Rusia y Arabia Saud¨ª exigen a Siria la retirada de sus tropas de L¨ªbano

Arabia Saud¨ª rompi¨® anoche el silencio ¨¢rabe sobre la necesidad de que Siria se retire de L¨ªbano. Al t¨¦rmino de una r¨¢pida visita del presidente sirio, Bachar el Asad, a Riad, fuentes oficiales saud¨ªes anunciaron que el pr¨ªncipe Abdal¨¢, heredero y regente, le hab¨ªa aconsejado una pronta salida de sus tropas del pa¨ªs vecino. Lo directo del mensaje y la insistencia en la rapidez de la retirada dan a entender que existe un consenso ¨¢rabe y que no hay mediaci¨®n posible. Rusia, aliado tradicional de Siria, tambi¨¦n exige que las tropas de este pa¨ªs salgan de L¨ªbano.

"El pr¨ªncipe Abdal¨¢ ha aconsejado al presidente Asad que retire r¨¢pidamente sus tropas de L¨ªbano y anuncie un calendario para dicha retirada", declar¨® a la prensa un responsable saud¨ª. Al parecer, el heredero manifest¨® a su interlocutor que las relaciones bilaterales podr¨ªan "atravesar dificultades" si no actuaba con diligencia. Aunque Arabia Saud¨ª es el principal aliado ¨¢rabe de EE UU en la regi¨®n, Abdal¨¢ prolong¨® con Bachar el Asad la amistad personal que manten¨ªa con su padre, el fallecido Hafez el Asad.

Sin embargo, cuando el a?o pasado el presidente pro sirio de L¨ªbano, ?mile Lahud, decidi¨® prolongar su mandato, las autoridades saud¨ªes expresaron su desaprobaci¨®n. Aquella cacicada motiv¨® la dimisi¨®n del entonces primer ministro, Rafik Hariri, quien hasta aquel momento hab¨ªa convivido con la supervisi¨®n del pa¨ªs vecino. Su asesinato, el 14 de febrero, ha puesto a Siria en el punto de mira no s¨®lo de la oposici¨®n libanesa sino tambi¨¦n del Gobierno de EE UU. Aunque Damasco ha negado cualquier implicaci¨®n, los pa¨ªses ¨¢rabes dif¨ªcilmente pueden sostener su permanencia en L¨ªbano cuando est¨¢n pidiendo la retirada israel¨ª de Palestina.

Arabia Saud¨ª es uno de los principales financiadores del Gobierno de Beirut desde que en 1989 patrocin¨® los acuerdos de Taif, que pusieron fin a la guerra civil libanesa. Adem¨¢s, la familia real manten¨ªa estrechas relaciones con Hariri, un liban¨¦s que hizo su enorme fortuna en el reino y que fue uno de los pocos extranjeros que accedi¨® a la nacionalidad saud¨ª.

"Es una actitud coherente", apunta un diplom¨¢tico europeo destinado en Riad a quien no le ha sorprendido la advertencia de Abdal¨¢ a Asad. A¨²n as¨ª, llama la atenci¨®n su claridad mientras los ministros ¨¢rabes de Exteriores, reunidos en El Cairo para preparar la cumbre de Argel, se hab¨ªan abstenido de hacer llamamientos en p¨²blico. Se daba a entender que Arabia Saud¨ª y Egipto estaban tratando de mediar en el caso. "No tenemos ninguna iniciativa", advirti¨® el ministro saud¨ª de Exteriores, Saud al Faisal, antes de abandonar Egipto, donde se reuni¨® con el presidente, Hosni Mubarak.

Siria mantiene 14.000 soldados en L¨ªbano. Su implicaci¨®n en el pa¨ªs vecino se inici¨® en 1976, poco despu¨¦s de que se iniciara la guerra civil libanesa. Aunque en Taif Damasco se comprometi¨® a replegar sus tropas al este de L¨ªbano en un plazo de dos a?os y a negociar a continuaci¨®n su salida definitiva, la tutela pol¨ªtica siria hac¨ªa poco probable que las autoridades libanesas exigieran esa retirada. Por ello, EE UU impuls¨® el pasado septiembre la resoluci¨®n 1.559 del Consejo de Seguridad de la ONU. Ayer, el presidente estadounidense, George W. Bush, aument¨® desde Washington la presi¨®n: "Es hora de que Siria se marche", afirm¨®.

Rusia, principal aliado de Siria durante la guerra fr¨ªa, tambi¨¦n exige a Damasco el cumplimiento de la resoluci¨®n. "Siria deber¨ªa retirarse de L¨ªbano, pero todos debemos asegurarnos de que la retirada no viola el fr¨¢gil equilibrio en el pa¨ªs", asegur¨® el ministro de Exteriores ruso, Sergu¨¦i Lavrov, a la cadena brit¨¢nica BBC el pasado mi¨¦rcoles. En parecidos t¨¦rminos se expres¨® el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, de visita a Yemen. Y tambi¨¦n Jordania: "Pedimos un di¨¢logo con la ONU y el cumplimiento de la resoluci¨®n 1.559", dijo el ministro de Exteriores, Hani al Mulki, al diario ¨¢rabe Al Hayat.