Maria del Mar Bonet y su disco m¨¢s m¨¢gico, 'Amic, amat'
Ha llovido mucho desde la noche en que, en L'Ovella Negra de Barcelona, Maria del Mar Bonet actu¨® por vez primera como miembro de Els Setze Jutges. Era el 19 de diciembre de 1966. Desde entonces, con una dedicaci¨®n cada vez m¨¢s apasionada e intensa a un oficio ejercido con un rigor ejemplar, la cantautora mallorquina se ha impuesto gracias a su exquisita sensibilidad art¨ªstica y a su gran sentido de autoexigencia. Todo ello le ha sido reconocido con la reciente concesi¨®n del Premio Ciutat de Barcelona de M¨²sica, otorgado a su ¨²ltima producci¨®n discogr¨¢fica, Amic, amat, sin duda su obra m¨¢s m¨¢gica y compleja, de una mediterraneidad pre?ada de acentos lulianos y verdaguerianos pasados por el m¨¢s variado tamiz de la tradici¨®n musical de las dos riberas del Mediterr¨¢neo.
No creo exagerar si afirmo que Amic, amat no s¨®lo es el mejor disco publicado hasta ahora por Maria del Mar Bonet, sino una de las mejores y m¨¢s complejas obras de toda la discograf¨ªa catalana de las ¨²ltimas d¨¦cadas y, m¨¢s a¨²n, uno de los mejores discos de canci¨®n popular actual publicados en todo el mundo. En poco m¨¢s de una hora, la cantautora mallorquina nos conduce por un profundo recorrido por la m¨²sica mediterr¨¢nea, con una combinaci¨®n inteligente de todo tipo de lenguajes literarios y musicales.
Maria del Mar Bonet ha sabido combinar en una ¨²nica obra algunos de los textos que Jacint Verdaguer escribi¨® en sus Perles del 'Llibre d'Amic e d'Amat' d'en Ramon Llull' (L'amor ¨¦s mar desfeta, Digues Amic, Se nuaven/Alhasmarilon y Digu¨¦ l'Amat a l'Aimador), con una ins¨®lita adaptaci¨®n de una pieza de Bruce Springsteen (Mons apart), pasando por las versiones de dos composiciones del folclor mallorqu¨ªn (Tonada de llaurar y Tonada de segar); algunas adaptaciones de canciones populares de Turqu¨ªa (Eklemedir) y de Oriente Medio (Lamma-bada y Zaran¨ª); la recreaci¨®n de un bell¨ªsimo texto de Umm Al Kiram bint al-Mu'tasim Ibn Sumadih, una poetisa andalus¨ª del siglo XI (Yetemeni/ Em desitja), y la recuperaci¨®n de un poema del mallorqu¨ªn Gabriel Janer Manila (L'amor de les tres taronges), y todo ello completado con dos aut¨¦nticas obras maestras del g¨¦nero: la musicalizaci¨®n de algunos fragmentos de la versi¨®n verdagueriana del salom¨®nico C¨¤ntic dels c¨¤ntics y algunos fragmentos tambi¨¦n de El cant de la sibil.la, la tradicional cantata religiosa de ra¨ªces moz¨¢rabes cuyos or¨ªgenes se remontan a la Mallorca del siglo X.
A nadie se le escapa la variedad de procedencias, lenguajes, estilos y temas de todas estas composiciones, que sin embargo conforman un universo propio en Amic, amat gracias, en primer lugar, a la depurada sensibilidad de la propia Maria del Mar Bonet, pero tambi¨¦n al excelente equipo de colaboradores con que la cantautora mallorquina ha contado para la realizaci¨®n de la obra: desde el Cham Ensemble de Damasco y la Coral Cantiga de Barcelona hasta compositores como Luis Delgado y Feliu Gasull, sin olvidar a instrumentistas como Dimitris Psonis, Jordi Gaspar, Dani Espasa, Roger Blavia, Javier Mas, Jaume Cortadellas y el ya mentado Feliu Gasull.
Me consta que Maria del Mar Bonet anda desde hace ya mucho tiempo m¨¢s que harta de quienes siguen empe?ados en considerar que la can?¨®, lo que en su d¨ªa conocimos como nova can?¨® y hoy es la canci¨®n popular catalana actual, sea observada siempre desde el terreno de la evocaci¨®n m¨¢s o menos nost¨¢lgica o historicista. Su firme y apasionada apuesta por el futuro, como la apuesta de otros de sus m¨¢s veteranos colegas y tambi¨¦n la de algunos de sus seguidores m¨¢s j¨®venes, deber¨ªa merecer mucha mayor atenci¨®n que la muy escasa que tiene entre nosotros. Amic, amat tendr¨ªa que ser un motivo de reflexi¨®n para quienes siguen creyendo que la can?¨® deber¨ªa quedar recluida en el viejo ba¨²l de los recuerdos o a lo sumo, en ¨¢cida versi¨®n raimoniana, en un hipot¨¦tico "museo de la resistencia", como simple testimonio m¨¢s o menos nost¨¢lgico de a?os pasados.
En su conjunto, Amic, amat constituye un ejemplo cabal y perfecto de la cultura mediterr¨¢nea expresada a trav¨¦s de las tres grandes religiones monote¨ªstas, en un sorprendente ejercicio de multiculturalismo cargado de misticismo y sensualidad. El reciente Premio Ciutat de Barcelona viene a reconocer finalmente el trabajo extremadamente riguroso de una gran artista que lleva ya casi cuarenta a?os de exigente e ininterrumpida dedicaci¨®n al mundo de la canci¨®n popular. Su reconocimiento oficial en la ciudad donde reside desde el a?o 1966 no hace m¨¢s que confirmar lo que en el extranjero le ha sido reconocido siempre, como qued¨® recientemente demostrado, por ejemplo, con el prestigioso Premio Luigi Tenco, que el pasado a?o fue concedido en San Remo a Maria del Mar Bonet, Patti Smith y Jane Birkin.
Jordi Garc¨ªa-Soler es periodista.
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