepciones, que se han referido a la exhibici¨®n de algunos maestros del expresionismo abstracto y el pop-art norteamericanos o alguna incurso ex¨®tica al arte "sin edad". Nos encontramos, pues, ante un cambio de orientaci¨®n muy significativo, aunque todav¨ªa resulte prematuro evaluar. En todo caso, sea cual sea su continuidad, es un s¨ªntoma m¨¢s de la absorci¨®n del panorama art¨ªstico por la actualidad o quiz¨¢ solo un intento de coordinarse con el fen¨®meno Arco.
CONTEMPOR?NEA. KUNSTMUSEUM WOLFSBURG
Fundaci¨®n Juan March
Castell¨®, 77. Madrid
Hasta el 10 de abril
Desde una perspectiva sociol¨®gica, el inter¨¦s de esta convocatoria es indudable, como tambi¨¦n lo es el acertado tacto de la Fundaci¨®n Juan March para afrontar el nuevo horizonte a trav¨¦s de una colecci¨®n de un museo, una senda bien trillada por esta instituci¨®n, as¨ª como la elecci¨®n del mismo y la alta calidad de sus fondos, todo lo cual redunda en beneficio de que el panorama del arte actual ofrecido sea serio y contundente. De esta manera, el visitante, al margen de qui¨¦n sea el propietario de la colecci¨®n o c¨®mo se haya seleccionado lo ahora expuesto, puede tener la garant¨ªa de hallarse ante algo est¨¦ticamente muy decoroso y, adem¨¢s, dentro de lo que cabe, muy representativo de los medios hoy m¨¢s usados por los creadores a la ¨²ltima. Nos encontramos, en fin, con artistas de varias generaciones, desde el ya fallecido Mario Merz, nacido en Mil¨¢n en 1925 y muerto en Tur¨ªn en 2003, hasta el brit¨¢nico Richard Billingham, que vino al mundo en 1970 en Birmingham, 45 a?os despu¨¦s que el italiano. Entremedias hay una panoplia de artistas de muy diferentes nacionalidades, como el japon¨¦s Araki, el franc¨¦s Boltanski, los tambi¨¦n brit¨¢nicos Tony Cragg y Damien Hirst, el holand¨¦s Jan Dibbets, los suizos Peter Fischli/David Weiss, el coreano Nam June Paik, el belga Luc Tuymans, el canadiense Jeff Wall, los alemanes Andreas Gursky y Thomas Sch¨¹tte, y los estadounidenses Bruce Nauman y Cindy Sherman, la mayor parte de los cuales nacieron antes de 1960, lo que resta a su presencia el agobiante estigma de la omnipresente "emergencia", o, si se quiere, que son artistas sobradamente maduros.
Dicho esto, as¨ª como que
el criterio de las obras escogidas, su montaje y presentaci¨®n en todos los aspectos tiene un marchamo de dignidad profesional no demasiado frecuente en el confuso y atropellado presente, no podemos dejar de se?alar la sensaci¨®n agobiante de estar, una vez m¨¢s, ante lo mismo; esto es: ante lo que simult¨¢neamente nos ofrecen ferias, documentas, bienales, subastas, galer¨ªas y museos, todos cortados por el mismo patr¨®n de la mercanc¨ªa ¨²ltima. En este sentido, aunque los fondos del museo de Wolfsburg tengan como punto de arranque la fecha de 1968, entre las 34 obras seleccionadas, s¨®lo hay una de 1968, 4 fechadas en la d¨¦cada de 1970, 4 en la de 1980, pero ?21! en la de 1990 y 2 del todav¨ªa sin doblar el ecuador de 2000. ?Con raz¨®n aluden los organizadores a que han puesto el ¨¦nfasis en los noventa! Vamos: como que deber¨ªa haber sido titulada la muestra Los noventa en la colecci¨®n del Wolfsburg. De manera que, al margen de la exposici¨®n en concreto que da pie a este comentario, esto es lo que hoy se entiende, sea a trav¨¦s de un museo, una kunsthalle, una feria o una bienal, por el supuesto panorama de la "casi" segunda mitad del siglo XX: una excusa para, con cualquier motivo, cronolog¨ªa o tesis, insistir en los "40 principales" de ahora mismo a trav¨¦s de la m¨¢s machacona publicidad, lo cual concierta, por otra parte, con la no menos insistente indicaci¨®n de que todo empez¨® en 1968, no por cierto porque se produjese otra revoluci¨®n est¨¦tica que la del advenimiento de la masiva comercializaci¨®n y lanzamiento medi¨¢tico del antes llamado arte de vanguardia.
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