"Hay un viraje en la calidad intelectual de Andaluc¨ªa"
Una de las primeras cosas que hace Salvador Giner (Barcelona, 1934) al comenzar la entrevista concedida es disculparse por repetir el pronombre personal "yo". "Pero bueno, supongo que se trata de hablar de m¨ª en esta entrevista", dice con resignaci¨®n. Algo abrumado se le ve a este soci¨®logo, uno de los m¨¢s reconocidos dentro y fuera de Espa?a. Abrumado, quiz¨¢s, porque desde ayer por la tarde hasta hoy sus amigos, disc¨ªpulos y compa?eros le est¨¢n homenajeando en C¨®rdoba tras su jubilaci¨®n en septiembre del a?o pasado.
Pero ¨¦l mismo reconoce que, dentro de lo que cabe, no se siente tan inc¨®modo: "Supongo que si me hicieran uno de esos homenajes tradicionales, yo no sabr¨ªa d¨®nde meterme... Pero si se re¨²nen unos cuantos amigos y gente que ha estudiado conmigo para charlar de nuestras cosas es algo m¨¢s ¨ªntimo y agradable". "Adem¨¢s, tampoco puedo evitar que me hagan esto", sentencia socarr¨®n.
"Antes, todo los que estaba al sur de Despe?aperros era muy dif¨ªcil", dice Giner
El centro de investigaci¨®n sociol¨®gica de C¨®rdoba ha sido un ¨¦xito "extraordinario"
Giner est¨¢ sentado en una de las sillas de la sala de reuniones del Instituto de Estudios Sociol¨®gicos de Andaluc¨ªa (IESA), donde se celebra el acto. "Me siento como en mi casa, aunque vivo lejos [actualmente ejerce como catedr¨¢tico em¨¦rito en la Universidad de Barcelona] ¨¦ste es mi instituto".
?l fue uno de los principales impulsores de la creaci¨®n del IESA. Del Centro de Investigaci¨®n de Estudios Sociol¨®gico primigenio nacieron hace a?os tres peque?as sedes: una en Madrid, otra en Barcelona y otra en C¨®rdoba. De las tres, s¨®lo queda en pie la andaluza, que actualmente dirige Manuel P¨¦rez Yruela, el principal impulsor del homenaje a su maestro y compa?ero. "Yo fui director de esta instituci¨®n durante 30 segundos", bromea el soci¨®logo, "hasta que nombramos a P¨¦rez Yruela".
"El centro que ha sido un ¨¦xito extraordinario ha sido el de C¨®rdoba. Tal vez resida en que es mixto: el Ayuntamiento de C¨®rdoba le cedi¨® un edificio extraordinario, que no se puede ni imaginar en Madrid, (...) y luego tiene el apoyo de la Junta de Andaluc¨ªa y trabajan para otras instituciones". El soci¨®logo no deja pasar la ocasi¨®n para echar flores tanto al director del instituto como al subdirector, Eduardo Moyano: "Gran parte del ¨¦xito se debe a estos dos ingenieros agr¨®nomos... ?El homenaje hay que hac¨¦rselo a ellos!"
Lo cierto es que "el ¨¦xito" del IESA, del que Giner dice que es "uno de los mejores institutos de Espa?a, si no el mejor", es para ¨¦l un reflejo del "milagro" andaluz fruto de la "tenacidad". "Antes, todo lo que estaba al sur de Despe?aperros era muy dif¨ªcil. Ahora, en Andaluc¨ªa hay mucho desarrollo en investigaci¨®n cient¨ªfica, en biom¨¦dica. Las cosas est¨¢n cambiando. Antes la investigaci¨®n no se hac¨ªa al sur de Madrid. Hay un viraje en la calidad intelectual de Andaluc¨ªa impresionante, y el IESA es un ejemplo (...) Esto es como si comparas dos equipos de f¨²tbol, uno grande y otro peque?o, y ves como el peque?o, con menos presupuesto, es mejor o igual que el grande".
Durante la conversaci¨®n, Salvador Giner repite varias veces la palabra "calidad", algo que parece que busca de forma incansable. Si se le pregunta cu¨¢l es la obra de la que se siente m¨¢s orgulloso de toda su producci¨®n cient¨ªfica, lo primero que deja claro es que cada vez que ve un escrito suyo lo primero que hace es coger un bol¨ªgrafo rojo porque le "horroriza ver que todo es imperfecto". "Todo lo ves inacabado", afirma.
De hecho, sostiene que la obra a la que le tiene m¨¢s "cari?o" es su Historia del Pensamiento Social, uno de los manuales m¨¢s difundidos en las universidades espa?olas, porque la puede retocar "constantemente" cuando se hacen las reediciones: "En 1991, la revis¨¦ muy a fondo y ahora me entran ganas de volverla a tocar".
Giner naci¨® en Barcelona, pero ha vivido en media Europa y en Estados Unidos. Perteneci¨®, como el mismo lo define, al segundo exilio provocado por la dictadura franquista: "En Espa?a hubo dos exilios: el del 39, en el que soci¨®logos muy importantes tuvieron que salir por piernas, y un segundo, en el que yo me incluyo... No digo que si nos qued¨¢ramos nos iban a matar, pero hab¨ªa que irse fuera a estudiar porque no hab¨ªa nada aqu¨ª. Todos nos ¨ªbamos y yo me fui a Colonia (Alemania) con una mano delante y otra detr¨¢s". En 1986, regres¨® a Espa?a.
Desde Alemania, Francia o Estados Unidos, Salvador Giner siempre estuvo vinculado, de un modo u otro, al movimiento antifranquista. "Estoy vivo de casualidad. Los Cruzados de Cristo Rey pusieron una bomba en la redacci¨®n de la revista Ruedo Ib¨¦rico
[conocida por su beligerancia contra Franco] en Par¨ªs", recuerda el soci¨®logo.
Giner tambi¨¦n recuerda de aquella ¨¦poca a algunos de los que se quedaron en Espa?a y colaboraron con el r¨¦gimen franquista, aunque no quiere dar nombres. "Ten¨ªamos que elegir y ellos eligieron lo que hab¨ªa". Giner declina "demonizarlos", porque algunos de ellos ahora son amigos y compa?eros, pero recuerda con sorna el intento que se hizo en Espa?a de crear un centro sociol¨®gico: "El se?or Fraga [Manuel Fraga Iribarne, presidente fundador del PP y de la Xunta gallega], del que corre un rumor persistente de que es inmortal y de que todav¨ªa sigue en su puesto, intent¨® crear un instituto de la opini¨®n p¨²blica en un pa¨ªs en el que no hab¨ªa opini¨®n p¨²blica porque no hab¨ªa democracia. Recuerdo como los soci¨®logos nos re¨ªamos".
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