El Do?ana madrile?o
Miles de gaviotas, an¨¢tidas y cormoranes invernan en estas graveras inundadas del parque regional del Sureste
All¨¢ por 1970, el bajo Jarama presentaba un aspecto desolador, peor que despu¨¦s de la famosa batalla. Madrid, a s¨®lo 20 kil¨®metros, viv¨ªa el boom de la construcci¨®n, y ej¨¦rcitos de m¨¢quinas talaban estos sotos y agujereaban estas riberas en busca de grava y arena. Una tras otra, las graveras se inundaron -cavar cerca de un r¨ªo es lo que tiene- y se abandonaron a su suerte. Y su suerte fue el milagro que hoy vemos y todav¨ªa no creemos: 120 lagunas orladas de carrizos y ca?averales, donde en invierno se re¨²nen cientos de cormoranes, unas 3.000 an¨¢tidas y m¨¢s de 30.000 gaviotas reidoras. Es un para¨ªso por accidente. Es (as¨ª se le conoce) el Do?ana madrile?o.
Saquear impunemente el medio ambiente, y que luego la propia naturaleza obre un milagroso remedio, es el sue?o de cualquier gobernante. De hecho, tras la creaci¨®n del parque regional del Sureste, en junio de 1994, se han seguido extrayendo ¨¢ridos en el valle y construyendo infraestructuras tan aparatosas como la autopista R-3, que cruza el Jarama aguas arriba de las lagunas de Velilla, uno de los humedales -junto con las charcas del Porcal y del Campillo, en el vecino t¨¦rmino de Rivas- m¨¢s valiosos de Madrid. Con suerte, cualquier d¨ªa se establece una colonia de murci¨¦lagos rateros bajo el puente, y ya tenemos el para¨ªso completo.
En 20 lagunas orladas de carrizos y ca?averales se re¨²nen miles de an¨¢tidas y gaviotas reidoras
As¨ª se explica que Velilla de San Antonio, un pueblo que en 1985 s¨®lo contaba con 1.600 habitantes -tan modesto era, que no ten¨ªa ni escudo: la torre en llamas que campea en su bandera, supuestamente incendiada por los comuneros, data de 1989-, haya superado la cifra de 10.000 sin que nadie se haya planteado la inconveniencia de tama?a aglomeraci¨®n al borde del parque natural. Y as¨ª se explica tambi¨¦n que, al inicio de la senda que recorre sus lagunas -la del Raso, la del Pic¨®n de los Conejos y la del Soto-, no haya un centro de interpretaci¨®n o un punto de informaci¨®n, como ser¨ªa de esperar dada su importancia, sino un pol¨ªgono industrial.
Partir de un pol¨ªgono no es nada seductor, pero tiene la ventaja de poder apreciar, por contraste, la belleza inhumana de la laguna del Raso, que aparece de sopet¨®n tras las ¨²ltimas naves, bullente de fochas, ¨¢nades reales, porrones pardos y garzas imperiales. Rodeando la laguna por la izquierda, descubriremos la cara m¨¢s salvaje de r¨ªo Jarama -m¨¢s a¨²n que la que muestra en la sierra-, espumeante de rabiones y chorreras, enjaulado entre sauces, chopos, fresnos y tarayes.
Y, al cuarto de hora, nos sorprenderemos caminando por un soto de tal espesura que es como si estuvi¨¦semos en alg¨²n remoto paraje tropical, y las naves del principio, en Plut¨®n.
Siempre aguas arriba, con el r¨ªo a la izquierda, llegaremos al Pic¨®n de los Conejos, el mayor charcazo de Velilla -60 hect¨¢reas de superficie y 5 metros de profundidad-, donde veremos desde milanos y halcones, hasta cientos (quiz¨¢ miles) de gaviotas reidoras, patos cuchara, ¨¢nades, cig¨¹e?uelas y, asole¨¢ndose en las islillas, cormoranes. Tambi¨¦n veremos, desde el curvazo que el Jarama describe al pie de los cortados yes¨ªferos de Rivas, la silueta de alguna rapaz posada en el cantil, cuya presencia impone un silencio aterrador a las avecicas del soto -mosquiteros, papamoscas, petirrojos, currucas...-, s¨®lo roto por los graznidos de las chovas.
A una hora del inicio, arribaremos a la tercera gran laguna, la del Soto, cuyas aguas menos profundas son de buena querencia de los somormujos. Bordeando luego una plantaci¨®n de ¨¢lamos, un maizal y una granja vacuna en la que hay cuchipanda insect¨ªvora de palomas y garcillas bueyeras, alcanzaremos el punto en que el camino se pierde en la selva ribere?a, el m¨¢s l¨®gico para dar media vuelta. Para m¨¢s se?as, veremos justo enfrente, colgada del acantilado, la colosal ermita del Cristo de Rivas, antiguo convento de Mercedarios donde se venera, desde 1635, un Eccehomo con fama de milagrero. Lo debe de dar esta naturaleza: obrar prodigios.
Tres horas por senda evidente
- C¨®mo ir. Velilla de San Antonio dista 26 kil¨®metros de Madrid. Se puede ir por la autopista de peaje R-3 (acceso directo a Velilla), por la A-3 (salida 22, direcci¨®n Alcal¨¢ de Henares) o por la M-45 (desv¨ªo a Mejorada del Campo). Una vez en Velilla, s¨®lo hay que seguir las indicaciones viales hacia la laguna del Raso.
- Datos de la ruta. Duraci¨®n: tres horas. Longitud: 10 kil¨®metros (incluida la vuelta por el mismo camino). Desnivel: nulo.
Dificultad: muy baja. Tipo de camino: senda evidente, sin se?alizar, en algunos puntos embarrada, apta tambi¨¦n para bicis de monta?a. Cartograf¨ªa: hoja 20-22 (Alcal¨¢ de Henares) del Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito.
- Alrededores. En Arganda (a 11 km): lagunas de las Madres, complejo recreativo con senda bot¨¢nica y paseos a caballo (tel¨¦fono 91 871 92 66). En Rivas (a 12 km): laguna del Campillo, con senda perimetral y centro de educaci¨®n ambiental (tel. 600 50 86 38).
- Comer. Hotel Velilla (tel. 91 655 31 30): solomillitos de pato con vinagreta de grosellas y compota de cebolla; crujientes de queso gouda con caramelo de Pedro Xim¨¦nez y riqu¨ªsima tarta de chocolate blanco; precio medio, 20-25 euros. Quinta San Antonio (tel. 91 655 31 24): especialidad en gambas a la plancha y chuletas de cordero lechal; 25-30 euros. Mirador del R¨ªo (tel¨¦fono 91 660 76 49): carne a la piedra y pescados frescos; 30 euros. Palacio del Negralejo (tel. 91 669 11 25): cocina vasco-castellana; 50 euros.
- Dormir. Hotel Velilla (tel. 91 655 31 30): inaugurado en 2004, cerca de la laguna del Raso, ofrece 24 habitaciones con todas las comodidades; doble, 50 euros. Mirador del R¨ªo (tel. 91 660 76 49): a dos kil¨®metros de la poblaci¨®n, con vistas al Jarama; 52 euros.
- M¨¢s informaci¨®n. Ayuntamiento de Velilla de San Antonio (plaza de la Constituci¨®n, 1; tel¨¦fono 91 670 53 00; www.ayto-velilla.es).
Descripciones y croquis de rutas por el parque, en www.elsoto.org
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