Atletismo grande en el Palacio
Las aspiraciones espa?olas se miden con la llegada de una nueva generaci¨®n europea
Hace un a?o justo, el atletismo espa?ol regres¨® del Mundial en pista cubierta de Budapest sin una mala medalla que llevarse a la boca. Fue la gran decepci¨®n. Una generaci¨®n de atletas acostumbrada al ¨¦xito parec¨ªa acabada. Condenada. Los Juegos de Atenas, las medallas de Paquillo Fern¨¢ndez y Joan Lino Mart¨ªnez, apenas hicieron algo para cubrir la sensaci¨®n de desgaste.
Llega marzo de 2005, se comprueba que Alberto Garc¨ªa sigue sancionado, que Marta Dom¨ªnguez y Yago Lamela siguen lesionados, llegan los Europeos de Madrid y, sin embargo, y pese a todas las premisas negativas, una ola de optimismo desbordado invade al atletismo espa?ol. La misma generaci¨®n cansada, las mismas figuras lesionadas o fuera de combate, los mismos defectos, y, sin embargo, atletas y federativos compiten en las porras para ver qui¨¦n acierta con m¨¢s medallas, las delacraciones de las figuras rebosan de seguridad, el podio parece cosa hecha...
Del negro al blanco en un suspiro. Sin matices grises. "Once medallas", dice David Canal. "Ocho o nueve", afina, Jim¨¦nez Pentinel, que se sobrepone como puede a los altibajos de salud. Todo es alegr¨ªa.
En el Memorial Cagigal, hace una semana, en la misma pista del Palacio, media docena de atletas, el n¨²cleo duro del equipo espa?ol, mostr¨®, simult¨¢neamente, en 45 minutos magn¨ªficos, una fuerza competitiva, un nivel de forma, que recordaban a la din¨¢mica de ¨¦xito, la sensaci¨®n de que todas las victorias eran posibles, que se vivi¨® en 2002, en los Europeos de Viena, en pista cubierta, y en M¨²nich, al aire libre. Ruth Beitia, que siempre est¨¢ a punto de dar el gran salto, que sufre cuando m¨¢s se espera de ella, gan¨® a la rusa Chicherova, la n¨²mero uno de la temporada. Mayte Mart¨ªnez tute¨® de nuevo a la inalcanzable Mutola. Manolo Mart¨ªnez hizo el pino tras lanzar c¨®modamente por encima de los 20 metros. Joan Lino Mart¨ªnez volvi¨® a pasar de los 8 metros. Carlota Castrejana no se inhibi¨® ante la cubano-italiana Magdel¨ªn Mart¨ªnez, Reyes Est¨¦vez mantuvo el tipo en el 1.500. Canal pudo reservarse en el 400 porque el domingo anterior ya hab¨ªa acabado con la pesadilla que le imped¨ªa bajar de 46 segundos. Felipe Vivancos por fin caz¨® a Moracho, los 6,60s en los 60 vallas. Glory Alozie tambi¨¦n floreci¨® en el momento justo y aunque Concha Montaner sigui¨® baja en el salto nadie duda que sus ganas de comerse el mundo la pueden llevar en Madrid hasta longitudes nunca tocadas.
Los espa?oles est¨¢n seguros y si esta afirmaci¨®n antes se pod¨ªa interpretar como s¨ªntoma de que no habr¨ªa apenas competencia internacional, en esta ocasi¨®n es err¨®nea. Pocos de los atletas europeos que ser¨¢n protagonistas del Mundial de Helsinki est¨¢n ausentes del Europeo. Incluso, como suele suceder con la pista cubierta, en la que un tal Borzakowski, de 19 a?os entonces, se revel¨® al mundo en Gante 2000, por ejemplo, una nueva generaci¨®n de atletas empezar¨¢n a hacerse hueco en las mitolog¨ªas de los aficionados. Desgraciadamente, ninguno de los j¨®venes que llegan es espa?ol.
Habr¨¢ un par de franceses, Roland Pognon, de la Martinica, alto y esbelto, de 22 a?os, que ha corrido los 60 metros en 6,45s y puede, con la ayuda de la rapid¨ªsima pista madrile?a, y la altura de 640 metros de la capital, bajar de los 6,40s, entrar en competencia con los americanos. Y estar¨¢ Ladji Doucour¨¦, de 21 a?os, la nueva perla de las vallas que ya se dio a conocer en los Juegos de Atenas.
Y si las figuras de gran fama parecen escasa entre los hombres, y si Heshko apenas tiene appeal fuera de su eficacia, o si al sueco Holm le sucede algo similar, pese a ser campe¨®n ol¨ªmpico de salto de altura, con las mujeres no sucede lo mismo. Estar¨¢n en Madrid la sueca Kl¨¹ft, la heptatleta reina de los Mundiales de Par¨ªs, la rubia campeona en Atenas. Y estar¨¢ la francesa Arron, que lleg¨® a ser reina de la velocidad mundial. Y, volando por encima de todas, estar¨¢ la rusa Isinbayeva, la mejor atleta de 2004, la mujer que llevar¨¢ a la p¨¦rtiga a alturas desconocidas.
Todos ellos, los j¨®venes, las figuras, los espa?oles, prometen lo mismo: tres d¨ªas de atletismo grande en el Palacio.
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