Kameni fue m¨¢s decisivo que Eto'o

Harto de ser el acompa?ante del derby, el Espanyol se subi¨® anoche a la chepa del Bar?a y firm¨® un empate en el Camp Nou que no est¨¢ nada mal por ser quien era el contrario y porque ratifica sus opciones europeas. A efectos de reivindicaci¨®n, y si se trataba de fastidiar al l¨ªder, los blanquiazules salieron todav¨ªa m¨¢s contentos del estadio ante la cara de preocupaci¨®n del Barcelona.

Harto de ser el acompa?ante del derby, el Espanyol se subi¨® anoche a la chepa del Bar?a y firm¨® un empate en el Camp Nou que no est¨¢ nada mal por ser quien era el contrario y porque ratifica sus opciones europeas. A efectos de reivindicaci¨®n, y si se trataba de fastidiar al l¨ªder, los blanquiazules salieron todav¨ªa m¨¢s contentos del estadio ante la cara de preocupaci¨®n del Barcelona.

Muy fecundos en otros tiempos, a los azulgrana les cuesta ahora Dios y ayuda poner el punto y final a los partidos. Anoche se quedaron secos por culpa suya, pues les falt¨® punter¨ªa, y tambi¨¦n del rival, excelente defensivamente, insuperable tanto con once como con diez futbolistas desde la expulsi¨®n de Jarque cuando quedaba a¨²n mucha tela por cortar.

T¨¢cticamente, el equipo de Lotina se marc¨® un buen partidoo ante el de Rijkaard, que de alguna manera regal¨® media parte en su comprensible intento de refrescar a un plantel muy fatigado. Al final, Kameni, magistral de principio a fin, prodigioso a la hora de sacar las manos, le pudo a Eto'o en una noche que invitaba m¨¢s a abrigarse que a exhibirse porque hac¨ªa un fr¨ªo del carajo y el campo no registraba siquiera media entrada. El marcador, in¨¦dito desde el bando azulgrana, estuvo acorde con el d¨ªa invernal. Nada mejor para sancionar un derby furtivo que un empate a cero. El factor campo no cont¨® y el rival bien que lo agradeci¨®.

A los dos entrenadores pareci¨® afectarles por igual la peculiaridad de un partido tan medi¨¢tico por la gran audiencia que tendr¨¢ como clandestino por la poca hinchada que acudi¨® al estadio. Ausentes los dos revoltosos del equipo, De la Pe?a y Tamudo, el Espanyol se tap¨® con un tercer central como Jarque, camuflado de medio centro, en un intento de estrangular la l¨ªnea de creaci¨®n azulgrana. Acert¨® Lotina. A Rijkaard le dio tambi¨¦n por endurecer la alineaci¨®n, y dispuso un once de tallo muy largo y f¨ªsico, con Gerard y Maxi en lugar de Albertini e Iniesta, sin extremos y un solo lateral, Gio, signo de que al t¨¦cnico del Bar?a le interesaba reforzar el juego a¨¦reo y reactivar el f¨²tbol de ataque, muy escaso ¨²ltimamente. Err¨® Rijkaard.

Aunque siempre tiene alguna que otra oportunidad, y anoche Lopo se venci¨® nada m¨¢s salir en una acci¨®n que Eto?o no pudo remachar ante Kameni, al Bar?a le cuesta enfocar la porter¨ªa contraria. Ayer disminuy¨® de entrada su productividad atacante porque baj¨® la velocidad que le llev¨® a ser imparable. Jug¨® centrifugado y a un ritmo f¨¢cil de seguir para el rival. Ya no desequilibraba con el pase multiplicador de sus medios ni profundizaba por las bandas porque no ten¨ªa aleros que pusieran la pelota en el ¨¢rea. No se discut¨ªa la jerarqu¨ªa que le concede el liderato sino que se constataba que se hab¨ªa desdibujado y vulgarizado.

Al Espanyol le llev¨® poco tiempo matar el partido. Apret¨® las l¨ªneas, presion¨® al rival, redujo los espacios y hasta se qued¨® con la pelota. Muy bien trabajado y organizado, ocup¨® el campo de manera tan s¨®lida y racional que pareci¨® m¨¢s equipo incluso que el Barcelona. Nadie le ped¨ªa m¨¢s de cuanto ofrec¨ªa con una cierta categor¨ªa. Vigilantes defensivamente, los azulgrana no se reencontraban, no daban con el hilo del partido, no mezclaban ni conectaban, alejado como quedaba Ronaldinho, exigido como estaba Gerard en los rechaces. No sab¨ªan como darle salida al bal¨®n ni profundizaban. Recuperaban y perd¨ªan la pelota sin tiempo para distinguir el acierto del error. El suyo fue un esfuerzo tan grande como bald¨ªo. Ofensivamente llegaron negados al descanso.

A Rijkaard no le qued¨® m¨¢s remedio que volver sobre sus pasos y desdecirse para intentar cambiar un partido que al Bar?a se le estaba haciendo demasiado largo. Aparecieron en escena Belletti e Iniesta, justamente por Gerard y Maxi, y el equipo tuvo m¨¢s aire, despliegue y peligro. Ronaldinho tom¨® el callej¨®n del 10 y en un minuto puso dos remates de gol en el ¨¢rea de Kameni, soberbio en el rechace de un tiro de Iniesta y m¨¢s tarde ante un cabezazo de Eto'o. Muy apurado, al Espanyol no le qued¨® m¨¢s remedio que recular y las pas¨® canutas para combatir la llegada, velocidad e intensidad del f¨²tbol que generaron los azulgrana desde una posici¨®n en la cancha m¨¢s cuerda que la de salida.

Le costaba al Bar?a acertar porque le faltaba precisi¨®n, Eto'o andaba sorprendentemente lento en el ¨¢rea peque?a y Kameni parec¨ªa imbatible de tantas pelotas como rechazaba. El camerun¨¦s se adorn¨® con ganas ante la falta de malicia del Bar?a, que dispuso de casi media hora de superioridad num¨¦rica por expulsi¨®n de Jarque por una patada muy fea sobre M¨¢rquez. Pero por m¨¢s vueltas que le dio, y por mucho que Ronaldinho quedara desquiciado, el Bar?a no encontr¨® la manera de batir al portero del Espanyol. Al igual que ya ocurri¨® en Soria, y con vistas a la Liga, el valor del empate queda a expensas del resultado que hoy obtenga el Madrid. El Barcelona se ha parado justamente cuando ten¨ªa la l¨ªnea de meta a la vista.