Espa?a, en la diana de Bin Laden
Los informes de los servicios de Informaci¨®n avisaron de la creciente amenaza de un ataque directo
Tres de los escasos analistas de terrorismo islamista con los que contaban las fuerzas de seguridad del Estado se reunieron por separado el 18 de octubre de 2003 con sus hombres en sus respectivas sedes. Sentados frente a un aparato de televisi¨®n, rebobinaron una y otra vez un v¨ªdeo que acababa de emitir Al Yazira, la cadena ¨¢rabe de televisi¨®n con sede en Qatar. Era una nueva declaraci¨®n de Osama Bin Laden desde su refugio secreto, posiblemente en las monta?as de Afganist¨¢n. Un mensaje de 16 minutos de duraci¨®n dirigido al mundo en el que por primera vez cit¨® a Espa?a entre sus objetivos por su apoyo a la guerra de Irak.
"Nos reservamos el derecho de responder en el momento y lugar oportunos contra todos los pa¨ªses que participan en esta guerra injusta. En particular Gran Breta?a, Espa?a, Australia, Polonia, Jap¨®n e Italia", dijo el terrorista saud¨ª. A ninguno de los especialistas de la polic¨ªa, la Guardia Civil y el CNI que vieron esa pel¨ªcula se le escap¨® la obviedad de que la cita a Espa?a entra?aba un verdadero peligro. En la sede de Europol, la cinta del jefe de Al Qaeda se interpret¨® como "una amenaza directa y concreta a Espa?a", recuerda el comisario Mariano Simancas, uno de los jefes de este organismo.
El CNI avis¨® al Gobierno de que el papel relevante de Aznar en relaci¨®n a la guerra de Irak era un factor de riesgo
Zaplana neg¨® en octubre de 2003, tras la amenaza de Bin Laden, que hubiera indicios de un posible ataque a Espa?a
La Guardia Civil intuy¨® una amenaza grave para Espa?a tras el ataque de Casablanca
No era la primera vez que Bin Laden se refer¨ªa a Espa?a. El 7 de octubre de 2001, en el v¨ªdeo en el que se atribuy¨® la autor¨ªa del 11-S, ya mencion¨® al Al-Andalus, como lo hab¨ªa hecho otras veces en sus fetuas (edictos). Andaluc¨ªa, junto a Palestina y Cachemira, son territorios que Al Qaeda considera perdidos por la naci¨®n musulmana. Para Bin Laden y sus asociados, las cruzadas no han terminado.
Aquel 19 de octubre ?ngel Acebes, entonces ministro del Interior, se encontraba en La Baule (Francia) junto a su hom¨®logo Nicol¨¢s Sarkozy. Juntos anunciaron un frente europeo contra la inmigraci¨®n ilegal en el Mediterr¨¢neo y se refirieron a la amenaza de Bin Laden. "Nuestras fuerzas de seguridad no han bajado la guardia en ning¨²n momento. La respuesta a este desaf¨ªo consiste en mantener la atenci¨®n, confiar en la preparaci¨®n de los expertos y mantener la colaboraci¨®n internacional", dijo Acebes. El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, apostill¨® en Madrid: "No hay ning¨²n indicio objetivo o dato concreto" que haga pensar que Espa?a tiene "mayor predisposici¨®n" a un ataque.
Pese a la gravedad de la amenaza, Acebes no convoc¨® a su regreso una reuni¨®n conjunta de los servicios de seguridad. "Nunca tuvimos una reuni¨®n en el ministerio sobre terrorismo islamista", ha confesado el comisario Mariano Ray¨®n, hasta hace poco jefe de la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior de la Polic¨ªa. Entonces, s¨®lo un pu?ado de agentes, unos 140 entre los tres cuerpos de seguridad, investigaban esta amenaza. Todo el potencial humano y material estaba dirigido contra ETA. Cada servicio trabajaba por su cuenta. No hab¨ªa coordinaci¨®n, salvo la relaci¨®n personal y espor¨¢dica de los jefes de cada cuerpo.
Bin Laden coloc¨® a Espa?a en el segundo lugar de su macabra lista, justo detr¨¢s del Reino Unido, al que todos los observadores consideraban tras el 11-S el objetivo prioritario de los islamistas radicales. "Esa segunda posici¨®n nos inquiet¨®. Cre¨ªmos que no era casual. Est¨¢bamos en la cabeza del pelot¨®n", asegura ahora una de las tres personas que ese 19 de octubre analiz¨® el mensaje del jefe de Al Qaeda. Los tres servicios de seguridad emitieron sus informes reservados con opiniones radicalmente contrarias a la que Zaplana traslad¨® a la opini¨®n p¨²blica.
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dirigido entonces por Jorge Dezcallar, fue el primero en reaccionar. "En octubre y noviembre, lo que yo llamo los sensores los ten¨ªamos al rojo y est¨¢bamos esperando algo", ha declarado el ex diplom¨¢tico. El 27 de octubre, el servicio de espionaje envi¨® al Gobierno un informe Evaluaci¨®n de la amenaza del terrorismo isl¨¢mico, que subrayaba que la advertencia deb¨ªa tomarse en serio.
Su autor, un teniente coronel, asegur¨® que a Espa?a se la ve¨ªa como enemigo del Islam y que "la visibilidad" que conllevaba el protagonismo de Aznar en la guerra era un factor de riesgo. El texto describ¨ªa la presencia en Espa?a de c¨¦lulas durmientes vinculadas a la delincuencia com¨²n y agregaba que la detenci¨®n meses antes de Taysir Alouny, corresponsal de Al Yazira y presunto miembro de la c¨¦lula de Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, hab¨ªa sido negativa para la imagen de Espa?a en los pa¨ªses ¨¢rabes. La cadena qatar¨ª hizo una campa?a a favor de la inocencia de su corresponsal y anunci¨® "consecuencias" para Espa?a. La nota del CNI advirti¨® de que las amenazas "eran crecientes" y del "incremento importante del riesgo de atentado terrorista en los ¨²ltimos meses". Y recomend¨® "reforzar las medidas de protecci¨®n", en especial los vuelos de aviones oficiales a zonas calientes. Un viaje en esas fechas de los Reyes a Siria les preocup¨® sobremanera.
El 20 de noviembre, la divisi¨®n antiterrorista del CNI elabor¨® otra nota con un dato inquietante: los grupos isl¨¢micos locales, no directamente encuadrados en Al Qaeda (en Espa?a hab¨ªa entonces varios), "est¨¢n cada vez m¨¢s inmersos en la yihad internacional y sus objetivos no se limitan a ning¨²n territorio concreto". Los esp¨ªas no iban mal encaminados. En 2002, en una reuni¨®n en Estambul (Turqu¨ªa), dirigentes de Al Qaeda y de grupos asociados en la llamada Internacional contra los Jud¨ªos y los Cruzados comunicaron que los musulmanes yihadistas pod¨ªan actuar de forma aut¨®noma en los pa¨ªses donde resid¨ªan. Hab¨ªa que extender la yihad a nuevos territorios y Europa era un blanco preferente.
Pero la alerta se hab¨ªa disparado mucho antes del v¨ªdeo de Bin Laden. Hac¨ªa dos a?os que en una reuni¨®n de Europol en Bruselas los responsables policiales emitieron un informe confidencial que dec¨ªa as¨ª: "La principal pregunta no es si habr¨¢ otro ataque, sino qui¨¦n lo har¨¢, cu¨¢ndo, c¨®mo y contra qu¨¦ objetivo". En aquel encuentro casi todos pensaron que el siguiente blanco era el Reino Unido.
Los informes del CNI, de octubre y noviembre del 2003, en respuesta al v¨ªdeo de Bin Laden, eran el cuarto y el quinto que el Ejecutivo recibi¨® en s¨®lo ese a?o. La polic¨ªa y la Guardia Civil elevaron los suyos con un contenido muy similar. El que emiti¨® el 28 de noviembre Jos¨¦ Manuel Gil, comisario de la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior, a petici¨®n de Jes¨²s de la Morena, el entonces Comisario General de Informaci¨®n, fue muy expl¨ªcito: "Espa?a figura ya como objetivo declarado por Al Qaeda y esta organizaci¨®n est¨¢ cumpliendo sus amenazas, atentando contra objetivos que han sido recientemente incluidos como tales, por lo que cabe deducir que Espa?a podr¨ªa ser objetivo en fechas pr¨®ximas". A?adi¨® que Al Qaeda estaba reclutando terroristas en T¨²nez y Argelia para atentar en Europa.
El apoyo del Gobierno de Aznar a la guerra de Irak y el atentado de Casablanca (Marruecos) dispararon en 2003 las se?ales de alarma. El CNI redact¨® su primer informe el 21 de febrero de 2003, poco antes de la guerra. "La posici¨®n de Espa?a ha elevado el riesgo de atentado, pudiendo ser objeto de grupos integristas isl¨¢micos. Es muy posible un cambio de la actitud hacia Espa?a, de positiva a negativa" entre la comunidad isl¨¢mica. El servicio de inteligencia advert¨ªa de que "no se puede descartar la existencia de c¨¦lulas durmientes en Espa?a" y constataba "el deseo de revancha" que gener¨® la detenci¨®n de Abu Dahdah y los suyos en noviembre de 2001.
El segundo aviso se redact¨® el 10 de junio, semanas despu¨¦s del atentado de Casablanca, que cost¨® la vida a 45 personas, entre ellas cuatro espa?oles que cenaban en la Casa de Espa?a, uno de los objetivos de los 14 suicidas. "Forma parte [el ataque] de una estrategia global a la que no puede sustraerse ning¨²n pa¨ªs, incluida Espa?a. Espa?a es una base log¨ªstica de los grupos integristas, pero no puede descartarse que, en funci¨®n de las oportunidades, puedan cometerse actos [terroristas] aqu¨ª". El tercero es del 27 de agosto, el mismo d¨ªa en que las tropas espa?olas se unieron a las fuerzas de ocupaci¨®n de Irak. "La presencia militar en Irak incrementa el riesgo de atentados contra intereses espa?oles tanto en Espa?a como en el extranjero", asegur¨® el autor del documento.
La Unidad Central de Informaci¨®n Exterior de la Guardia Civil (UCE2) redact¨® varios informes similares y, tras el atentado de Casablanca, anunci¨® "la dimensi¨®n grave de un atentado contra Espa?a". Una visi¨®n muy distinta a la de Ana Palacio, entonces ministra de Exteriores, quien neg¨® varias veces que aquella matanza fuera un ataque contra intereses espa?oles.
Tras el 11-S, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia reforzaron sus unidades de terrorismo islamista. Los brit¨¢nicos contrataron a 500 agentes para hacer un censo de ex muyahidin y vigilar a los m¨¢s peligrosos. En Espa?a continu¨® el voluntarismo y lo que un alto mando policial define como "una estructura de juguete" para vigilar a centenares de sospechosos en zonas calientes de todo el pa¨ªs: Valencia, Alicante, Tarragona, Barcelona, Madrid, Navarra, Ceuta y Melilla. Mientras Aznar hablaba del eje del mal y del riesgo del terrorismo internacional para justificar su apoyo a la guerra de Irak, entre el 2001 y el 2004 las plantillas de esas unidades crecieron en poco m¨¢s de un 20%. "Se pidi¨® el incremento varias veces", declar¨® Ray¨®n ante la comisi¨®n del 11-M. En el 2004 su unidad ten¨ªa 66 hombres y mujeres, de los que 16 pertenec¨ªan al ¨¢rea de vigilancias. En la Guardia Civil se aument¨® de 40 a 66 agentes, pero la UCE 2, a las ¨®rdenes del teniente coronel Faustino ?lvarez Sola, se dedicaba a todas las amenazas del exterior. De los 30 agentes del CNI dedicados al terrorismo islamista, siete, probablemente los mejores, murieron en una emboscada en Bagdad. Para colmo, ninguno de los tres cuerpos ten¨ªa especialistas en provincias y la plantilla de traductores de ¨¢rabe era m¨ªnima. Las conversaciones telef¨®nicas de los sospechosos, incluso en prisi¨®n, tardaban meses en traducirse. Ya desde 2001 Mohamed Achraf, un miembro del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA) preso en la c¨¢rcel de Topas (Salamanca), preparaba un ataque suicida contra la Audiencia Nacional.
En el oto?o de 2003, la incredulidad sobre la posibilidad de un ataque de los islamistas en Espa?a era general. El procesamiento por Baltasar Garz¨®n de Bin Laden y su c¨²pula junto a los miembros de una c¨¦lula de yihadistas presuntamente vinculada al 11-S provoc¨® las cr¨ªticas e hilaridad de un sector de la prensa. Dirigentes del PSOE ridiculizaron en el Congreso la detenci¨®n de un grupo de islamistas en Tarragona a los que se intervino un tel¨¦fono agujereado similar al usado en un atentado en Bali (Indonesia). Los bautizaron como el comando Dixan.
En los despachos policiales los jefes de los servicios antiterroristas repet¨ªan que Espa?a era retaguardia y no vanguardia de la yihad, un territorio caliente para log¨ªstica y financiaci¨®n, pero no un escenario de batalla. Incluso los autores de las evaluaciones de amenaza dirigidas al Gobierno tras el v¨ªdeo de Bin Laden reconocen en privado que nunca pensaron en un ataque. "Alertamos sobre los riesgos porque era nuestro deber, pero nunca sospechamos que iban a lograr pegarnos aqu¨ª. Fue una sorpresa monumental", admite el autor de varios de estos documentos.
?Qu¨¦ hicieron despu¨¦s del atentado de Casablanca?, le pregunt¨® Gaspar Llamazares (IU) a Dezcallar en el Congreso. "Tuve que aguantar alg¨²n chiste en alg¨²n peri¨®dico cuando andaba buscando gente que hablara past¨²n, urd¨² y dialectos ¨¢rabes, porque, como nos los encontr¨¢bamos, lo anunciamos en los peri¨®dicos e Internet... George Tenet [ex director de la CIA] dec¨ªa que necesitaba cinco a?os para que los medios que est¨¢n poniendo en pr¨¢ctica ahora sean operativos... Una cosa es tomar medidas y otra que esas medidas hayan producido sus frutos o sean suficientes, que no lo son". El ex director del CNI defini¨® a este centro como un "Volkswagen que funciona bien, pero no es un Rolls". El CNI tiene ocho veces menos personal que los brit¨¢nicos y seis veces menos que los franceses e italianos, seg¨²n Dezcallar, hoy embajador ante la Santa Sede.
Una medida adoptada por el CNI tras la amenaza de Bin Laden fue proponer al Gobierno que se introdujera al terrorismo islamista entre las prioridades del servicio. Hasta entonces, las principales atenciones del centro eran ETA, Marruecos, Ceuta, Melilla y Suram¨¦rica. En la Directiva de Inteligencia, aprobada en enero de 2004 por la Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia, que presid¨ªa Aznar, incluy¨® un sexto objetivo: la amenaza islamista. La iniciativa, ¨²nica del CNI tras el 11-S, lleg¨® con m¨¢s de dos a?os de atraso. Y no sirvi¨® de nada porque, seg¨²n Tenet, hacen falta a?os para que cualquier medida de inteligencia d¨¦ resultados.
Aquel oto?o de 2003 en que Bin Laden coloc¨® a Espa?a en el centro de su diana el Gobierno no hab¨ªa hecho casi nada para prevenir un ataque terrorista de esta naturaleza. Todos los medios estaban volcados en la lucha contra ETA, una batalla que el PP libr¨® con ¨¦xito desde el poder, seg¨²n coinciden todos los observadores.
Pero el peligro no estaba s¨®lo en el v¨ªdeo del terrorista saud¨ª. Desde 2000, Espa?a se hab¨ªa convertido en la principal base de Al Qaeda y sus grupos asociados en Europa. En una madriguera a la que acud¨ªan a refugiarse los jefes de las c¨¦lulas durmientes introducidas en Europa por el tunecino Seifallah Ben Hassin y el argelino Abu Doha, ambos ligados al Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate, una escisi¨®n del GIA argelino que se asoci¨® a Al Qaeda. Sus idas y venidas al "anillo final espa?ol", calificaci¨®n de los fiscales de Mil¨¢n en un informe de aquella ¨¦poca, eran inquietantes.
La cumbre, en julio de 2001 en Tarragona, de Mohamed Atta, el jefe de los pilotos suicidas del 11-S, y Ramzi Binalshibh, el coordinador de los atentados, no fue una casualidad. Ocho semanas antes del ataque contra las Torres Gemelas consideraron que el territorio espa?ol era el lugar m¨¢s seguro para ultimar los detalles de su ataque contra EE UU, el m¨¢s importante desde Pearl Harbor, en 1941.
En la costa catalana, el egipcio comunic¨® al yemen¨ª sus objetivos y el nombre de los 19 suicidas que se lanzar¨ªan con aviones secuestrados contra el coraz¨®n del pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo. Aqu¨ª consiguieron pasaportes y visados para la escalonada fuga de los miembros de la c¨¦lula de Hamburgo que finalmente no participaron en el atentado. La extensa red de salafistas con la que contaban en Espa?a, buena parte de ella dirigida presuntamente por el sirio Abu Dahdah, les brind¨® su apoyo. El 7 de septiembre de 2001, Binalshibh paseaba por la Gran V¨ªa madrile?a horas antes de huir rumbo a Pakist¨¢n. Las andanzas de estos y otros yihadistas por territorio espa?ol se conoc¨ªan mucho antes de que Bin Laden se?alara a Espa?a con el dedo el 19 de octubre de 2003.
Con informaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Irujo, Jorge A. Rodr¨ªguez, Luis G¨®mez, Francisco Mercado, Miguel Gonz¨¢lez y Elsa Granda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- 11-M
- Declaraciones prensa
- Terrorismo internacional
- Osama Bin Laden
- CNI
- Amenazas terroristas
- Infraestructura terrorista
- Al Qaeda
- Servicios inteligencia
- Espionaje
- Atentados terroristas
- Financiaci¨®n terrorista
- Gente
- Fuerzas seguridad
- Seguridad nacional
- Lucha antiterrorista
- Grupos terroristas
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Terrorismo
- Defensa
- Justicia
- Sociedad